viernes, 21 de marzo de 2014

El “absoluto” respeto a la justicia y otros ejercicios de cinismo


 

En el 2009 se destapa una trama de corrupción con contratos comisionados, donaciones ilegales y financiación de un partido político que es investigada por un juez de la Audiencia Nacional. Con cerca de doscientos imputados,  en febrero de 2012, el juez instructor era separado del caso e inhabilitado por 11 años.

En junio de 2013 el presidente de una de las mayores Cajas de Ahorro del país, es enviado a la cárcel por otro juez de la Audiencia Nacional.  Con importantes responsabilidades en la quiebra de la entidad y en una posible estafa, esta persona sale de la cárcel a las dos semanas y el juez es sancionado e inhabilitado en su puesto en un tiempo record.

En abril de 2013 un miembro del Gobierno de la Nación es objeto de un escrache en su domicilio de Madrid. El titular del juzgado de instrucción número 4 de Madrid dice que no hubo coacciones ni amenazas y que la libertad de expresión priva en el caso.  La juez fue objeto de descalificación e insultos por parte del Gobierno y de la prensa afín a lo largo de varias semanas.

En junio de 2013 un juez perteneciente a una Asociación Conservadora de Jueces, imputa a dos exconsejeros de la Comunidad de Madrid vinculados al proceso de privatización de la Sanidad madrileña. El juez es atacado, vilipendiado y ridiculizado por la misma prensa que en casos anteriores.

El 7 de enero de 2014 un juez con 37 años de servicio, que lleva otros seis años instruyendo un enorme proceso  de influencias, prevaricación y blanqueo de dinero decide procesar a un miembro de la Casa Real. Una cadena de descalificaciones, insultos, insinuaciones e intentos de injerencia en su vida privada es desencadenada por miembros del partido del Gobierno y la misma prensa que en todas las anteriores ocasiones.

En marzo de 2014, un juez anuncia que continuara con el proceso abierto por un caso de asesinato a un cámara de televisión al considerar que las leyes de rango internacional prevalecen y que se burlan los principios de la Justicia Universal. El juez es calificado de “pijo” y “protagonista” por el Gobierno y sus portavoces, y por la misma prensa de siempre.

Garzón, Silva, Valldecabres, Sexmero, Castro y Pedraz son las muestras más fehacientes del “respeto” a la Justicia y los jueces que tienen los hipócritas y cínicos miembros del Gobierno, de su partido y de la prensa que financian, alientan y con la que se protegen.

Rememoro la anécdota de dos políticos del antiguo régimen maravillados del lujo de la sede nacional del Opus Dei. Uno le dice al otro: “Si esto han hecho con el voto de pobreza, imagínate lo que harán con el de castidad.”

Si estos políticos, si esta prensa, si este Gobierno, han hecho “esto” con el “absoluto respeto” que dicen tener por la Justicia, habrá que imaginarse lo que harán con la Democracia, la Igualdad y los Derechos Sociales de los que no se le conocen tantos autos de fe.

Hay un evangelio que habla de “sepulcros blanqueados”.  

 

 

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