sábado, 25 de febrero de 2012

HAIKUS (MAL MEDIDOS) DE LA PRIMAVERA VALENCIANA.




Aula, frío

Calle, porras, sangre

Policía./



Sopla el viento

Niños, Valencia, mar

Muere el Estado./



Presupuestos

Aulas heladas

Fascismo en la calle./



No culpable

Corrupción del alma

Amiguito./



Se hunden las porras

Rebelde imberbe

Se pudre la ley./



Sangre de niños

Derramada

Gorilas lacayos./



Toque tu herida

Y la sentí tan frágil

Vergüenza./

Subdelegada inútil

Una mujer

No sabe llorar./



Por entre los gases

Filtra la luz

Brotan fascistas./



Carga policial

Al suelo todo el mundo

Vuelve el tricornio./



En el espejo

Ladrones de sueños

Se oían los golpes./



Lluis de Vives

Valencia en primavera

Calle, flor, sangre./



Han florecido los naranjos

Corremos por  las calles,

La playa debajo./



Calle sangrienta,

Algo me roza la mejilla

Y no es el viento./







Dicen democracia,

Autoridad,

Cae la Justicia./







Baño de ira,

Una sombra negra

El PP gobierna.

viernes, 24 de febrero de 2012

La calle es nuestra. No habrá paz para los malvados


Un análisis de los acontecimientos desarrollados entre el fin de semana pasado y los días transcurridos de esta da motivos para el optimismo social.

Los días 17, 18 y 20 de febrero la policía cargó brutalmente contra niños y adolescentes,  manifestantes en  Valencia. El planteamiento respondía a la arrogancia bravucona del Partido Popular  y de dirigentes como el opus deísta ministro de Interior, Jorge Fernández, y algunos eximios miembros de esta caterva azul, como la subdelegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes.

En su innata chulería llegaron a afirmar que bajo su mandato el 15 M no se habría producido, con ese argumentario sobre la calle y su propiedad, heredado de Fraga y otras hierbas, que recitan con tanta fidelidad como el catecismo de Ripalda.

Pero la respuesta social les superó y, de pronto, se vieron con miles de manifestantes, enardecidos e indignados  en las calles de todo el país y quedaron atrapados entre su chulería y su miedo. El martes 21, si no llegan a envainársela, y dejan sin presencia policial y sin apenas control a cientos de manifestaciones en todo el territorio, -mucho más “graves” y con menos preaviso que las iniciales de Valencia-  se les arma una auténtica revolución social.

Y todo lo sucedido nos da pistas. En primer lugar hay capacidad para articular una respuesta social contundente ante los desmanes del peperismo, crecido por el aparente respaldo de un electorado, ocupado en castigar los también desmanes del otro elemento del bipartido. Y en segundo lugar constatar el miedo acerbo que el PP le tiene a la calle y a las manifestaciones. Una demostración de cobardía inherente a su condición cuando se rebasan las  barreras de sus lacayos con porra y gases lacrimógenos. Recurren a prácticas fascistas, pero con bajeza moral, y cantan la gallina en cuanto una multitud, armada con libros e ideas, les demuestras que son muchos más que cuando los obispos  ultramontanos los convocaban a ellos –con bocadillo y autobús pagado- en su cruzadas contra el aborto, la asignatura de educación para la ciudadanía y el matrimonio gay.

En el ojo de la lumbre de este febrero, le hemos ganado una primera batalla al terrorismo gubernamental.  Ahora, en su loca huida hacia el caos, anuncian 30.000 millones de recortes para cuadrar los objetivos que le impone la troika del capitalismo europeo andante. Y otra vez habrá que salir a la calle y esta vez para demostrarles la diferencia entre un libro y una porra, entre la razón y la ignominia y entre la democracia real y el fascismo de esta autoridad del bolso regalado, refugiada en el BOE.

No hay más que ver la diferencia de trato de cuando legislan para los banqueros o para los trabajadores. Para unos todo son “recomendaciones”, amables sugerencias, para otros, decretazo y tente tieso.

La calle es nuestra. No habrá paz para los malvados.

miércoles, 22 de febrero de 2012

¡Ahora a tomar cervezas!




Los “enemigos” estaban concentrándose a extramuros de la democracia del bolso regalado. Armados, subversivamente, con unas poderosas armas de destrucción masiva: libros. De todos los tamaños y colores. De Hessel, Sampedro, Bakunin, Saramago, Steiner, Galeano…amenazaban con llenar de ideas la cabeza de niños y adolecentes, ateridos de frio en aulas sin calefacción, última prioridad en el desangrado presupuesto de la Autonomía degollada de los “no culpables”.

Un rotativo de la gran caverna, una Sinrazón para débiles mentales y nostálgicos del brazo en alto, –que leen tres y su portera- resumía en titulares una jornada de reivindicaciones del pueblo expoliado de derechos por el gran atraco del Mercado y sus lacayos con gomina: ¡Ahora a tomar cerveza!

A aquel escape de aceite de la gloria en las urnas del partido de los obispos y los panzudos patrones, a aquella decapitación de la seguridad vital de los que viven de sus manos, aquel heraldillo de la canalla, aquel soplacirios de la entrepierna fascista, le encontraba la pega de que después de la ira y la pancarta se irían a tomar cerveza.

Podrían, -podríamos- habernos ido a despanzurrar rottweiler de la chusma cafre de este país de lameculos y teclistas a sueldo del banquero, pero, privilegio de nuestra cultura, después del puñetazo en la mesa, nos fuimos a tomar vino y cerveza.  Mientras los telediarios, voces de sus amos de siglos, ocultaban como gorilas acorazados, gañanes de uniforme al servicio de la pajarería ambiente, inmortalizaban los hígados, fémures y costillas de los niños del frío, de los adolescentes del recorte, víctimas en las aulas y en la calle,  de los “amiguitos del alma” y sus bajezas lobunas.

 Corrieron el vino y la cerveza generosa, entre sindicalistas, feministas, ecologistas, libertarios, cuestionadores de la propiedad privada y descendientes de enterrados en cunetas, sin nombre y sin aparente honra, mientras los herederos mentales y políticos de asesinos y genocidas, celebraban búlgaros congresos, con gaviotas basureras y legionarios de la pedofilia como invitados de su ilustre ruindad.

Los bares y tabernas se llenaron de “enemigos”, supervivientes del gran expolio decretado, ensangrentado de tinta de boletín oficial. Las noticias eran confusas: La Espe, la Cospe, el Rosell, el doberman de Mariano… estaban de los nervios. ¡Se han levantado, joder! ¡Y nos han llenado la calle de ira,  indignación y luna negra!

¡Y ahora se irán a tomar cervezas!

lunes, 20 de febrero de 2012

No tienes cuerpo ni para puta




¿Qué sociedad civil puede estar detrás de un agente de la autoridad que dice a una menor de trece años: “no tienes cuerpo ni para puta”? ¿Qué escala de valores o qué elementos educacionales fundamentan la formación de un servidor público, provisto de casco, escudo y porra, que agrede de esta manera a una persona necesitada de manera básica de formación, de respeto y de identificación con códigos correctos  de conducta social?

Ha tenido que ser en Valencia.  Ha tenido que ser en una comunidad trufada de gobernantes corruptos, de maleantes, despilfarradores y arruinadores del erario público, donde la asistencia durante más de un mes a aulas sin calefacción, con temperaturas por debajo de cero grados, intentando aprender ciencias sociales abrigados con mantas, por falta de pago del combustible por parte de la autoridad “incompetente”, donde el fascismo soterrado de la cara.

Y donde se aprecien de manera notoria las dos varas de medir. Absoluta indulgencia y pasividad ante los mil y un casos de corrupción lacerante, obras faraónicas en consonancias con las comisiones cobradas, planes urbanísticos quebrados para enriquecimiento ilícito de unos pocos, de una clase política declarada “no culpable”  por simple y aberrante degradación de la ley y la sociedad, y la agresividad extrema, brutal y sanguinaria con menores de edad, con unos derechos protegidos por leyes especiales de obligado cumplimiento por todos y que han sido apaleados, detenidos e insultados por el nacional-peperismo, parapetado en cascos, escudos y porras que pagamos todos.

He aquí el autoritarismo ante los focos. Había tantas primaveras que ahora ha llegado “la primavera valenciana”. El azahar perfumado  de unos adolecentes, abocados a la rebeldía, por la falta de lo más elemental, y la imagen, el cliché clásico, de la violencia institucional armada, inútil, fascista y primaria.

Y la manipulación, el apoyo mercantil mediático de hurtar las informaciones y las imágenes, de ocultar la sangre en la cara de los niños y esconder la verdad que les incomoda.  Una actitud que nos avisa. Sólo la rebeldía nos hará libres. Detrás del voto cuasi comprado, de la democracia de estéril formalidad, adocena por el chantaje neoliberal, está su verdadera imagen: el gorila militarizado, acartonado entre protecciones sin fin, que agrede con armas y verbo procaz,  con desprecio absoluto a la infancia, a la adolescencia y a la vida. Y que nos está agrediendo a todos.

“No tienes cuerpo ni para puta”. No tenemos gobierno, ni democracia, ni valores, ni para que nos sirvan de grilletes.  Ya sabemos a donde nos quieren dirigir. A la ajenidad a cualquier valor del intelecto o del espíritu. A la ley de la selva de un nuevo holocausto, en un impreciso lugar, entre el patrioterismo y la pura mierda, material y política.

viernes, 17 de febrero de 2012

Mienten hasta cuando respiran




Tomás Burgos, secretario de estado para la Seguridad Social (PP), falseó su currículum durante tres legislaturas en el Congreso en las que fue  diputado y  ha sido presentado recientemente por la ministra del ramo como licenciado en Medicina y Cirugía y experto en gestión hospitalaria.

Nada de nada. Ni es médico, ni tienen experiencia en la gestión y sólo es experto en falsear currículos. Esta realidad, sostenida en el tiempo durante doce años, es paradigmática en su partido.

 El ministro de Defensa, Pedro Morenés, dijo en sede parlamentaria que había estado vinculado a Instalaza, una empresa fabricante de bombas de racimo hasta 2007. En realidad lo ha sido hasta 2009 y aún figura como representante legal de la misma.

Mariano Rajoy, Esteban González Pons, Cristóbal Montoro y hasta la cuenta oficial de Twitter del partido recogieron la posición del PP de “jamás abarataremos el despido”. Lo han liquidado como un saldo.

Rajoy manifestó durante toda la campaña electoral que “no subiría los impuestos”. Lo ratificó en su discurso de investidura del 27 de diciembre, y el 29 del mismo mes los subió.

El ministro de Asuntos Exteriores, García Margallo dijo que “todos los embajadores serán diplomáticos de carrera”. Unos de los primeros en nombrarse ha sido Federico Trillo (USA) que sólo es experto en recursos y chanchullos jurídicos.

Las ministras Sáenz de Santamaría y Fátima Báñez presentaron el pasado viernes  la reforma laboral, ocultando celosamente la “letra pequeña” de que las empresas podrían rebajar el sueldo a sus empleados, auténtico y real sentido de la mal llamada reforma, ya que admiten que “en si misma” esta no va a crear empleo.

La Agencia Reuters se ha ratificado en su información del pasado martes en la que afirmaba que el PP había “hinchado” las cifras del déficit público, tanto para presentar una posible mejor gestión al reducirlo como para justificar unas subidas de impuestos y recortes injustificables.

Es decir, que estamos ante auténticos profesionales de la mentira. Y no les importa que sus efectos lesionen a millones de ciudadanos y que la seguridad jurídica de todos los gobernados se reduzca al cero.

Mienten hasta cuando respiran, mean o defecan. Fariseos y cantamañanas de boca floja. Pero debe decirse: las más gordas (mentiras) están por venir. Vislumbrando su yo falso, sólo podemos estar seguros de que en ese mismo momento ya nos habrán  mentido otra vez.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Sísifo carga de nuevo con su roca o el momento más difícil del sindicalismo




Desde el pasado lunes cualquier empresario de nuestro país puede cambiar la categoría laboral, la jornada y el sueldo de cualquiera de sus trabajadores. Puede despedirlo con una indemnización que nunca superará una anualidad de su sueldo -en la mayoría de los casos casi gratis- y no estará obligado a regirse por un convenio colectivo.

En este momento, triste y doloroso, uno no puede sino echar la vista atrás y situarse en la España de los sesenta del pasado siglo. Una dictadura sangrienta e histriónica lo dominaba todo. Se cantaba el “cara al sol” en las escuelas y las manifestaciones de protesta de los trabajadores de la construcción, pongamos por caso,  se disolvían a tiro -a dar- limpio.

Unos hombres y mujeres íntegros, esforzados, se reunían a escondidas, guiados por un sentido de dignidad y rebeldía para organizar y defender a los trabajadores. Marcelino, Nicolás, Macario, Salce, Soto, Saborido, el cura Paco…  Se pasaban tres días en la cárcel y uno en libertad. Pero hicieron que otros se les sumaran, que se plasmaran reivindicaciones, que las cosas se discutieran y aprobaran en asambleas.

Fue una lucha tenaz, dura, robando horas y horas a la seguridad propia y a la familia. Dejándose girones de piel en magistraturas y despachos laboralistas, pero la semilla germinaba, los convenios colectivos recogían derechos en sueldos, categorías laborales, seguridad e higiene en el trabajo…

Aquel esfuerzo colectivo maduró y trajo la democracia a nuestro país, como un bastión casi tan importante como el que desarrollaron los partidos políticos frente a la podrida dictadura, con episodios de sangre derramada ante el plomo fascista, como el de un oscuro piso de la calle de Atocha.

En mi realidad provincial y cercana, hombres (y mujeres) duros y sensibles a un tiempo, como Manolo Rubia, Emilio Fernández, Ildefonso Jiménez, German Toledo, García Rúa,  Eduardo Cerezo, Filomeno Aparicio, Rafael Martínez, Antonio Hens, Mari Carmen Santiago, Rafael de la Peña, Frasquito Ojos Claros, Ildefonso López, Juan de la Cruz, Manolo Caballero, José Mari Fuentes, Paco Cáliz, Fernando Vico…es decir, socialistas, comunistas, anarquistas, cristianos de base y hasta falangistas, daban lo mejor de si en construir y edificar, sobre secano, organizaciones, sindicatos, ramas y modelos personales de compromiso e integridad para fortalecer los derechos y la dignidad de un sector de la sociedad: el más desprotegido y castigado.

Desde el pasado lunes, ese esfuerzo generoso, esa inversión en vida e ideología del hombre nuevo ha sido tirado por la borda por unos “okupas” de la democracia y hasta tenemos que oír que un aborto de ella –de la democracia- como Dolores de Cospedal diga que los autores y perpetradores de este terrorismo masivo son “el partido de los trabajadores”.

Los tuétanos de Marcelino y Filomeno se estarán removiendo en su tumba, pero, ya basta de lamentaciones.

Rubia –con tus tres válvulas en el corazón-, Germán, Eduardo, Laure… , hay que coger de nuevo la carretera y la manta, el megáfono y hasta el ciclostil y la vietnamita y volver a las escaleras de las fábricas, a las plazas, eras y cortijos de los pueblos, a las obras y a los despachos enmoquetados de los bancos. Con nuestra voz y nuestra idea.

 No podemos permitir que una niñata del Opus disfrazada de ministra, un banquero estafador que se ha caído de un guindo o un negrero esclavista, invertido registrador de la propiedad, hagan humo y cenizas de nuestro esfuerzo.

 Con la mirada fija en el horizonte, recogiendo los restos del destrozo, tenemos que volver a la carga, como Sísifo, con nuestra roca. Montaña arriba. Esa es nuestra biografía.

lunes, 13 de febrero de 2012

El Gobierno quiere una huelga


Creo que no fue casual o incidental. Los supuestos micrófonos abiertos a Rajoy y De Guindos reflejaban más un deseo que una indiscreción. El gobierno golpista de los derechos de los trabajadores quiere “rematar su faena” provocando una huelga con una correlación de fuerzas muy a su favor. Con una cobertura mediática mediatizada e instrumentalizada. Con una policía agresiva y sacada del túnel del tiempo de los 70.  
El movimiento sindical, a pesar de estar indignado y apaleado, está muy debilitado, las víctimas de las medidas inconstitucionales del consejo de administración de la derecha, temerosos y cansados.
Creo que los sindicatos han hecho una buena elección no convocando aún una huelga general. Muy de acuerdo en esa labor de informar exhaustivamente a todo el mundo del monumental atraco de derechos que la derecha, emboscada en la mentira y el engaño de la aún reciente campaña electoral, ha hecho a millones de ciudadanos.
Y resulta muy evidente que no le gustan nada las movilizaciones en la calle. No hay nada más que oír a la Cospedal.  Se pone de los nervios con el anuncio de las movilizaciones.  Las personas de bien de este país tenemos que recuperar la calle, tan ocupada últimamente por obispos e inciensos reaccionarios. Ahí hay que dar la batalla. Que nos oigan, que se avergüencen y que se asusten.
Yo iría mañana mismo a una huelga general pero no nos podemos permitir el lujo de perderla. A esa reunión de evasores de 70.000 millones de euros al año que se hacen llamar empresarios  y patriotas hay que darle en las costillas cuando más le pueda doler. Sin compasión. Pero a conciencia.
La batalla está planteada en sus más duros términos y los trabajadores no vamos a eludirla.  Nos han llevado a ella. Les daremos en la mitad del medio de sus intereses cuando la coyuntura sea favorable no cuando el fascismo gubernamental quiera.
La historia está llena de movimientos pendulares de la realidad social.  El capitalismo está agonizando. África es un crematorio de etnias y crueles experimentos colonialistas, el mundo árabe se desangra entre el medievalismo feudal que apoya la gran banca y las “primaveras” sin horizontes, Europa se cae de deudas, ectoplasmas de la contradicción capitalista…
Cuando Israel bombardee Irán, que la bombardeará, comenzará la III Guerra Mundial y frente al capitalismo de guerra (nazismo) no hay más alternativa que el comunismo, también de guerra, y en ese escenario desaparecen las tibieces y las pilas bautismales.
En ese momento, que llegará, quisiera yo ver la arrogancia y la chulería barriobajera de las Aguirres y Cospedales y la odiosa molécula cavernaria, botafumeiro servil de Rajoy I, El Esclavista.  
Tan solo es cuestión de tiempo.