jueves, 19 de enero de 2012

Vayamos todos, y el PP el primero, por la senda de la insumisión


En noviembre del pasado año el Pleno del Parlamento de Andalucía aprobó la incompatibilidad del cargo de alcalde con el de miembro de ese Parlamento. Los miembros del Grupo Popular votaron en contra.

El pasado lunes la dirección del partido de la derecha en Andalucía aprobó las candidaturas a las elecciones del próximo 25 de marzo con la inclusión de los alcaldes de Sevilla, Córdoba, Huelva, Motril y Fuengirola.

Parece pues evidente una actitud de insumisión ante una Ley aprobada democráticamente con todos los preceptos correspondientes, que está en vigor a pesar de que se haya manifestado la posibilidad de ser recurrida ante el Tribunal Constitucional, circunstancia que aún no se ha iniciado ni concretado.

El Partido Popular rige el Gobierno de la Nación, 13 de sus 17 autonomías y tres millares de municipios, de buena a primeras, se nos vuelve insumiso con una ley en un lugar donde no manda.

Me parece perfecto, sólo que esta actitud me legitima a mí y la totalidad de los españoles a convertirnos en insumisos respecto a todo aquello que en materia legal no nos gusta. Que es mucho. A mi no me gusta el carácter monárquico y hereditario de la Corona, el sistema fiscal y tributario, las leyes que “no” regulan la escandalosa evasión de impuestos, las relaciones y financiación de la Iglesia, el gasto en armamento, la ley electoral, el carácter no federal del Estado, la discriminación de Andalucía y los andaluces y la Biblia en pasta.

Me declaro, como el PP, insumiso respecto a todo ello y desde mi desvalida individualidad daré, como el PP con la incompatibilidad de los alcaldes, todo el por culo que pueda.

Además, la medida electorera de los llamados populares contiene, en si misma, una doble falta de respeto. A los que hace ocho meses confiaron en determinadas personas para que fueran sus alcaldes o a los ilusos que confíen ahora en las mismas para representar a la soberanía popular en sede parlamentaria y olé. Porqué de aquí al 25 de marzo no van a cambiar las cosas legalmente y de algún sitio tendrán que dimitir.

¿O será que a la derecha cuadrillera andaluza le importan un carajo sus electores y le interesa simplemente la aritmética electoral? Han llegado a las casas consistoriales invocando, a lo que se ve en vano, la lucha contra el desempleo y la congelación de impuestos, van a repetir suerte al Hospital de Las Cinco Llagas con la misma cantinela pero con unas espectaculares tijeras sobre el horizonte de la Giralda.

¡Vale, vale, que ganen, nos congelen,  nos recorten y volvamos a ver a los señoritos montados en sus caballos y haciendo sus estaciones de penitencia manzanillera, pero que al menos Arenas deje de decir las tonterías y mentiras que dice cada vez que abre la boca!


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