jueves, 22 de junio de 2017

El Reprobao

El Reprobao




(El gran cantaor "Juan Breva")


El PP es un gran magma de manzanas con gusanos y “yo no sé nada”, un fuego fatuo de cuyo fósforo se generan, a veces, políticos repeinados, señoritos de cortijo de un pueblo andaluz que un día le dijeron a su gañán:

-          Yo voy a ser alcalde.
-          ¿De Guadalcázar?
-          De donde se ponga.
-          ¿Y la gomina?
-          La llevo puesta.

He aquí que nuestra dulce geisha logró su objetivo, prometiendo que si en la urbe damnificada había “un solo parado más” en el momento de la reelección no se presentaría a las elecciones.

Como era previsible no cumplió su palabra y este zagal político se atrincheró en los sillones. Por magnetismo aparatil permaneció pegado a los mismos, en versión localista-autonómica hasta que a una concesionaria de embutidos con sede en aguas abajo del Guadalquivir le sonó la flauta ministerial.

Y nuestra geisha dulce le acompañó en la derrama de cargos.

-          Oye, chaval. ¿Tú sabes lo que es la Dirección General de Seguridad?
-          Es una cosa con policías que sirve para chivarte a los amigos.
-          ¿Chivarte, de qué?
-          De que un juez con toga y esas cosas te está investigando.
-          ¡Vete con tu obispo!

Impelido a la política nacional con despacho y moqueta, al campiñés (de la Campiña), pronto se le hizo la picha un lío.  Un día  mantuvo una reunión en su despacho oficial con un chorizo de Cantimpalo bajo el pretexto de hablar de cositas de los mercados. Pero el chorizo era hermano de una fábrica de embutidos investigados y la cosa dio que sospechar.  El de Cantimpalo, alborozado, se le dijo a su hermano nada más salir de la moqueta:

-          La cosa ha ido muy bien, pero no te lo puedo decir por teléfono.
-          ¿Por qué, pissha?
-          Porque te están grabando, gili.
-          ¡Me voy para el Canal!

Tuvo que ir a Comisión de Investigación donde se hizo el mártir. ¿No se puede ser guapo, de derechas y de Córdoba? Se preguntaba. Con este equipaje tan sólido lo sentenciaron.  Al canal de los reprobrados. Con gomina y todo.

Y ahí está en este instante de su biografía. Camino del sopapo y lo residual.

-          Venimos a decirle que la política se ha acabado para usted.
-          ¡Y ahora qué hago, si ya ni soy “presidente provincial”!
-          Puede probar a jugar al parchís.
-          ¡Si. Cómo Ricardo Rojas!
-          En CajaSur le encontraran algo.

Algunos teóricos opinan que “El Reprobao” aguantará pegado al sillón. Loctite se llama la cosa. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario