viernes, 15 de agosto de 2014

37 años de expolio y saqueo de España




Miguel de Cervantes Saavedra fue condenado y estuvo preso en la cárcel de Sevilla por irregularidades en las cuentas de su cargo de “inspector de arbitrios y abastecimiento”. Se puede decir aquello “de casta le viene al galgo”.

Lo que nos han vendido como “ejemplar y modélica transición” no ha sido sino el reparto a pedazos de un botín y el lavado de cara de un saqueo a conciencia de los recursos y cuentas públicas de una desgracia de Estado y Nación.

Es desvelamiento desvergonzado de como Jordi Pujol expoliaba en beneficio propio las obras públicas en Cataluña es solo la parte visible de una realidad mucho más amplia. Felipe González gobernó con pleno conocimiento de esta realidad, como confirman las palabras de Pascual Maragall el 24 de febrero de 2005 en el Parlament, “su problema es el 3 %”.

El gobierno de Aznar fue hasta “aliado en la intimidad” de este desafuero. Y mientras tanto una camada de ladrones saqueaba a conciencia hasta la rosa del alféizar.

Solo basta con poner los nombres: Banca Catalana. Fondos reservados. Matesa.  Flick. Kio. Aceite de colza.  Filesa.  Time-Export. Casinos. Juan Guerra.  Godó. Gran Tibidabo. Ibercord. Urbanor. Estevill. Turiben. Salanueva. Prenafeta. Roldán. Banesto. Naseiro.  Ormaechea.  Pallerols.  Tabacalera. Gescartera.  Afinsa. Forum Filatélico. Jesús Gil. Estepona.  Malaya. Gürtel.  Jaume Matas. Roca. Palma Arena.  Camps. Cotino. Pretoria. Rato.  Botín. ERES. Invercaria. Del Nido. Minutas. Blesa. Preferentes. Caja Madrid.   Eurobank. Millet. Urdangarín. Campeón. Nueva Rumasa.  Brugal.  Palau. Bankia. Díaz Ferrán. Pujol. Noos. Bostwana. Bárcenas. Sobres…

¿Se puede reunir más desvergüenza en menos espacio y tiempo? Además,  el desparpajo de glosar el modelo y el sistema como “ejemplar” y “democrático”. Hemos estado –y estamos- gobernados por la mayor cleptocracia que se haya reunido y confabulado nunca en el planeta.


Desde inciertas madrigueras unos seres variopintos, neoliberales se dicen ellos, han puesto al país en almoneda. Han quebrado todos los derechos y garantías, han sacado a subasta y expolio la menor empresa pública, han rapiñado con todas las financiaciones ilegales, se han lucrado con falsos “eres” y falsos cursos de formación. Han robado hasta lo inimaginable.


Un ejemplo supremo. La autoridad del Banco de España ha visto, imperturbable, como se desmoronaba toda la estructura y recursos de las Cajas de Ahorro, y cada vez que aparecía en público era para pedir que “se congelaran los salarios o bajar el salario mínimo”. Era su máxima, y única preocupación. Que 34 de las 35 empresas del Ibex tributen en paraísos fiscales no les llevaba a motivación o denuncia alguna.

¿Crisis? Tenemos un estado de risa, con una deuda pública equiparable al PIB de todo un año, con una asociación criminal como partido de gobierno, con una oposición corresponsable y manchada y con unos bancos y banqueros viviendo en el paraíso.

¿El pueblo? Parados, hambrientos, desahuciados, pobres y millones de niños tras el umbral de la pobreza.


El libro más leído es el de una tal Belén Esteban y el Presidente del Gobierno tiene el “Marca” como lectura de cabecera. 

domingo, 10 de agosto de 2014

Afganistán, Irak y Libia, o el fracaso de la mentira

La Guerra de Afganistán fue una guerra no declarada que enfrentó al Emirato Islámico de Afganistán, por un lado, y a una coalición internacional comandada por Estados Unidos, por el control del territorio afgano. Comenzó el 7 de octubre de 2001 con la «Operación Libertad Duradera» del Ejército estadounidense y la «Operación Herrick» de las tropas británicas, lanzadas para invadir y ocupar el país asiático. La guerra se desató en respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, de los que este país culpó al gobierno del mulá Omar. Para iniciar la guerra, Estados Unidos se amparó en una interpretación peculiar del artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, relativo al derecho a la legítima defensa.

El objetivo declarado de la invasión era encontrar a Osama bin Laden y otros dirigentes de Al Qaeda para llevarlos a juicio, y derrocar el Emirato Islámico de Afganistán, gobernado por el emir mulá Omar, que a juicio de las potencias occidentales apoyaba y daba refugio y cobertura a los miembros de Al Qaeda. La Doctrina Bush de Estados Unidos declaró que, como política, no se distinguiría entre organizaciones terroristas y naciones o gobiernos que les dan refugio.

El portal wikileaks reveló el 25 de julio de 2010, una serie de documentos que fueron filtrados al gobierno de Estados Unidos, y demuestra un oscuro panorama de la guerra, donde se argumenta las muertes de civiles por parte de contingentes de la Coalición y de la OTAN; así mismo de otras operaciones encubiertas, y de cómo los talibanes no están reducidos como se decía en las noticias.

La guerra  colonialista, con un claro trasfondo de controlar el gas natural del país y posibles nuevos pozos de petróleo, ha resultado un completo fiasco y las fuerzas norteamericanas, inglesas, australianas y de la OTAN están en franca retirada y el poder de los talibanes que controlan Kabul y las principales ciudades del país es mucho mayor que al inicio de la invasión.

La Guerra de Irak fue un conflicto que comenzó el jueves 20 de marzo de 2003 y “finalizó” el domingo 18 de diciembre de 2011.  La guerra de Irak, que se inicia al organizar los Estados Unidos una coalición multinacional para la invasión de Irak, estando compuesta por unidades de las fuerzas armadas de los propios Estados Unidos, el Reino Unido y contingentes menores de España, Australia, Dinamarca, Polonia y otros países.
La principal justificación para esta operación que ofrecieron el Presidente de los Estados Unidos, George W. Bush y sus aliados en la coalición, fue la falsa afirmación de que Irak poseía y estaba desarrollando armas de destrucción masiva (ADM). Funcionarios de los Estados Unidos sostuvieron, de un modo interesado y tendencioso, que Irak representaba una inminente, urgente e inmediata amenaza a los Estados Unidos, a su pueblo y a sus aliados, así como a sus intereses. Se criticó ampliamente a los servicios de información y los inspectores designados al efecto no encontraron pruebas de que existieran las pretendidas armas de destrucción masiva.

La invasión llevó a la rápida derrota de las fuerzas iraquíes, el derrocamiento del Presidente Sadam Husein, su captura en diciembre de 2003 y su ejecución en diciembre de 2006. La coalición dirigida por los Estados Unidos en el Irak ocupado trató de establecer un nuevo gobierno democrático. Sin embargo, poco después de la invasión inicial, la violencia contra las fuerzas de la coalición y entre los diversos grupos étnicos dio lugar a una guerra asimétrica con la insurgencia iraquí, la guerra civil entre sunitas y chiitas iraquíes, y las operaciones de Al-Qaeda en Irak. Las estimaciones del número de personas muertas fluctúan entre más de 150.000 a más de 1 millón de personas, según fuentes. El costo financiero de la guerra ha sido estimado en más 9.000 millones de dólares  para el Reino Unido y más de 845.000 millones a los Estados Unidos, con el coste total para la economía de este último estimada en 3 a 5 billones.

La Guerra de Irak fue un claro ejemplo de “guerra colonialista” por el control de materias primas en clara violación de todas las normas del Derecho Internacional con un altísimo costo en vidas humanas y desestabilización de la economía mundial, causa primera de la crisis económica que aún se padece.

En la actualidad, las tropas yihadistas del Califato Islámico controlan más de las dos terceras partes del territorio iraquí, más amplias zonas del Kurdistán y Siria, amenazan claramente Bagdad y han tenido que ser bombardeas por la aviación norteamericana, cuyo presidente prevé un nuevo y largo conflicto armado.

La Guerra de Libia de 2011 fue una intervención militar con el objeto de controlar el petróleo del país a cargo de países con intereses económicos y empresariales en el país y que se  ampararon falsamente  en una resolución “humanitaria” de las Naciones Unidas.

La guerra finalizó con la derrota del régimen de Gadafi, su muerte, y el control total del país por parte de los rebeldes y revolucionarios del Consejo Nacional de Transición, apoyados militarmente por una coalición de “rapiña” de los países invasores e inicio un clima de violencia e inestabilidad política entre distintas etnias y grupos religiosos y de presión.

Se da la paradoja de que el principal grupo opositor al régimen imperante en el país era el islamista Al Qaeda y las potencia occidentales fueron sus aliados incondicionales en todo el proceso.

En la actualidad, todas las potencias occidentales han retirado sus embajadas – no así sus empresas petrolíferas- y la violación diaria de los derechos humanos por parte de las muy variadas partes en conflicto en innumerablemente superior al clima que “legitimó” la resolución de ONU.

Libia era el país más próspero de África, con una renta per cápita superior a muchos países europeos y con una Sanidad, Educación y Asistencia Social por delante de la mayoría de los países que la bombardearon por aire, primero,e invadieron después.


En los tres casos se puede decir aquello de que “para este viaje no hacen falta alforjas”. Cuando la humanidad se dé cuenta de las mentiras que les han contado, de que “las armas de destrucción masiva” y las “misiones humanitarias” tenían forma de cuenta corriente puede que sea ya demasiado tarde. 

jueves, 7 de agosto de 2014

Hágase genocida comiendo palomitas de maíz



Veo una fotografía tomada en Israel por un fotógrafo danés. Desde una colina, en cómodas tumbonas y algún sofá transportable, una docena de judíos, contemplan, comiendo palomitas de maíz, como sus tropas, su aviación, bombardean, masacran, destruyen centrales eléctricas, hospitales, escuelas… de unos mal nacidos llamados palestinos.

La foto revela relajación, van en chanclas, pantalón corto, camisetas con la bandera yanqui y fuman o comen palomitas.

Por muy miserable que puedan parecer la imagen es reveladora no de la actitud de los colonos o ciudadanos de Israel que ocupan tierra, arrebatada a golpe de bomba y resolución incumplida de la ONU, sino de la actitud ante el flagrante genocidio de la mal llamada “cultura occidental”, la propia ONU incluida.

En este podrido planeta hay cuatro o cinco clases de justicia, de noticias, de políticos y de gobiernos. El mundo se moviliza, se derraman ríos de tinta y se escriben best-sellers, se filman películas y miles de series  y reportajes si cuatro locos hacen estrellar sus aviones contra dos torres gemelas en Nueva York, donde mueren 137 personas. Se provocan dos guerras (Afganistan e Irak) por este hecho, se destroza el régimen libio con insólitos bombardeos amparados en el decrépito cinismo de falsa y cínica “humanidad” de “proteger a la población civil de un tirano” y se ponen a contemplar desde una colina, comiendo palomitas, como se lleva a cabo un genocidio de 2.000 muertos en una semana (80 por ciento de población civil), 350 de ellos niños, se bombardean escuelas teóricamente protegidas por los garantes de la ley, el orden y la paz mundiales.

Con un poco más de cinismo este planeta estallaría de pura estulticia. Ha tenido que ser una Secretaria de Estado inglesa, una baronesa metida en política, la única que dimita. Ha dicho que “no podía soportar por más tiempo  la posición de mi país en este genocidio”.

Este planeta, y sus gentes, damos asco. ¿Cómo se puede contemplar una matanza inhumana, un episodio de destrucción de depuradoras de agua en un país que vive en el desierto, como el de un capítulo de una serie de vaqueros?

Mientras, Rajoy hace footing en Galicia, el ministro Soria veranea por tercer año consecutivo en un hotel ilegal, construido sin licencia, el presidente de Iberdrola gana 42.000 euros al día y encuentran 127 kilos de cocaína en el buque insignia –dedicado a la formación de oficiales- de nuestra Armada.

No tiene nada de extrañar pues que unos ciudadanos israelíes, procedentes en su mayoría de Rusia, Polonia o Argentina, se ponga a ver, cómodamente,  como sus bombarderos arrancan troncos, piernas o cabezas de niños, unos sucios palestinos, que intentaban aprender que no había más Dios que Alá y que Mahoma era su profeta.


El sol nace, los pájaros cantan y los genocidios se hacen, para que tú los puedas ver, sentado en una tumbona. 

Y comiendo palomitas. 

domingo, 3 de agosto de 2014

EL ENANO QUE SUSURRABA A LOS CATALANES




En 1930 nació en Barcelona un enano, nieto de unos payeses de Premiá de Dalt e hijo de un fabricante de tapones para el champang.
El ladrón, digo el enano, fue a la escuela de Blanquerna y ya le robaba las butifarras a los compañeros a pesar de ser un “misaire” de hostia y sacristía.

                -¿Y tú qué vas a ser de mayor?
                -Yo “honorable”, en Bancos de Suiza y Andorra.
                -Se dice “molt honorable al 3 %”
                -Te veré mañana, en la “obra”, digo, vía pública.

Tal vez fue la Moreneta, en persona, la que le sopló en la nuca que es lo que tenía que hacer para engordar las cuentas sin que casi nadie se diera cuenta. Tenía que leer el Sentiment de la patria de Maragall y saber envolverse en la senyera –como escudo- a las primeras de cambio.
Afiliado a la partida de los siete –mas Blancanieves- el enanito empezó a ganar millones mientras cantaba el Virolat e ingresaba en la Acción Católica. Era una fórmula magistral: aparecer como más nacionalista que nadie mientras robaba comisiones y carteras. En nombre de Dios y de Catalunya, con ayuda de otros beatos, enanos y ladrones compró el Banco Dorca, con sede en Olot y se forró con un invento, casi como los de ahora, que se llamó Banca Catalana.  Dicen las malas lenguas –el ministerio fiscal- que pudo afanarse 20.000 millones de ala.
-          Catalunya soy yo.
-          ¡Cielo santo, un enano, digo un ladrón!
-          Todo lo que veo desde la cumbre del Tagamanent es mío. Y de Marta.
-          ¿Y cuándo confesáis?
-          Después del “Cant de la Senyera”.
-          Amén.
Aquella paella con moscas a la que los bienpensantes llamaron “Transición” –democrática y modélica por más señas- hizo un gran pacto de silencio en torno a esta mafia y entre todos lo exculparon. Todos tenían algo que ocultar. Empezando por la testa coronada, que se forraba a ojos vista y se hacía “hermano” de reales ladrones y traficantes “del Golfo” y terminando por un marrano andaluz que ahora se dora al sol caribeño fumando puros en un yate. Esta era la “modélica”. Un conglomerado de arribistas, chorizos, meapilas y fascistas reconvertidos en “demócratas” de la noche a la mañana.
El enano, triunfante, apareció un día desde un balcón y dijo su frase célebre: “A partir de ahora, de ética y de moral, hablaremos nosotros”. Y vaya que si hablaron. A su calor se formaron los Naseiro, Bárcenas, Matas, Camps, Millet,  Bono, Fabra, Bartal… y desplumaron a dios y a su santa madre.
Mientras tanto, el enano formaba su propia banda, con Marta en el papel de Blancanieves, comieron perdices y criaron a Jordi, Marta, Josep, Pere, Oriol, Mireia  y Oleguer, que juntos y en comandita han “levantado” como 10.000 milloncejos, blanqueados hasta en 17 países o paraísos.
-          Soy Blancaeuros.
-          ¿Qué dice este enano?
-          Qué su “herencia” la tiene en Andorra.
-          Dile que no se le olvide pedir perdón.
-          Como queráis, Felipe y Mariano.
-           
Este plutócrata del bosque es el exponente de una casta. Religioso, nacionalista, defensor de las señas de identidad como una coraza con la que proteger su monumental estafa a la sociedad y a las ideas que dijo representar: Catalunya, su lengua y su cultura. Es lo que es, un enanito del bosque, que con la complicidad siniestra de las instituciones, parlamentos, empresarios, asociaciones y medios de comunicación le ha robado la cartera y hasta “el apellió”  a media España y parte del noreste del Ebro.
Sólo una sociedad y una “democracia” como la que tenemos es capaz de digerir, ocultar y permitir estos comportamientos.
Y hay gente  en la cárcel hace seis años por robar dos jamones el día de Nochebuena.

 ¡Que se jodan, diría alguna!

domingo, 27 de julio de 2014

Honorables embutidos



Han tenido que pasar 34 años para que el “honorable” Jordi Pujol reconozca que lleva todo ese tiempo defraudando a la hacienda pública. Que según decía el dicho publicitario: “somos todos”. Es decir,  que el ex presidente de la Generalitat ha estado todo ese tiempo, incluido el que tuvo la condición de “honorable”, ocultando algo a la hacienda y al patrimonio de todos.

Cuando todos los ciudadanos de Catalunya era fritos en el aceite de la imposición fiscal, su presidente, honorable y tal, se iba de rositas a Andorra con la herencia de su padre y abuelos, que ya eran expertos en el tema para no contribuir con un céntimo a las necesidades de los ciudadanos en educación, hospitales o carreteras.

No es un hecho aislado, es la punta del iceberg. Felipe González, además de presumir de pana y socialismo, se deja fotografiar- ahora-  en un yate anclado en aguas caribeñas, en compañía de una lustrosa rubia mientras fuma un puro y revisa su saldo de la empresa gasística que hizo rodar su giratoria puerta cuando los electores lo mandaron “a por tabaco”.

José María Aznar cobra 200.000 euros anuales como asesor de Endesa, una empresa que él había privatizado previamente o que puede que haya cobrado pingües beneficios como comisionista del negocio de armas, según indica algún correo intervenido a su dilecto amigo Blesa.

Abundantes indicios e informaciones hablan del señor que nos ha gobernado tan campechanamente y coronadamente en los últimos ocho lustros puede ser poseedor de una de las mayores fortunas del planeta después de que accediera a su real sillón más tieso que las estacas.

¡Este es el paño! ¡Esta es la materia prima de este país donde la mierda –perdón, la justicia- es igual para todos!

Hay miles de enchufados, cientos y cientos de concejales de urbanismo o hacienda implicados en recalificaciones ilegales, presidentes de comunidades autónomas que se bañan en bañeras con grifos de oro o abuelos que enseñan a sus nietos “su aeropuerto” minutos antes de que por enésima vez les “toque” la lotería.

Atravesar cada día esta caspa, esta basura hedionda, sin que se te rompa el hígado, es casi una heroicidad. Alguien, muy acertadamente dice que todos estos son “una casta”. Y que hay que acabar con ella, antes de fenecer asfixiados por la peste que emanan.

Y todos se distinguen, además, por su “patriotismo”. Y por su vista de lince. El gallego tarado que nos gobierna dijo que gente como Fabra o Matas eran “ciudadanos y políticos ejemplares” y que quería un gobierno “como el de Camps” para su España y que “nadie podría demostrar nunca que Bárcenas y Galeote no eran inocentes”. ¡Qué Santa Lucía le conserve la vista!


Y a aquel señor que envolvía cualquier ataque a su gestión en la senyera que le mantenga a buen recaudo sus cuentas en Andorra. Honorable chorizo. Y tal. 

viernes, 25 de julio de 2014

Criminales…de guerra




El crimen es para el capitalismo lo que el misterio es para la religión; una zona inaccesible que protege a “su” estado, “su” democracia y “su” fascismo.

La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navy Pillay, valoró los ataques del ejército de Israel en Gaza de forma taxativa: “podrían constituir crímenes de guerra”.

Estamos gobernados y en manos de criminales. De guerra y de paz.  No sólo están el gobierno de Israel, en la ONU, en Washington, en Moscú o en Kiev. Los hay en las calles, los parlamentos, los ministerios, las playas y hasta en la Moncloa.

Bombardean hospitales, a niños que juegan al futbol o se jactan de las “bondades” de la Reforma Laboral. Da igual, son auténticos y reales criminales.

Producen dolor, miseria, indefensión o parados. No serian nada sin sus bancos, su doctrina liberal de pacotilla, sin sus mentiras y su pacto con el incienso y la púrpura.

Los consejos de administración, los salones de la Bolsa, las fábricas de armamentos, el fariseísmo indolente del mal llamado “derecho internacional” y sus fraudulentas mayorías parlamentarias son sus herramientas para devastar al mundo, a las personas y sus derechos.

Entre óleos, cornucopias, uniformes, plasmas y cortinajes convierten la política en escoria, el derecho de gentes en bomba de racimo y la condición humana en crimen.

Se ha producido el fin de la historia. Se invoca el derecho de autodefensa y se practica un impune genocidio sobre un pueblo que come arena del desierto. Se habla de recuperación de la economía y de la creación de empleo y hay tres millones de personas que no tienen ningún ingreso mensual.


Drácula necesitaba la oscuridad para gobernar sobre las gargantas. Estos, criminales de la guerra y de la paz, lo hacen a la luz del día. 

sábado, 12 de julio de 2014

VERSION DE “IN THE WIND” DE BOB DYLAN APLICADA A LA PALESTINA ACTUAL





Cuántos caminos debe recorrer un hombre,
antes de que le llames "hombre"
Cuántos mares debe surcar una blanca paloma,
antes de dormir en la arena.
Cuántas veces deben volar las balas de cañón,
antes de ser prohibidas para siempre.
La respuesta, amigo mío, está flotando (silbando) en el viento,
la respuesta está flotando en el viento.

Cuántos años puede agonizar un pueblo
antes de que sea  arrasado por el odio y las bombas.
Cuántos niños pueden matar algunos,
antes de que se les prohíba asesinar.

Cuántas veces puede el negocio de las armas,
destrozar pueblos, casas, infancias…
La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.
La respuesta está flotando en el viento.

Cuánta sangre inocente debe derramarse en Gaza,
antes de poder ver un cielo sin bombarderos.
Cuántas orejas debe tener un hombre,
antes de poder oír a la gente llorar.

Cuántas muertes serán necesarias,
antes de que él se de cuenta,
de que ha muerto demasiada gente.

La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento.
The answer, my friend, is blowing in the wind
The answer is blowing in the wind.