lunes, 21 de mayo de 2012

Entrevista (imaginaria) al obispo de Córdoba


Hoy viajo al cielo. O a una de sus sucursales. En ella mora, Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, por la gracia de Dios. Monseñor vive rodeado de teologías, pastores y rebaños. No es que esté como una cabra –que lo está- es que es ascéticamente conservador. Su reino son las cartas pastorales, las condenas de todo lo que huela a progreso y las hogueras inquisitoriales a la “ideología de género”. Un facha en conserva y con sotana, vamos.

-          Monseñor, ¿Sigue usted preocupado por el exceso de fornicación ajena?

-          Totalmente. Mi compromiso de acción con el puro orto fascismo me lleva a ello. Desde Dios, y sus designios, naturalmente.

-          ¿Y ha descubierto algún nuevo complot de la Unesco?

-          Si. Han aumentado sus porcentajes. Ya no quieren hacer homosexuales al 50 por ciento de la humanidad. Ahora aspiran al 75 %.

-          ¿Le incluyen a usted?

-          No hace falta. Yo (y Rajoy) ya somos. Lo preocupante es que lo logren con cristianos como la Merkel o Sarkozy.

-          ¿Hay muchos homosexuales entres sus colaboradores diocesanos?

-          No. Aquí, y en todo el mundo, lo que tenemos son pederastas. Pero como se dice:            “ gallegos y asturianos, primos hermanos”

-          ¿Es usted el obispo  más conservador de España?

-          Lo llevo a gala. Mi reino es de antes de Trento.

-          ¿A quien vota?

-          Naturalmente al PP, pero si presentará Fuerza Nueva, no se, no se… creo que se quedan a mi izquierda.

-          Creo que tiene usted mala opinión de los grupos cristianos de base. ¿Dijo usted aquello de “teológicamente protestantes, eclesialmente democraticistas, socialmente marxistas, moralmente subjetivistas y relativistas y ascéticamente pelagianos? ¿Se puede ser todo eso a la vez?

-          Si. Y si votan al PSOE o IU, directamente al pelotón.

-          Cambiando de tercio (o de pelotón), ¿No aprecia ninguna responsabilidad de su Cabildo Eclesiástico en la quiebra fraudulenta de CajaSur?

-          No. Dios nos llamó a administrar los ahorros de los cordobeses durante dos siglos y hemos hecho nuestra labor, ecuménica y caritativa, por supuesto.

-          Pero se han perdido más de 1.500 millones de los actuales euros.

-          Ya le he dicho, que mi reino, y el de Castillejo, no es de este mundo. Dad a Dios lo que es de Dios y a los mercados lo que es de los mercados.

-          ¿No era al César?

-          Que más da. El FMI, MAFO y las agencias de calificación de riesgo son la misma cosa.

-          ¿Cómo va el pulso entre Mezquita y Catedral?

-          Gana la Catedral por goleada. Donde va a parar una catedral santificada por Espíritu  Santo a un chiringuito islámico.

-          ¿Y si ni Fernando III el Santo se la dio porque no se fiaba de ustedes, ¿Por qué se han apropiado de ella, inscribiéndola como un “bien inmatriculado” por 30 euros después de que el Consejo y la  Municipalidad cordobesa la hayan conservado y arreglado durante ochos siglos?

-          Los santos son muy desconfiados.  La Iglesia no le ha robado a los cordobeses este bien, Patrimonio de la Humanidad, lo administra  santamente para su bien y mejor conservación

Ah, ya.  ¿No es algo  presuntuoso y soberbio  –un pecado capital- por su parte, decir que su palabra “es la palabra de Dios”?

-          Para nada. Yo diría que estoy convencido de que hasta cuando hago otras funciones orgánicas, Dios se manifiesta. En mi, todo es Dios.

Dejamos a monseñor, levitando, a punto de coger una curva sideral que lo deposite en el paraíso conservador.  Demetrio es el viento de la doctrina, la pura certeza de que vivimos en el caos.  Todos somos sus chivos expiatorios. Y Demetrio, en otra vida, seguro que se transmutará en eso.  En chivo.

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