sábado, 20 de abril de 2013

“Fortunita de Génova”


 

 

Diestro trincón y “aprovechaó”, de los hierros del “PP”, que pasará a la historia del toreo por las grandes “faenas” que ha hecho a toros de Los Güerteles, a los que a más de uno ha “cortaó” todo  lo que se lo podía cortar.

Fue conocido en sus tiempos de novillero como “Don Luis El Cabrón”, pero con este apelativo tenía difícil torear en los famosos cosos taurinos de Zürich y Ginebra, plazas cubiertas y sin tendido de sol, por lo que siguiendo consejo de su apoderado, Mariano Rajoy, “Machaquito de la Moncloa”, lo cambió por el de “Fortunita”, que tan bien le cuadra.

Ha llegado a “cortar” hasta 38 orejas, que conservaba cuidosamente hasta que el espada de su misma empresa, Cristóbal Montoro, “El Amnistías”, en una faena marrullera y tramposa al toro “Fiscalidad” permitió que “Omo” lavase más blanco y que coletudos como, Luis De Guindos”, “Frescuelo del Recorte”, salieran indemnes de la bronca del respetable

Tiene una amistad entrañable con Javier Arenas, “Fracasos de Sevilla”, de la torera dinastía de los “Bocanegra”, puntilleros más que “matadores”, y que no cuentan con el favor de los aficionados de la solanera dado su corto repertorio de derechazos y trinques de sobaquillo.

Fortunita ha roto recientemente con sus mentores y apoderados, y a la mujer torera, Dolores de Cospedal, “Lola del Finiquito”, le han dado los tres avisos en la lidia del morlaco “Explicación”, a pesar de las banderillas negras del “diferido simulado”  y de que a otras mujeres toreras de la misma empresa como, Ana Mato, “Confetis” o Fátima Báñez, “Carnicerita de Huelva” ya le sonaran los tres avisos y bronca y escraches del tendido cinco.

Fortunita es un torero de escasa clase, tramposo y marrullero,  sobaquillero y que “mete pico” a las primeras de cambio, que no respeta a los tendidos y que desplanta con castizas “peinetas” a pesar de haber sido fijo en los carteles de la plaza del Senado y sólo ha destacado en “los quites”, ya que ha “quitado” mucho y a todo el mundo.

Se le supone una gran fortuna y varios cortijos, sin que el alguacil, Alberto Gallardón, “El Niño del Arzobispo” haga mucho por mandarle a los guardias o al cuartelillo ya que el Fortunita parece tener bien cogidos “por los alamares” a gran número de espadas, banderilleros y monosabios de la empresa que regenta el coso de La Moncloa.

Si  en los próximos meses le empitona un “miura”, se puede formar “la de Dios es Cristo” en los ruedos nacionales y algunos críticos aventuran que una “tirada de manta” de don Luis  podía acabar con “el kiosko” pepero.

¡Que Dios reparta suertes!

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