martes, 13 de diciembre de 2011

La Casa Real pide a Karanka que haga el discurso de Navidad


La “noticia” martilleo ayer, irónicamente, las redes sociales. Tal y como se ha puesto la cosa con el “talonmanista” Urdangarín, de las pelotas o balones, el Borbón lo tiene difícil para decir su habitual ristra de choradas tópicas el día de Nochebuena.
Este señor, que tropieza con las puertas y que aparece morado, manco o cojo cada dos por tres, haciendo que el coñac de las botellas se disfrace de noviembre, que no se ha dignado en 35 años decir en qué se gasta la generosa asignación que el erario público hace a sus finanzas, lo tiene fatal para hablar de la corrupción cuando una mayoría de españolitos de España se afane en mal cantar villancicos o quitarle las espinas al besugo.
Y es que no hay peor cuña que la de la propia madera. Y en algún sitio tuvo que aprender el talonmanista para llevárselo calentito con solo poner su bella cara.  Una radical y gloriosa consumación del atraco al dinero de todos en época de crisis.  Y beben, y beben, y vuelven a beber, los peces en el río y algunos detrás de las puertas.
Nuestro país tiene una amplísima nómina de personas nefastas. A casi todas les gana un tal Fernando VII, hijo del furor uterino de su madre y ascendiente no muy lejano de estos señores del trinque doble. Del de los talones  bancarios y del alcohol de las botellas.
Todo lo que conoce hasta ahora es un manjar. Cobros multimillonarios por “informes” de 17 páginas, eventos que no se celebran, evasión sistemática a paraíso fiscales…
La Casa Real excluye al talonmanista de los actos oficiales, se tira el moco de la “presunción de inocencia”  y dice que su conducta no ha sido “ejemplar”. Tendría narices que lo fuera o que lo pretendieran.
El mismo día en que alguien, de ingeniosa coña, atribuía una petición para que el habitual segundo de Mourinho, Aitor Karanka, diera la cara por el de “las gafas de sol”, Gestha, una asociación de técnicos del Ministerio de Hacienda denunciaba que los 10.400 millones de € recaudados este año por la Inspección suponían dejar “impune  el 88,4 % de la evasión fiscal estimada”.
Y esta es la madre del borrego. Mientras los funcionarios de Cataluña tienen ya, a base recortes,  el nivel de ingresos que tenían en 1997, las grandes fortunas, los banqueros, los talonmanistas y las Casas Reales de su p… madre nos roban a manos llenas. Ya no pueden robar más.
Por lo que, sin ningún respeto, me importa un carajo los discursos reales, Mourinho, Karanka, el Rey, su mensaje de Navidad. Y la Navidad misma. 

domingo, 11 de diciembre de 2011

Madurez


Decía Manuel Vicent que a esta altura de la vida, de la mía, uno ya sólo aspira a ser decente y a estar delgado.
Y para lograr ambas cosas se tienen que hacer duros esfuerzos. Viene la Navidad y, a pesar de que todas las doctrinas han pasado, la cultura del azúcar, en forma de mazapán y turrón, te tiraniza. La inmoralidad, pública y privada, sea Navidad o Cuaresma, nos convierte en islas. Todos los imperios han caído, menos el de los mangantes, materializados en banqueros, políticos, o ambas cosas a la vez. Nos queda la ascética, como un ideal. Pero ellos tienen la tele basura, y la política basura, y la basura misma, como elementos de su poder.
La juventud ha huido hacia otras playas, hacía otros cuerpos y nosotros vivimos de la memoria. La histórica, la memoria, está secuestrada por los que mandaban antes y mandan ahora; los impulsos y los ideales, ahogados; sólo nos queda que el Barça le gane al Madrid, -que le gana- y el aceite de oliva.
Las teorías políticas, creencias religiosas, convicciones morales y disquisiciones filosóficas están en almoneda. No hay más valor que el dinero, el que ganas o el que te pagan, y el mundo se cae a pedazos. El futuro ya no existe, las ideologías han desaparecido, todo lo deciden las agencias de ranting y las primas de riesgo.
En medio del caos solo unos pocos valores permanecen: cultivar la amistad, amar a los que te quieren, ser decente, gastar poco y degustar un medio de moriles. Cuando ya desesperas de encontrar un político honrado, en la taberna de la Beatilla, de Córdoba, todavía ponen unos imperiales boquerones en vinagre. ¡Que te cagas!
Hoy, la suerte y la desdicha de las personas y de los pueblos, se decide en un despacho enmoquetado con grandes vistas a la City o el Empire State, y el valor de una molécula de justicia social vale tanto como el brillo de una patata.
Para defenderse sólo está la austeridad, un baluarte para mearse con elegancia en esta estirpe de gorrinos o débiles mentales.
No hay que desear nada más que calentarse al sol. Y no engordar.

viernes, 9 de diciembre de 2011

La OTAN no bombardeará ahora a Libia




Las milicias libias que combatieron contra los partidarios del dictador Muamar Gadafi tienen aún en su poder a unos 7.000 detenidos, en su mayoría subsaharianos, sin acceso al sistema judicial. Así lo denuncia el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en un demoledor informe en el que se han recogido numerosos abusos: algunos prisioneros han sido torturados, la mayoría de mujeres están custodiadas por guardianes varones y niños y adultos están encerrados en espacios comunes.

Pero tranquilos, la OTAN, USA, el Reino Unido, Francia y España no bombardearán ahora a Libia para “proteger a la población civil” porque todo el pescado (petróleo) está ya vendido. Estamos asistiendo a la total caída de caretas.  La guerra y bombardeo de Libia fue una guerra colonial e imperialista más, amparada en la resolución 1973 de Naciones Unidas, que se ha incumplido desde el minuto cero.

Puede que Gadafi fuera un sátrapa sanguinario, pero Libia era el país más avanzado de África, con una participación política y un sistema de protección social (sanidad, educación vivienda,…) que ya quisieran muchas democracias occidentales. Se les han bombardeado inmisericordemente, se han causado miles de muertos y desaparecidos, se han destruido equipaciones y riquezas, para en una alianza con Al-Queda, - sí, si, con Al Queda- expropiar sus recursos, asegurarse su gas y su petróleo e instaurar un régimen islamista con hombres de paja afines.

Nada de “primavera árabe”, a los quince días de iniciadas las manifestaciones, los “indefensos y pacíficos participantes” tenían organizado un ejército y lo que es más revelador, un banco y una moneda. A partir de ahí, el reino de la mentira y la hipocresía.

Resulta entre grotesco y vergonzante el papel de nuestras ministras Carme Chacón y Trinidad Jiménez, organizando la conferencia de paz en un hotel de superlujo de Sevilla, hablando de los “derechos de los ciudadanos” y la “democracia” y ahora calladas como putas, ante la apabullante realidad, denunciada nada menos que por un secretario general de Naciones Unidas.

Hay un auténtico desafió a la verdad, todos nos izamos hoy contra el bárbaro ardor de esta mentira oficial. La verdad ya no es inocente.

Y en esta escalada, las baterías de los lobbys armamentísticos apuntan ya directamente a Siria e Irán.  Que Carme y la Trini, cojan sus fusiles.

sábado, 3 de diciembre de 2011

El paro como pretexto y coartada


Nunca les ha importado. Nunca ha habido un átomo de preocupación social en sus políticas. Nunca ha habido una motivación sincera hacia las personas que lo padecen. De pronto, hace unos años, y por una simple estrategia de marketing electoral, la derecha española, el PP, empiezan a hacer del desempleo el tema central de sus programas de gobierno.
Esgrimiendo los millones de personas en desempleo, gerifaltes encorbatados, a lomos de mercedes, dietas y apestando a Loewe, empiezan y terminan sus mítines y entrevistas apelando al Santo Grial que les ha caído del éter.
El paro, no el de ellos, el de los demás, lo justifica todo: todo tipo de recortes, retrocesos sociales, políticas reaccionarias y arrasamiento de derechos conseguidos con sangre, sudor y lágrimas a través de los siglos.
Es la gran mentira. Su gran mentira, en la que anidan y crecen. La derecha mundial, y también la española, ese hervor de niñatos y niñatas amamantados en la abundancia y maleducados en colegios de monjas, con una lección y media de democracia pret-a-porter mal aprehendida, viajan a la univocidad del drama social con la ventaja de la ajenidad.
Llevan medio año en los ayuntamientos, a los que accedieron con el truco del almendruco del acabar con el paro y no han creado un puto empleo. Antes bien, han acabado con las inversiones, las obras y proyectos locales,  los interinos y los contratos de substitución. Vamos camino de la limosna y el emporio de Cáritas.
Niegan la tarjeta sanitaria a los parados de más de un año en Murcia, Galicia y, ahora, Baleares, tal vez preocupados ya por las estadísticas y a ver si la falta de salud de muchos las mejora.
La derecha les está tomando el pelo a humanidad y media. Todos los recursos van para la banca, para las finanzas y las recapitalizaciones del enorme agujero que ellos mismos han creado. Tiene narices, que cuando a medio país se le han acabado ya todos los agujeros del cinturón, se tengan que gastar 20.000 millones de € en tapar, por ejemplo, el agujero de la CAM y el Banco de Valencia, donde una muchedumbre de chorizos y corruptos del PP han hecho todas los tropelías del mundo mundial.
Además de no tener vergüenza, que no la tienen, nos toman por tontos. La saciedad de sus mayorías absolutas, se les subirá al cuello y acabará con ellos. Amén.

jueves, 1 de diciembre de 2011

¿Què reforma laboral quieren ahora?


Vuelve a hablarse de una nueva reforma laboral y, además, como la máxima prioridad del nonato gobierno de la derecha. ¿Qué se pretende obtener de ella?  Todo lo que los empresarios dicen que desean de una nueva regulación del mercado de trabajo ya lo tienen: flexibilidad de las condiciones de contratación, despido barato, subvenciones, desgravaciones, ayudas… Otra cosa es que aspiren a la restauración de la esclavitud y el derecho de pernada y no se atrevan a decirlo.
Porque eso sino es la pretensión de anular los ámbitos de contratación colectiva provinciales, autonómicos o de sector para dejar a la gran mayoría de trabajadores sin un marco de referencia de sus condiciones laborales y abordar, sin ningún pudor, la rebaja masiva de salarios.
Todo con el permanente chantaje a la sociedad de la creación de empleo. Que no han creado. Ni crearan. Para crear empleo hay que tener unas condiciones imaginativas y emprendedoras que no tienen una mayoría de los llamados empresarios españoles. Y si hubiera que tener una titulación para poder llamarse “empresario” muy pocos habría en este país de chorizos y mangantes al por mayor.
Aquí ha habido cuatro albañiles de fortuna que al pairo del viento de cara de la burbuja inmobiliaria se les ha llamado ampulosamente “constructores” o “promotores” y que se han dedicado, con el apoyo de otras cuatro cajas de ahorro de delictivo soporte a especular con terrenos y con el afán de acceso a la propiedad privada de las gentes. Sus apelativos están ahí y se imitaban unos a otros: “El Pocero”, “Sandokan”, “El tío Gilito”, analfabetos al cubo, que se han apresurado a tener “el mercedes”, “el chalet” y la amante, para decir, a la altura de su ombligo, lo buenos empresarios que eran y el número de puestos de trabajo que creaban.
Lo quieren todo: no pagar la seguridad social de los nuevos contratos, la desgravación por contratos a jóvenes, aprendices o en prácticas, la ayuda del gobierno, de la comunidad, del municipio, que el despido y las horas extras les salgan gratis y si todo va bien, a final del año habrán creado tres empleos eventuales y una gamba. Y luego pedirán otra reforma del mercado de trabajo, echándole la culpa al empedrado si no crean puestos de trabajo. Y el gobierno de la derecha, se la harán, de nuevo y a medida de lo que pidan entonces. Están para eso.
No insistiré más. No hay nada más nocivo para la sociedad que un hortera al que todos doran la píldora llamándole “empresario”.

lunes, 28 de noviembre de 2011

El indultazo


Cada semana llegan a la mesa del Consejo de Ministros una media de diez peticiones de indulto. En su mayoría corresponde a personas insertadas socialmente que hace, entre quince y diez años, tuvieron algún pequeño o mediano incidente con la justicia. Un accidente con el resultado de muerte, una discusión en un bar o un pequeño robo. Se han agotado las instancias, hay un fallo inapelable y su ejecución comporta un problema mayor para personas que ya hacen vida social y familiar completa. En su práctica totalidad estas peticiones no son atendidas.

El gobierno socialista saliente ha hecho una excepción. Después de denegar cientos de peticiones de albañiles, comerciantes o marineros ha ido a indultar a… ¡un banquero!

Alfredo Sáenz, consejero delegado del Banco de Santander, el quinto banquero y una de las primeras cien fortunas del mundo. Cuando el señor Sáenz era el mandamás de Banesto la cogió perra con unos clientes. Exageró los hechos y las notas. Se querelló  y la denuncia cayó en manos de otro que bien bailaba, el juez Pascual Estivill,  que los metió entre barrotes. Dos años en la cárcel y tras los oportunos recursos el juez y Sáenz fueron condenados por prevaricación y detención ilegal. Pero los años en la cárcel, a los clientes, no se los quitaba nadie.

Ahora, después de diecisiete años, la cárcel era para Sáenz, pero viene el gobierno socialista -¿?- y lo indulta, no sea que se extienda la costumbre y se arruine -¿más?- nuestro sistema financiero.

El Gobierno Zapatero pone broche de oro a sus siete años de mandato. Con una reforma de “mesa camilla” de la Constitución, con un acuerdo de sobaquillo para ampliar la base de Rota e indultando a un banquero condenado.

Hay un preso de 61 años, enfermo y casi desahuciado, que lleva 34 años en prisión, acusado y condenado por robar un fúsil del ejército, desertar y quedarse con sus hijas de 15 y 13 años, a las que no conocía, tras un permiso carcelario. ¡Menudos delitos! Un contraste indesmentible que nos muestra en que consiste la ideología para algunos.

¡A saber qué tipo de favores les deben al Banco de Santander, tanto a título colectivo como personal, esas señorías que se sientan en el consejo ministerial!

Hay ilusos que alguna vez redactan leyes. ¡Todos los españoles son iguales ante la ley! Dicen, ufanos.  Menos los banqueros y el yerno del Rey – que ha “distraído” 7,8 millones de €- que son “más” iguales que otros.

He aquí la explicación real del porqué más de cuatro millones de electores han dejado de votar “socialista”.  A mejorarse.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Dan miedo


En su adolescencia, José María Aznar quiso entrar en un seminario. Ahora parece que quiere disciplinar a la mayoría de sus compatriotas. Ayer conminó a Rajoy a que acometa una reforma laboral a fondo y que modifique el sistema de pensiones, porque "no se puede jubilar alguien a los 55 años y cobrar su pensión hasta los 85”.  Metido en harina, alentó al gallego: “Haz lo que tengas que hacer”. Y sobre una eventual respuesta conflictiva a las medidas dijo que: “los españoles tendrán que respetar ese mandato".

Quien así habla cobra una pensión vitalicia sin haber cumplido 55 años, que compatibiliza con magros ingresos  como consejero y asesor de importantes empresas multinacionales y quien no ha pasado un día, quizás ni un segundo, sin respetar y acatar las medidas que tomaba el anterior gobierno, tan democráticamente elegido como al que ahora jalea.

Se les oye hablar y da miedo.  Días pasados vi la entrevista que en una televisión estatal le hacía a Álvaro Nadal, futurible ministro de Trabajo, y con el mayor desparpajo hablaba de desregularizar los ámbitos de la negociación colectiva, eliminando los convenios provinciales y de sector, que en la práctica es dejar en la más absoluta indefensión a los trabajadores de pequeñas y medianas empresas. Y cuando alguien le inquiría sobre la conflictividad   que podían producir estas y otras medidas, respondía que “para eso hay un gobierno fuerte”.

Es decir, caña al mono hasta que reviente. No importa que eminentes economistas, inclusive premios Nobel de la especialidad, aseguren que con recortes de derechos e ingresos no se saldrá nunca de las crisis. Ellos van a lo suyo. A su catecismo. A no anunciar ninguna medida contra el fraude fiscal, el mayor de la zona euro, a exonerar de impuestos a los ricos y a indultar a los banqueros, por si alguna rara vez se les procesa y condena, circunstancia que como broche de oro, va a cerrar el gobierno de sus primos hermanos del PSOE.

Y lo que conocemos es nada comparado con lo que estará sobre la mesa cuando para la burra de Rajoy.  La media España va a fenecer a manos de la otra media, con lo cual en poco tiempo se irán al carajo las dos.

En cuatro años vamos a tener ocasión de arrepentirnos miles de veces, pues estos sacrílegos sacerdotes de las conquistas sociales quieren hacernos retroceder mil años. Viendo la cara y la mirada de alguno, ¿Aznar?, uno no sabe si bajarse en la próxima, vomitar o encargarse directamente el ataúd.