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jueves, 1 de diciembre de 2011

¿Què reforma laboral quieren ahora?


Vuelve a hablarse de una nueva reforma laboral y, además, como la máxima prioridad del nonato gobierno de la derecha. ¿Qué se pretende obtener de ella?  Todo lo que los empresarios dicen que desean de una nueva regulación del mercado de trabajo ya lo tienen: flexibilidad de las condiciones de contratación, despido barato, subvenciones, desgravaciones, ayudas… Otra cosa es que aspiren a la restauración de la esclavitud y el derecho de pernada y no se atrevan a decirlo.
Porque eso sino es la pretensión de anular los ámbitos de contratación colectiva provinciales, autonómicos o de sector para dejar a la gran mayoría de trabajadores sin un marco de referencia de sus condiciones laborales y abordar, sin ningún pudor, la rebaja masiva de salarios.
Todo con el permanente chantaje a la sociedad de la creación de empleo. Que no han creado. Ni crearan. Para crear empleo hay que tener unas condiciones imaginativas y emprendedoras que no tienen una mayoría de los llamados empresarios españoles. Y si hubiera que tener una titulación para poder llamarse “empresario” muy pocos habría en este país de chorizos y mangantes al por mayor.
Aquí ha habido cuatro albañiles de fortuna que al pairo del viento de cara de la burbuja inmobiliaria se les ha llamado ampulosamente “constructores” o “promotores” y que se han dedicado, con el apoyo de otras cuatro cajas de ahorro de delictivo soporte a especular con terrenos y con el afán de acceso a la propiedad privada de las gentes. Sus apelativos están ahí y se imitaban unos a otros: “El Pocero”, “Sandokan”, “El tío Gilito”, analfabetos al cubo, que se han apresurado a tener “el mercedes”, “el chalet” y la amante, para decir, a la altura de su ombligo, lo buenos empresarios que eran y el número de puestos de trabajo que creaban.
Lo quieren todo: no pagar la seguridad social de los nuevos contratos, la desgravación por contratos a jóvenes, aprendices o en prácticas, la ayuda del gobierno, de la comunidad, del municipio, que el despido y las horas extras les salgan gratis y si todo va bien, a final del año habrán creado tres empleos eventuales y una gamba. Y luego pedirán otra reforma del mercado de trabajo, echándole la culpa al empedrado si no crean puestos de trabajo. Y el gobierno de la derecha, se la harán, de nuevo y a medida de lo que pidan entonces. Están para eso.
No insistiré más. No hay nada más nocivo para la sociedad que un hortera al que todos doran la píldora llamándole “empresario”.