La cotización de la paga extra de los funcionarios y el terrorismo

El hecho de que los funcionarios públicos hayan tenido que cotizar tanto al IRPF como a la Seguridad Social por una paga extra que no habían cobrado y el posterior envainamiento del Ministro de Hacienda o Pirata del Caribe trasciende el postulado convencional de una noticia.

El pirata Montoro, digo el ministro Montoro, ha logrado el paroxismo. “Cotizar por el humo”. No sólo no se cobra sino que además se pagan impuestos por lo evanescente, por lo que no existe. Una meta difícil de superar.

A partir de ahí, cualquiera puede explicarse que un enfermo tenga que pagar un alquiler de 40 euros al mes por el uso de una muleta en un hospital, que un enfermo de diálisis se tenga que pagars las ambulancias que lo transportan o que un recluso se tenga que pagar su comida.

La cosa queda meridianamente clara. No es un interés nacional o patriótico.  A Montoro, Rajoy y al resto del gabinete no les anima ningún afán patriótico, porque la patria son, fundamente, sus habitantes, ellos sólo sirven a su amo o patrón: el capitalismo internacional.  A la usura de los mercados y al interés de los bancos o los banqueros, quebrados o por quebrar.

En los tiempos más duros del terrorismo, las acciones de más envergadura de este iban en volar o secuestrar un avión, aunque la mayoría de las acciones terminaban con media docena de muertos o heridos, o hacerse unas fotos con capucha cantando un trasnochado himno.

Ahora no. Los nuevos terroristas emprenden actuaciones a conciencia. Dañan a millones de seres del planeta, país o patria con sólo mover un dedo o decreto. Y con mucho mayor número de víctimas que el más feroz de los fundamentalistas o nacionalistas arrinconados. Vivimos en la peor lacra terrorista que conoce la historia: La del FMI, la Troika, el BCE, la Merkel, Dragi, Rajoy y su caterva de secuaces de corbata verde.

A salvo ya del oscuro deterioro de resistir el nuevo impuesto de cada día, uno se asombra de tanta suma sin resta.  El otro polo de la realidad es el vacío. Detrás de cada Montoro, Guindos o paga extra no cobrada está el horror. El terrorismo maquillado de “gobierno”.