domingo, 16 de septiembre de 2012

LLANTO POR LA DEMOCRACIA PERDIDA A LAS CINCO DE LA TARDE


Eran las cinco en punto de la tarde.

Un país, una democracia herida

a las cinco de la tarde.
 

Un pueblo atado de pies y manos

a las cinco de la tarde.
 

Lo demás eran mentiras  y votos robados

a las cinco de la tarde.
 

Riesgo, primas y estafas

a las cinco de la tarde.
 

Y una historia de engaños y banqueros

a las cinco de la tarde.
 

Nos robaron la salud

a las cinco de la tarde.
 

Nos quitaron la enseñanza pública

a las cinco de la tarde.
 

Nos dejaron sin cultura

a las cinco de la tarde.
 

Saquearon los ahorros

a las cinco de la tarde.
 

Nos hicieron pagar sus burbujas

a las cinco de la tarde.
 

¡Y el pueblo, solo corazón arriba!

a las cinco de la tarde.
 

Cuando el sudor de la vergüenza  fue llegando

 a las cinco de la tarde,
 

cuando la libertad se cubrió de yodo

a las cinco de la tarde,
 

la muerte heló desahucios

a las cinco de la tarde.
 

A las cinco de la tarde.

A las cinco en punto de la tarde.
 

Un bochorno de recortes

a las cinco de la tarde.
 

Bancos y cajas desparramadas

a las cinco de la tarde.
 

El armario no se abría

a las cinco de la tarde.
 

El desfalco de la libertad

a las cinco de la tarde.
 

A lo lejos ya vienen sus ladronas señorías

a las cinco de la tarde.
 

Sus mentiras les embriagan

a las cinco de la tarde.
 

Generales y banqueros

a las cinco de la tarde,
 

Nos  llenaban de cadenas

a las cinco de la tarde.

A las cinco de la tarde.

 

¡Ay qué terribles cinco de la tarde!

¡Eran las cinco en todos los relojes!

¡Eran las cinco estafadas de la tarde!

 

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