jueves, 4 de octubre de 2012

El silencio de la Iglesia


El país, sus habitantes, sufren la más grave crisis económica de su historia. El capitalismo, voraz e insaciable, hunde en la miseria y en el desempleo a millones de personas. Los índices de pobreza extrema son más que alarmantes. Los curas, los obispos, la Iglesia, callan.

Cuatro centenares de miles de familias son desahuciadas de sus viviendas por lanzamientos judiciales instados por bancos que en su afán especulativo han producido un “agujero” sesenta mil veces mil millonario. Que pagamos todos.  Los curas, los obispos, la Iglesia, callan.

Se recortan los servicios sanitarios y educativos, se impone el repago de medicamentos a los ancianos, se suprime la asistencia sanitaria a emigrantes, desaparece la atención a enfermos dependientes. Los curas, los obispos, la Iglesia, callan.

El gobierno promulga una reforma laboral que arrasa con todo, introduce una semi esclavitud en beneficio exclusivo de los patronos, recorta el sueldo de empleados públicos, anula la paga extra de “su” navidad. Los curas, los obispos, la Iglesia, callan.

El país se llena de corruptos, de procesados inamovibles de su escaño y de sus prebendas, se pagan indemnizaciones multimillonarias en bancos y empresas quebradas, se amnistía e indulta a los defraudadores, se legisla y gobierna a beneficio de una minoría. Los curas, los obispos, la Iglesia, callan.

Se recorta y se produce dolor y angustia a todo el mundo. La iglesia no paga el IVA, ni el IBI, ni el IRPF, ni las transmisiones  patrimoniales, ni los actos jurídicos documentados… no paga nada. Y  recibe una subvención anual de 10.000 millones de euros, no recortada.  Los curas, los obispos, la Iglesia, callan.

 

Los curas, los obispos, la Iglesia, que habían llenado el espacio, las avenidas y las alamedas de manifestaciones, pastorales y proclamas  contra el aborto, el matrimonio gay o la enseñanza de la Educación para la Ciudadanía, se callan con la miseria, el expolio de derechos, el robo organizado y la gran estafa del capitalismo, los mercados y el poder usurpado.

 

Por eso, los curas, los obispos, la Iglesia, que tienen un Evangelio lleno de valores que ignoran, de doctrinas que no cumplen y de sufrimiento de los débiles que olvidan, han salido de su mudez para alertar contra la posible y soberana decisión de un pueblo de auto determinarse mediante referéndum.  Un ejemplo de su roña mental, espiritual y religiosidad de pacotilla.

 

Por eso, yo, mayor de edad, andaluz y jubilado, mando a los curas, a los obispos, a la Iglesia,  a la puta mierda.

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