viernes, 15 de junio de 2012

Se lo han llevado todo y aún quieren más




Todos tienen algo que ocultar, pero, con todo, no es eso lo peor. Lo más penoso es que hay quien los protege, financia y rescata (José Luis Pego, 18,5 millones). Han quebrado la banca y las ilusiones. Su vida es una charca de espejismos y atracos, de simulaciones y robos. Pero aún tienen amnistías. Y amnistiadores (José Luis Méndez, 16,6 millones).

Para ser lo que se les supone, encubren su inexistente dignidad en el secreto. Bancario. Presuntos cuellos duros de presunta legalidad (Oscar Rodríguez, 14,1 millones). El proceso de identificación ni siquiera es arduo, sólo hay que mirar una decena  de balances, cinco o seis auditorias. Allí están. Orondos y opíparos  (Gregorio Gorriarán, 8, 8 millones).

De inmediato, han aparecido sus caras. Recorremos su biografía. Es casi la misma. Teóricos expertos de la nada, cercanía a la Iglesia o al opus deísmo, neoliberales, maquillados de modernidad (Javier García de Paredes, 5,3 millones). Han asaltados las cajas de ahorros, los bolsillos y la banca. Y se lo han llevado calentito.

Son el otro polo de la realidad. Un país quebrado, una sociedad desahuciada, una actividad en el paro, pero ellos no, ellos han cobrado jugosas indemnizaciones -¿?- y en esta vacuidad han cogido el dinero. Y han corrido (Miguel Castillejo, 4,3 millones).

¿Qué se hace cuando se ha llegado a este punto? ¿Dónde se pueden esconder? A veces, voy a desayunar y me encuentro con uno de ellos, tan orondo y versátil como siempre, subido al culto a la personalidad egolatra que subvencionó (Roberto López Abad, 5,8 millones). Son voraces, insaciables, pirañas de la crisis, cocodrilos de la prima de riesgo, satélites de si mismo (Manuel Escribano, 6 millones).

Corruptos, correlatos de los mercados y de su “lógica”,  depredadores de la acera, se parecen más a un siniestro que a un entierro (Ricard Pagés, 11 millones). Son los que son. Lo que han cobrado es de todos y de nadie, son presos de su presa e inquilinos de la indignidad (Domingo Parra, 7 millones).

Tratar de entenderlos requeriría una tarea muy superior a la de aceptarlos (Manuel Troyano, Joaquín Meseguer, Vicente Soriano, Agustín Llorca, Gabriel Sacristá…). Arbitrarios, contradictorios, veleidosos, calamitosos todos.

Y Rodrigo Rato.

miércoles, 13 de junio de 2012

El alcalde de Móstoles reaparece




La patria está en peligro. Madrid  y las demás ciudades y pueblos del país, el estado y la nación perecen víctima de la perfidia neoliberal. Españoles acudid a salvarlas.

Señores justicias de los pueblos a quienes se presentare este oficio, es notorio que el fascismo neoliberal, apostado con engaño en la voluntad popular y la mayoría absoluta, y dentro de las instituciones y normas democráticas que nos dimos, han tomado la ofensa sobre este pueblo, lo esquilman y engañan a diario; por manera que en han quebrado nuestras leyes y las han puesto al servicio del capitalismo y la banca internacional.

Somos españoles y es necesario que muramos si hiciere falta en defensa de nuestros derechos, ultrajados, restringidos y pisoteados por la barbarie neoliberal,  armándonos, moral y materialmente,  contra unos pérfidos que, so color de representarnos, nos quieren imponer un pesado yugo, haciéndonos pagar el saqueo, la estafa y el robo de su crisis y sus banqueros manirrotos. Arruinando nuestra economía e hipotecando nuestros futuro y el de nuestros descendientes, arrasando los servicios que pagamos y hemos pagado con nuestros impuestos, vaciando de eficacia y contenidos nuestra sanidad y nuestra educación y poniendo en los trabajadores el estigma de la esclavitud sin derechos.

Procedan vuestras mercedes, pues, a tomar las más activas providencias para escarmentar tal perfidia, acudiendo al socorro de la ciudadanía, las leyes y los pueblos tropeliados, los parlamentos,  alcaldías  y concejos,  y alistándonos, pues no hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente, como los vascos, catalanes, gallegos, andaluces, canarios, asturianos, leoneses, extremeños, murcianos, valencianos, aragoneses, navarros, riojanos, cántabros, manchegos o baleares lo son.

¡Por el restablecimiento de la libertad, los derechos y garantías que nos dimos constitucionalmente y por la justicia y reparación inmediata del robo, saqueo y destrucción que esta pérfida casta e ideología nos están infringiendo!

lunes, 11 de junio de 2012

Rajoy vive ya en el corazón de las tinieblas




Los griegos antiguos, que en nada se parecen a los de ahora, buscaban una presencia de la divinidad para cada cosa.  Para los excesos, se inventaron las “furias erinias”, unas deidades infernales que volvían a la tierra para castigar a los que rebasaban los límites.  De cualquier cosa, de la cordura, de la sensatez, de decir mentiras…

Rajoy, ese desgraciado presidente de esta desgraciada España, está siendo acosado sin cesar por las furias, que, finalmente, los arrastraran a los infiernos.

No se puede mentir más. No se pueden rebasar más los límites del fraude y el engaño. No se puede adulterar más el lenguaje y la verdad. El día 28 de mayo, abrumado ya por las oleadas de mentiras sin cuento que lleva en su mandato, dijo, poniendo énfasis en cada sílaba” No-ha-brá res-ca-te de la Ban-ca”. Antes, en campaña electoral, había dicho: “Ni un duro de dinero público para la Banca”.

Su capacidad de mentir se ha elevado exponencialmente. Ha rebasado todos los límites. Recuerdo, en este sentido, la mala adaptación que la de la novela de Joseph Conrad, “El corazón de las tinieblas” hizo la película “Apocalipsis now”.  Marlow cree encontrar en el coronel Kurtz el límite del horror. O mejor dicho, la búsqueda consciente de ese límite, que hace el personaje interpretado magistralmente por Marlon Brando.

Rajoy habita ya, por derecho propio, en el corazón de las tinieblas. ¿Puede haber algo más infame u horrendo que hacer pagar a unos ciudadanos ya empobrecidos, ultrajados y mentidos hasta la extenuación, los excesos de tres lustros de desafueros de la política especulativa de la Banca y los banqueros?

100.000 millones de euros, su pago, más intereses, es condenar no sólo a esta generación a vivir con la soga al cuello, es extrapolar e hipotecar con esta realidad a cinco generaciones de españoles.

Rajoy, el gobierno desgarrado y canalla del Partido Popular, prueban, en cada medida de su neurosis, con encontrar el límite de la humillación nefanda de la ciudadanía. Aquí lo resistimos casi todo, pero ellos no. Las furias los arrastraran a unos infiernos de gramática de las palabras y bicarbonato de las mentiras.

domingo, 10 de junio de 2012

A modo de explicación a mis lectores y amigos




Ayer retiré mis dos últimos post publicados. El último, titulado el “El juez langosta”, no merece mayor comentario. Un amigo, experto en fotografía digital, me aseguró que la foto que ilustraba el artículo no era real sino un montaje, algo que debí suponer y no pecar de absoluta inexperiencia. Con todo lo que da de sí el personaje retratado en el artículo no era cuestión de construir un comentario sobre una falsedad. Ya tenemos bastantes.

El otro artículo retirado, “El fascismo que pagamos todos”, si que merece una amplia valoración.  Desde un primer momento empecé a recibir correos y comentarios improcedentes, ofensivos, insultantes o amenazantes. Hasta seis comunicantes se declaraba “autores” de la foto –lo que excluye en cada uno, la verdad en los otros cinco- y me pedían que les pidiera perdón, proclamara que la foto de la policía deteniendo a una anciana o que retirara el artículo, amenazándome con todas las penas de la legislación  vigente, además de las del infierno.

Yo, de nuevo en mi ingenuidad, tomé la foto, la primera que incluía en uno de mis artículos, de una publicación en Facebook que hablaba sobre la violencia policial en las últimas manifestaciones.  En las redes sociales, se republican o twitean al día millones de fotos, comentarios, artículos, porque esta en la esencia de su sistema. Una inmensa mayoría no reclama autorías ni derechos de autor, ni propiedad intelectual sobre los mismos.

Pero la foto que tomé yo, cuidando mucho e incluyendo esa idea en el texto que elaboré, de decir que la foto fuese mía. Hablo del “azar del fotógrafo oportuno…”. Pero nada, una jauría de “autores” y sus alentados amigos se lanza sobre mí, mi correo, mis cuentas de Facebook y Twitter y los inundan a insultos, descalificaciones, amenazas. Mi cuenta de Twitter queda bloqueada.

Como ante la evidente incongruencia de sus “autorías” contrapuestas y sus comentarios insultantes, y como administrador de mi propia página no publico sus comentarios, suben un grado, al “ladrón” (habitual y de inicio) y añaden el de “fascista” y “antidemócrata”.

¿Ladrón yo? Vivo con una mísera pensión, en una vivienda de alquiler, conllevando con la mayor dignidad que puedo mis muchas intervenciones quirúrgicas, divorciado, solo. En mi vida he robado nada a nadie. Cuando fui concejal, por un extraño atavismo, y en una época que aún no había teléfonos móviles, salía a la cabina de la esquina a hacer mis llamadas de carácter particular.

¿Fascistas yo? Desde los 13 años milito en organizaciones clandestinas que combaten y han combatido el fascismo. He sido sindicalista durante treinta años, me he dejado la voz, las tripas, el duodeno y el hígado ante  megáfonos, asambleas o mesas de negociación colectiva.

Si no publicar comentarios ofensivos, insultantes, amenazantes, contradictorios entre si, en una página que he construido yo, golpe a golpe y verso a verso, durante 19 meses y 220 post es ser antidemócrata, lo soy. Si no presto la difusión que yo me ha ganado, mis amigos  a través de ella, a una histeria reaccionaria y enfermiza, es ser antidemócrata, lo soy.

En el día de ayer, se produjo una escalada. Periodistas varios, casi todos del mismo signo, claman contra mí en algunos medios, alentados por el “autor” que más énfasis ponía en reclamar para si la foto publicada.

Consulto, gratuitamente, con un amigo abogado. Me dice que el tema es pura filfa, pero que quizás por prudencia y para mi tranquilidad, valore el retirar el artículo.

Lo pienso. No tengo ni edad, ni economía, ni salud, ni psicología para emprender un camino de querellas, contraquerellas, juicios y estar al albur de que un juez de esos que tanto “nos quieren” a gente como a mi, me complique mi plácida pero pobre vida.

Retiro mis dos artículos, que no se si por el hecho de llevar foto incluida,  eran los dos más leídos de los últimos tiempos.

Es curioso que esta virulenta escalada de llamarme a mi ladrón, fascista y antidemócrata se produzca el mismo día que se produce el mayor saqueo y latrocinio que conocen los cielos patrios. 100.000 millones de euros, perpetrados, por unos demócratas de pata negra, cuyo presidente no siquiera se digna en comparecer, y que el acusado y el objeto de las iras de unos señores que se llaman a sí mismo, “profesionales” sea yo, que he “robado” una foto de una red donde hay 370 millones de ellas.

Siempre he sido una persona demasiado espontánea y, al mismo tiempo, reflexiva.  ¿No será toda esta reacción un problema de conciencia, o un simple problema de envidia? Han tenido una foto reveladora de una situación tan cerca, entregados, como están de pies y manos, a un capitalismo avasallador, que los silencia y corrompe, que cuando han visto un comentario, sentido pero mal pergeñado, se rebelan, pero no contra sus amos. Se rebelan, contra el que hace el comentario. El signo de su impotencia. El estigma  de su incompetencia.

El brazo del fascismo es muy alargado. Amén.

martes, 5 de junio de 2012

Y además…pierden aceite.


Hemos sido siempre un país desgraciado. A los grandes desastres en materia económica y social se le han añadido siempre grandes desastres personales  en reyes, gobernantes y ciudadanos.  Una reina creó una guardia pretoriana, a su imagen y semejanza de ninfómana, en la que la dimensión de un atributo corporal era la base para el ingreso.

 Otro rey se convirtió en el “monarca” de la noche madrileña, tras su viudez, y salía a francachela y borrachera por jornada. Personajes como Millán Astray, y los sangrientos Queipo y Don Bruno, disponían de un arsenal de amantes o harem a costa de su predominio militar y asesino.

Ahora resulta que un alto cargo de la judicatura se pasa un buen número de fines de semana a la caribeña (cinco días, cuatro noches) con estancias en los mejores hoteles de Marbella, aderezados con cenas románticas con velitas con… su novio y jefe de escolta.

Proclamo desde aquí mi absoluto respeto a las tendencias y preferencias sexuales de cada uno, entiendo y me parece un acto de amor y sensibilidad personal enjoyar nuestros momentos con la persona amada,  siempre y cuando, estos, entendibles excesos, no se sufraguen con cargo al dinero de todos. Y que, además, se diga por un profesional del derecho, que son absolutamente normales y que no son delito.

Es lamentable que en nuestra sociedad belenestebanizada cualquier chisme conmueva el Estado y que un  atraco  del volumen de Bankia, que se quiere hacer opaco y secreto a todo intento de luz y taquígrafos, tenga como respuesta una media noticia en un telediario o tres artículos de opinión de algún loco no suficientemente “engrasado”.

Pero volviendo al aspecto morboso, es lamentable que la zafia y caduca clase conservadora española vertebre un discurso moral sobre la familia, los rancios valores de la castidad y la misa y comunión diaria, el opusdeismo como opción político-religiosa y luego de con sus huesos en 24 fines de semana de velitas y amor homosexual. Y con cargo al erario público.

Entendiendo el perfil carpetovetónico de nuestra raza al juez le podrían perdonar la factura, lo que no le van a perdonar es que pierda aceite.

lunes, 4 de junio de 2012

¿En qué se ha podido gastar Bankia los 24.000 millones de su agujero?




Quiero hacer un ejercicio de imaginación. ¿Adonde habrán ido a parar los 24.000 millones del agujero de Bankia?

¿Puede que la mayor parte de este enorme fiasco sea la financiación de la construcción de viviendas nunca vendidas por constructores insolventes y autorizada por directivos aún más insolventes?

¿Puede  que haya partidos políticos que han pedido algún crédito (o más de uno) y no lo hayan pagado?

¿Puede que  este sea  el motivo que hace que estos partidos no quieran que se constituya una comisión de investigación y esclarecimiento del caso?

¿Puede  que esta entidad haya concedido préstamos a cero intereses a determinados políticos, instituciones como la Iglesia o gobernantes de ahora o del pasado?

¿Puede ser que hasta un equipo de fútbol tenga aún pendiente el pago de un préstamo concedido extemporáneamente por valor de 87 millones para atender el fichaje de dos de sus jugadores estrella?

¿Puede ser que haya un equilibrado pacto de silencio entre dirigentes de partidos, gobernantes, directivos y consejeros de la entidad `para no sacarse los abundantes pufos y trapos sucios que les afectan directísimamente?

¿Puede ser que operaciones urbanísticas, sobornos, falsas indemnizaciones, quiebras fraudulentas y hasta fianzas de políticos implicados en espectaculares casos de corrupción se hayan financiado con el generoso dinero de bancos y cajas de ahorros incluidas en la fusionada Bankia?

Todas las anteriores preguntas tienen una clara respuesta: puede. Es más, es casi seguro que esto ha ocurrido así. Con lo cual la evidencia, la sensación de robo y atraco masivo a que estamos sometidos se hace aún mayor.

Si se repasan la historia y los genes de directivos de esta entidad no hay lugar al equívoco. El cartero del fraude y la quiebra es, por la menos, la segunda vez que llama a la puerta de Bankia, de Caja Madrid, de Bancaja. Sin contar las veces que ha llamado a las puertas de otras entidades no fusionadas en Bankia como la CAM, el Banco de Valencia, Cajasur, la caja de Castilla-La Mancha, Siero…

No cabe duda, esta generación de cabestros nos tiene saturados. Establecen su poder y operan recreando su propia memoria: te robé ayer, te robo hoy y te robaré mañana.

viernes, 1 de junio de 2012

A los patriotas que cantan el himno y saludan a la bandera


En España hay muchos patriotas. O patrioteros. Probablemente sean los mismos que han producido una fuga de capitales de 97.000 millones desde octubre del pasado año, de ellos, 65.000 en tan sólo el mes de marzo.
Dicen que los bancos suizos han tenido que contratar a empleados españoles para poder atender adecuadamente la gran demanda de  “clientes” que acuden cada día a las oficinas bancarias helvéticas.  También acuden a bancos de Holanda o Alemania, porque a lo que se ve, el gobierno del “patriota” Rajoy no les merece mucha confianza y antes de que los coja el corralito ponen sus millones a buen recaudo.
Fuentes de la información económica calculan que desde julio del pasado año y teniendo en cuenta las estimaciones para los meses de abril y mayo, más de 200.000 millones de euros han salido de los depósitos patrios para recabar en la seguridad suiza. Es decir, 20 veces lo que se ha recortado dejando sin Sanidad y Educación públicas a otros patriotas sin carnet.
Lo cual no quita para  que sus titulares no sean depositarios de las más puras esencias del patriotismo al uso: monárquicos, católicos, de derechas, centralistas y con una unidad de destino en lo universal, con parada en Ginebra.
Los patriotas acuden a manifestaciones en defensa del derecho a la vida, convocadas por los obispos, pero una vez nacidos les importa un rábano que tengan o no trabajo, sanidad o educación, y aplauden y solicitan nuevos recortes cuando hay ya seis millones de parados y dos millones de niños en pobreza técnica.
A los patriotas de opereta les molesta que los hinchas de algunos equipos silben al himno y al rey, y no les molesta que tengamos menos soberanía que un higo chumbo para tomar decisiones lesivas para la mayoría de los ciudadanos y que nuestros gobernantes, vayan, perrunamente y como perritos falderos detrás de los líderes o mercados del momento
El patriotismo, regido por el punto más duro de la pupila  y el cerebro, no entiende de solidaridades y esfuerzos fiscales.  La Iglesia, también muy patriótica, es  la mayor propietaria de bienes inmuebles del país y no paga un céntimo en impuestos. Los directivos de los bancos y cajas de ahorros con mayores agujeros son los que han cobrando las mayores indemnizaciones. Todos, tenían en su despacho gloriosas banderas nacionales y la foto del monarca, antes de despertarse en Bostwana con una cadera rota.
Una cosa es la exactitud y otra la transparencia. Ellos aman a una patria ideal, que los mantiene en el confort de sus yates, sus curias y sedes obispales  y sus Rolex de oro, pero su única patria, en realidad, son  los ceros de su cuenta cifrada. Que no tiene bandera. Ni himno.
Perdida la ingenuidad de un himno sin letra, un rey que se cae más que una mula vieja y una bandera que la mayoría de las veces sirve para envolver lo que se roba, hay demasiada charanga, demasiado ornamento, porque cuando las primas de riesgo se ponen farrucas a los patriotas se les escapa el patriotismo en la carrera al aeropuerto de Berna.  Probablemente por  el ano.