viernes, 7 de septiembre de 2012

Condenada en tres días por hurtar una compra en el supermercado


 

Marian Fernández, de 28 años, soltera y madre de tres hijos de 10, 6 y 2 años ha sido condenada el pasado jueves a devolver lo hurtado en un supermercado de Vilafranca del Penedès… ¡el pasado lunes!

El juez, con una celeridad que ya quisiéramos para otros casos, ha condenado  a Marian  a una multa de 90 €, por importante equivalente a la tercera parte de lo hurtado en el supermercado (241 €) en productos de primera necesidad e higiénicos. Marian está en paro, no cobra ningún tipo de prestación o ayuda y tiene que hacer frente al pago de una hipoteca mensual de 1.200 euros.

No deja de sorprenderme la Justicia de este desgraciado país. ¿Conoce usted a algún juez que haya multado a Urdangarín con la tercera parte de lo presuntamente afanado (se estima que más de 1.200 millones de euros)? ¿Conoce a algún representante del mal llamado Poder Judicial que haya obligado a Rato, pongamos por caso, a “devolver” los mas de 26.000 millones del agujero de Bankia? ¿Conoce usted a un togado que haya hecho algo parecido con Jauma Matas, El Bigotes, la Güertel  y hasta Roldán?

Y sobretodo, ¿conoce alguien a algún desgraciado miembro de esa desgraciada Justicia que haya hecho algo parecido en tres días?

El folklórico ex alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, dijo que la Justicia en España “era un cachondeo” y su frase subió a los altares.  La Justicia en España  no es un cachondeo, es una mierda.

Ese remedo de bien o principio  de la humanidad que es la Justicia, es en nuestro país, una burla, una incompetencia, una desmesura, un despecho, es un instrumento de dominación de una clase sobre otra.

En tres días procesan y condenan a una desgracia en paro. Mientras  indultan, sobreseen, amnistían, hacen prescribir o marean eternamente la perdiz de quien roba, defrauda y saquea a espuertas.

Estos hechos son fácilmente convalidados con un puñado de bicarbonato. Una ayuda para combatir  el asco. Infinito.

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