sábado, 13 de junio de 2015

Salir por la puerta de atrás




El hasta esta mañana alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, ha abandonado el Ayuntamiento por una puerta secundaria, en la trasera del edificio, tras celebrarse el pleno constitutivo de la nueva corporación municipal.

Mucho más que un símbolo. En realidad, Nieto ha gobernado cuatro años “por la puerta de atrás”.

Atrás de los ciudadanos y sus necesidades. Atrás de la realidad de la ciudad, azotada por el segundo mayor paro de una capital de provincia. Atrás de una mínima apertura y diálogo a otras opciones políticas que no fuera la suya propia. Atrás en su dedicación al cargo, “secuestrado” dos años en Sevilla por su condición de diputado autonómico y encerrado en la torre de marfil de su despacho, por su condición, prioritaria, de presidente provincial de su partido.

Con Nieto y su huida, esquivo a la presencia en la puerta normal de salida de ciudadanos descontentos con su gestión y a los que en su mandato habría soslayado ordenando vallas y barras rigurosamente vigiladas,  más allá de los cien metros de cercanía, se va toda una forma de entender la política y la vida.

Al igual que otros líderes y lidercillos de su partido, Nieto se organizaba, oníricamente, sus propias “excelencias”. Una ciudad irreal e idealizada, que progresaba, saneaba y superaba todos sus problemas por la sola presencia en los sillones del capitolio de unos señoritos engominados y unas damas con vison en invierno.

Prometió que no se presentaría a la reelección si en la ciudad había “un solo parado más” que cuando tomó posesión de su cargo. Incumplió su palabra en base a un juego malabar de cifras, mezclando churras y merinas, encuestas de población activa – de ámbito provincial- y datos obsoletos de la Oficina de Empleo, para tratar de hurtar a la nada manipulable opinión pública, que en realidad, había 4.000 desempleados más.

También a imagen y semejanza de otros candidatos venidos a menos de su mismo partido, protagonizó una auténtica pataleta tras conocerse el resultado de las elecciones de mayo, llegando a proponer hasta tres fórmulas distintas de gobierno con el único elemento en común de no despegarse de su asiento y de su vara.

Una multitud, muy vinculada a los ocupantes de un colegio público abandonado que han hecho una labor social en el barrio para darle envidia y que mantuvo en permanente expectativa de desalojo inminente, cortándoles la luz y el agua, gritaba ante la ausencia del ex gerifalte: “Os hemos desalojado, antes que al Rey Heredia”


Hoy, tras el pleno, en plena vergüenza, se ha ido por una puerta trasera.  Se fue, a toda velocidad, en “su” coche oficial. La multitud, burlada, gritaba: “Ese no es tu coche”. El glamour ha terminado.

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