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sábado, 3 de diciembre de 2011

El paro como pretexto y coartada


Nunca les ha importado. Nunca ha habido un átomo de preocupación social en sus políticas. Nunca ha habido una motivación sincera hacia las personas que lo padecen. De pronto, hace unos años, y por una simple estrategia de marketing electoral, la derecha española, el PP, empiezan a hacer del desempleo el tema central de sus programas de gobierno.
Esgrimiendo los millones de personas en desempleo, gerifaltes encorbatados, a lomos de mercedes, dietas y apestando a Loewe, empiezan y terminan sus mítines y entrevistas apelando al Santo Grial que les ha caído del éter.
El paro, no el de ellos, el de los demás, lo justifica todo: todo tipo de recortes, retrocesos sociales, políticas reaccionarias y arrasamiento de derechos conseguidos con sangre, sudor y lágrimas a través de los siglos.
Es la gran mentira. Su gran mentira, en la que anidan y crecen. La derecha mundial, y también la española, ese hervor de niñatos y niñatas amamantados en la abundancia y maleducados en colegios de monjas, con una lección y media de democracia pret-a-porter mal aprehendida, viajan a la univocidad del drama social con la ventaja de la ajenidad.
Llevan medio año en los ayuntamientos, a los que accedieron con el truco del almendruco del acabar con el paro y no han creado un puto empleo. Antes bien, han acabado con las inversiones, las obras y proyectos locales,  los interinos y los contratos de substitución. Vamos camino de la limosna y el emporio de Cáritas.
Niegan la tarjeta sanitaria a los parados de más de un año en Murcia, Galicia y, ahora, Baleares, tal vez preocupados ya por las estadísticas y a ver si la falta de salud de muchos las mejora.
La derecha les está tomando el pelo a humanidad y media. Todos los recursos van para la banca, para las finanzas y las recapitalizaciones del enorme agujero que ellos mismos han creado. Tiene narices, que cuando a medio país se le han acabado ya todos los agujeros del cinturón, se tengan que gastar 20.000 millones de € en tapar, por ejemplo, el agujero de la CAM y el Banco de Valencia, donde una muchedumbre de chorizos y corruptos del PP han hecho todas los tropelías del mundo mundial.
Además de no tener vergüenza, que no la tienen, nos toman por tontos. La saciedad de sus mayorías absolutas, se les subirá al cuello y acabará con ellos. Amén.