miércoles, 27 de marzo de 2013

Peperones


 

Los tiene ahí, detrás de cada esquina. Usan, gomina ellos, y bronceado ultra violeta, ellas. Corbata verde y chaqueta de Yusti, ellos, y delicadas Even&Odd y mini faldas de piel, ellas. Se llaman, peperones. Aunque antes eran simplemente fachas o pijos de su mala madre.

Son esos tipos que se ha subido al carro de la mayoría absoluta y se creen que todo el monte, y todas las democracias, son orégano. Van por ahí, en coche oficial o BMW particular, hablando del Team Party y de las excelencias de privatizar hasta los sujetadores de los limoncillos.

Llaman terroristas o etarras o todo el que le tose lo más mínimo y tiene una corte de opinadores pagados y adoctrinados que cada mañana recibe “su alimento” desde las cloacas de Génova 13.

Para ellos, hacer política significa privatizar y hacer negocios. Tienen un doble fondo de bragueta para llevar los sobres y los talones bancarios y les excitan más las tenencias de alcalde de urbanismo que las manifestaciones de afectados por hipotecas.

Tienen cara de ajustada felicidad, pero te pueden mandar al paro antes de que se persigne Rouco, y después se toman un té al aroma de eucalipto.

Fingen ignorar quien era Franco, pero son más fachas que las gallinas de José Antonio y si no cantan lo de las “montañas nevadas” es porque tienen pendiente una ortodoncia. Vivan en acomodadas viviendas de una colonia de chalets campestres o del centro mismo de la milla de oro de la misma ciudad. Usan Rolex de oro y degluten sueldos y dietas.

Parecen frágiles, delicados, de porcelana, pero tienen más mala leche que un gato romano y más mala ostia que un sargento chusquero.

Sus zapatos italianos valen un riñón  y su filosofía es el poseer y evitar los malos olores del pueblo. Se pierden en perfumes, camisas, viajes y piscinas.

En realidad tienen poca ideología, solo la de utilizar al prójimo en beneficio propio. Hay que verlos en campaña electoral y los dientes de su verborrea.

Están alistados a las patas de centollo y el éxito momentáneo les ha hecho crecer unos centímetros el abdomen y la hierba crece con esplendor a sus pies de pijota.

Pero ya vendrán otros tiempos y, entonces, sólo se verá el fascista que llevan dentro.

sábado, 23 de marzo de 2013

Morir como un perro en España


 

Pedro Millana, de 47 años, ha muerto en una calle de Teruel tras ser desahuciado de su casa el pasado año.

Jesús Sepúlveda, de 57 años, ha sido indemnizado por el PP por despido improcedente con 229.000 euros.

Una mujer en paro, con dos hijos pequeños,  ha sido condenada el jueves de una semana por robar, el lunes de esa misma semana, en un supermercado de Vilafranca del Penedès por un importe de 241, 40 euros.

Carlos Fabra, ex presidente de la Diputación de Castellón, ha sido imputado por los delitos de prevaricación, cohecho y fraude fiscal tras nueve años de instrucción sumarial.

Más de 100.000 familias han sido desahuciadas de sus casas durante 2012 y 600.000 trabajadores han sido despedidos acogiéndose, los empresarios, a la Reforma Laboral.

El vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, ha interpuesto una denuncia en la comisaría del Congreso después de que este miércoles varios miembros de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) acudieran a su domicilio en Valencia para entregar cartas explicando su situación.

Es sólo una muestra, casi escogida al azar, de la realidad social y política de nuestro país.  Una minoría de “bendecidos” acapara recursos y privilegios. Otra parte, gran mayoría, es objeto de desahucios, despidos, recortes, violencia policial y denuncias.

Unos, mueren como perros en la rancia calle del abandono, otros “concilian” con su preeminente patrono una indemnización millonaria que unir a los muchos millones afanados en una actividad por la que está imputado judicialmente.

Unos, son condenados, a los tres días. Alguien, que se enriquece a ojos vista, que “le toca” la lotería siete veces en cinco años, demora, a trance seguro de prescripción,  unos delitos con los que burla a todos, a la Justicia, al Derecho, y a la Razón.

Contra unos se ejerce la violencia insuperable de una ley medieval que arrasa su derecho constitucional a la vivienda y otros se quejan y querellan por que se hayan pegado cuatro carteles en la puerta de su casa y se haya asustado a sus hijos.

Para los hijos de unos lo que había no era ningún susto, sino la ausencia física de sus casas y sus pertenencias, para otros un sueño de violencia asimilada por unos minutos.

Para unos hay despidos fulminantes con una indemnización promedia en 2012 de 1.400 euros y para otros, una conciliación previa que, disparando con la pólvora ajena del dinero público, “concilia” sin acceder al trámite judicial por todos los ceros que haga falta.

Toda la mitología ideológica se derrumba por la base.  Vivimos, o mejor morimos, sobre una entelequia. Los ricos, de dinero o de poder, tienen patente de corso para todo: robar, tocarle la lotería, burlar a la Justicia o hacer que prescriban sus delitos por bostezo de los jueces.

Otros solo tienen el derecho de morirse en la calle. Como perros.

 

jueves, 21 de marzo de 2013

El Chiprenazo


 

No le hacía falta al capitalismo excremental que nos gobierna la demencial  exhibición hecha contra el pueblo de Chipre.

Todos sabemos cuáles son sus herramientas de extorsión.  En una guerra entre los clanes mafiosos europeos y los no tan europeos de Rusia han cogido como rehén a los pequeños ahorradores de la isla mediterránea.

Y de paso lanzan un aviso a los navegantes  en la miseria del Sur de la jodida Europa. ¡Tragad con vuestros déspotas locales que sino os ahogamos en esta versión vernissage de corralito!

El mundo, el planeta, está en trance de total inmolación. Israel y USA buscan un pretexto para atacar a Irán y Corea del Norte. La respuesta y el gazpacho pueden ser totales. El neoliberalismo, anidando o utilizando a imbéciles totales, tipo Botella, quiere que volvamos a la esclavitud. Arrasan todos los derechos, convierten en detritus cualquier asomo de política social, nos expolian, tiranizan y roban al ritmo de cuentas de 38 millones en Suiza.

Cuando el martes se abran los bancos en Chipre, el espíritu del pequeño ahorrador del mundo mundial se va a abalanzar sobres sus cuentas, con efecto inducido o llamada, que puede llegar en sus efectos a economías tan de cartón piedra como la española, donde Mariano “El Sobres” capitanea una partía de  spanish tummy (barrigas españolas) que hablan inglés con acento Ana Botella. Es decir, una lumbre a las puertas de la muerte.

Si el maremoto que puede producirse va a tener en el puesto de mando a lumbreras como Montoro,  Ana Mato o Báñez es mejor que nos coja ya el balastro. La “marca España” es una sucesión de inútiles, corruptos y desteñidos gobernantes, contrarios a la razón, los sentidos y los espíritus.

Parece una pesadilla, pero cualquier madrugada de estas, usted puede enterarse que un linchador tipo De Guindos se ha quedado con el 10, el 12 o el 15 por ciento  de sus ahorros. No hay más que oírlos hablar: “Los ahorros, hasta 100.000 euros, son sagrados”. Que significa, justamente, lo contrario. Que cualquier día de estos, a Mariano se le aparece la virgen en forma de mercado, y te firma el decreto que te deja perfilado y tieso en medio del corral.

El fasto del gran robo, el trueno del gran atraco, ya está preparado. O inventamos la pólvora revolucionaria o nos dejan en cueros.

lunes, 18 de marzo de 2013

El Consejo de Ministros y el Rosario de la Aurora


 

El país era un guiñapo. Empobrecido, expoliado, ultrajado, carecía de salud, física, moral y política. Vivía bajo el mayor escándalo de corrupción que habían conocido los tiempos. 300 políticos implicados en casos de corrupción institucional seguían aferrados a sus escaños, pagas y coches oficiales. El soborno y la financiación ilegal bañaban al partido del Gobierno.

Era viernes. Se reunían el Consejo de Ministros. ¡Y parió la burra! El fosforo mental de aquellos lumbreras encontró la solución. ¡Delenda est Cartago! ¡Delenda son los mayores de 55 años!

Presididos por el mayor mentiroso de la historia, el tiempo y el espacio, aquel que en una de su medio millón de mentiras había dicho que su “línea roja” eran la salud y las pensiones, aquel Consejo de inútiles al cuadrado, había encontrado la solución: dificultar, aún más, el acceso a la prestación por desempleo a los mayores de 55 años, bloquearle el acceso a las prejubilaciones a los mayores de 55 años, aumentarles la edad máxima de jubilación a los mayores de 55 años, inventarse un coeficiente reductor por el que  perdían hasta un 23 % de su posible pensión los mayores de 55 años.

Este era todo su saber y ciencia. Habían pisado todos los callos posibles: funcionarios, médicos, docentes, jueces, bomberos, mineros, sindicalistas, estudiantes, enfermos dependientes, pensionistas, jóvenes, mujeres… y ahora le pisaban el callo correspondiente a los mayores de 55 años.

A los únicos a los que no habían pisado ningún callo eran a los curas y los banqueros. En realidad, el Gobierno era un “mandaó” de estos mismos. Los que estaban detrás de la cortina eran estos: los curas y los banqueros, y el Partido y el Gobierno del “gran mentiroso” eran la Pila Bautismal de esta molécula de meapilas y defraudadores. Esta “democracia de la mantequilla”, que cuanto más se toca, más se derrite.

La ciudadanía contaba los viernes que le quedaban a esta Biblia en verso. ¿Quedaría algo en píe? ¿Habrían algún “corralito” argentino-chipriota que arramblara con lo que  había debajo de los colchones? O, ¿tendríamos la inmensa suerte de que la Ministra Portavoz, esa pepona de la envergadura de un borborigmo, anunciara la “muerte el loro” de aquella cosa precaria, untosa e inmasticable a la que llamaban “Gobierno”?

En cualquier caso, una cera seguía ardiendo, en caso de  no encontrar nada a mano,  volverían a robarle algo a los mayores de 55 años.

sábado, 16 de marzo de 2013

Vendidos


Entre 2007 y 2013 se han producido en España 400.000 desahucios. Cuatrocientas mil familias ha perdido una de sus garantías  constitucionales: el derecho a una vivienda digna. Cuatrocientos mil dramas humanos, familiares y personales. Cuatrocientas mil ahítas víctimas de la estulticia humana.

Y todo ello al amparo de una ley decimonónica, que ha legalizado y protegido la usura, el desmadre de la rapacidad de la banca y el abuso sin límites  los banqueros.

Ha tenido que ser un Tribunal extranjero el que sobreponiéndose a unas mayorías parlamentarias, a unos gobiernos, elegidos entre ardores de defensa de los intereses populares, haya sentenciado lo evidente, lo sangrante, lo doloso, contra las personas y su condición.

Auténtica vergüenza comprobar como los partidos mayoritarios y gobernantes en este país y ésta mal llamada democracia no hayan movido un dedo para variar un ápice una injustica tan intangible.

Literalmente “vendidos” y entregados a la cúpula bancaria y los perdones de sus fraudulentos créditos electorales, los partidos y sus políticos corruptos, física y políticamente, han permitido, tolerado y alentado un expolio monumental a cuatrocientas mil familias.

Unos banqueros que han sacado de sus hogares a miles de personas por el impago de una cuota hipotecaria, cuando ellos han producido un agujero de 380.000 millones por su impúdica avaricia y afán de lucro, y que ahora, a mayor bochorno, pagamos entre todos entre hambre y recortes.

Ello debería bastar para que fueran declarados ilegítimos y eliminados de nuestro degradado y vergonzante espacio político.

Ha tenido que ser una persona inmigrante y un juez de provincias los que inicien una actuación contra una legislación que, día a día llevaba al expolio, a la desesperación y el suicidio a miles de personas.

No es casualidad que una parte de este pueblo aborregado recibiera al mayor bochorno personal y humano que hemos tenido como realeza al grito de: ¡Vivan la caenas!  Y las caenas han estado vivas casi un siglo, con una ley hipotecaria al servicio del capitalismo más ultramontano e insolidario que se da en el planeta.

La Jerarquía Eclesiástica Española, la Iglesia Española, que con tanta facilidad ve la paja en el ojo de un matrimonio gay o una asignatura escolar ha permanecido muda, ciega y sorda ante esta enorme viga  en forma de ataque a los derechos fundamentales de la ciudadanía, como beneficiaria de otros aspectos de la misma Ley Hipotecaria, que la han convertido en la mayor propietaria de bienes inmuebles de este país por arte de bibibirloque.

Nuestro país, sus leyes, sus gobernantes, sus políticos, dan asco y vergüenza. Se puede, durante un siglo, echar a las gentes de sus hogares, tranquile e impunemente, que tiene que venir un tribunal extranjero a decirle los repugnantes que son.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Cristobalito Montoro o el espíritu de la trampa


Ahí, donde lo ven, este señorito con cara de escoba, es, oficialmente, el ministro de las trampas, perdón, de Hacienda, de este tramposo gobierno.

La criatura asomó la cabeza a este tramposo mundo en Cambil, un pueblo de Jaén, y ya estuvo a punto, al nacer, de aumentarle el IVA a la partera.  Pero se guardó las ganas para más tarde.

 

-          A ver, ¿dígame usted, la lista de los 35 mayores defraudadores de este defraudo país?

-          Esta chupaó. Las 35 empresas del IBEX 35.

-          ¿Y usted como lo sabe?

-          Es que uno, entre ministro y ministro, tiene sus “asesorías”.

Dicen las malas lenguas que cuando Cristóbal dejó de ser ministro de Hacienda con Aznar, se inventó un bufete de “asesoría económica y fiscal” a las más importantes empresas de este país o peña flamenca que rindió pingües beneficios. A ambos. Al cara escoba y a las empresas “asesoradas”.  31 de las 35 de las lista pasaron a tributar en las islas Caimán o similar, mientras a Cristobalito se le iba poniendo la cara de tahúr del Mississippi que tiene ahora.

Luego la melopea fiscal le llevó a decir aquello de “dejad que tiren España, que nosotros la levantaremos” lo que le sirvió para que le concedieran la Gran Cruz de la Orden de Carlos III (el Rey, no el coñag) y flotando en esta cuita, esperó que la marea electorera llevara a Mariano (El Sobres) a la alpargata política de la Moncloa, donde nos apesta a todos.             

-          Oiga pollo, tiene usted tres pisos en Madrid y cobra los 1.823, 86 euros que se dan a los diputados en concepto de manutención y alojamiento.

-          Yes, es para mantener “la armonía fiscal” y otros imperios de las sardinas arenques.

-          ¿Y en Suiza, qué?

-          Yo solo “asesoro”.

En una membrana del subconsciente, Cristobalito se inventó una “amnistía”. Fiscal, por supuesto. Y allá que fueron a caer todos los chorizos y ex tesoreros de partidos andantes, bendecidos por el BOE del cara escoba. Que, sacándole brillo a la lengua de Cervantes dijo que sólo se trataba de “una regularización de activos”  que, de negros pasarían a grises y tiro porque me toca.

Y, erizado de messianismo, creyéndose un crack de las finanzas hacendísticas, el cara escoba ha salido a la palestra a decir que ha ganado la batalla contra el déficit, qué él, Superman de Jaén, le ha salido un 6,7 % cuando al melenas de Zapatero le salió un 7. Y es que claro, previamente había hecho un montoncito con los intereses de la deuda de los préstamos a la banca y escondido el más de 3 % correspondiente.

Y es que hay más, este mercader de la Castellana, había retenido el pago de las devoluciones del IRPF hasta después de publicar, con engaño y alevosía, las cifras del mágico déficit, un 1,7 % de nada, lo que hubiera llevado las cifras reales de esta bagatela al 11 %. Y todo eso después de llenar de recortes, hambre y piojos a una mayoría de españoles.

                -Vamos a ver, Cristobalito, ¿a donde nos quieres llevar?

                -Al bolsillo interior de la derecha de una economía liberal y de supermercado.

                - ¿De los que venden yogurt y barras de pan?

                -No, al supermercados de los supermangantes, modelo Luis El Cabrón.

                Ah, no había caído.  

Con espíritu de inquisidor general, torquemadilla de unos secretos fiscales que él, si los sabe, debe callar más que nadie, el Gazmoño anda amagando contra todo bicho, fiscal o viviente, que no sea de su cuerda de morcillas y chorizos y hoy apunta a los actores, mañana a los periodistas, pasado a los diputados de la oposición, a todos, menos a los de su cofradía genovesa del trinca el sobre y corre.

A Cristobalito yo le estoy llamando “cara de escoba”, pero el maestro Antonio Gala lo definió mucho mejor. Dijo: “por encima de razones objetivas, que las hay (espíritu tramposo, ladinez, sectarismo…) hay razones estéticas. Este individuo, con voz entre flauta sin afinar y portera chismosa, es impresentable, como ministro y como persona.”

Pues eso. Amén.

lunes, 11 de marzo de 2013

La gran estafa



Tengo la percepción, tenue pero firme, que la corrupción, el paro y los recortes sociales son caras de una misma moneda. Y que al final, superada la esquina de la estupidez y el paroxismo, están los mismos agentes.

No se trata ya de una crisis, ni de una gran estafa, sino del intento consciente y programado de un cambio de modelo social para llegar a una sociedad donde una minoría, enriquecida y corrupta, se imponga sin esfuerzo a una mayoría empobrecida y sin derechos.

La línea de deriva del gobierno del PP en sus catorce meses de mandato no deja lugar a dudas. Comenzando por un arrasamiento de los derechos laborales con una mal llamada Reforma Laboral que ha transferido renta del trabajo al capital por más de 6 % interanual y la mayor cifra de desempleo que ha conocido nuestro país.

Seguida por unas políticas en sanidad, educación, pensiones, cultura y justicia que buscan con descaro la privatización y convertir en un gran pastel o negocio para unos pocos lo que no es sino un derecho social adquirido durante siglos.

La sanidad está ya prácticamente controlada en nuestro país por el grupo Capio, una empresa con domicilio fiscal en las islas Cayman, que se ha hecho con el 60 % de lo “externalizado” y que cuenta entre sus accionistas con el inefable marido de la no menos inefable Dolores de Cospedal, Rodrigo Rato y Ángel Acebes, entre otros.

La educación está hecha al gusto de la Conferencia Episcopal y se ve como un gran negocio de lo privado, con un rancio trasfondo ideológico a servir en la mesa de los grupos ultras de presión.

El sistema de pensiones se ataca desde mil frentes, se consumen impunemente sus ahorros, se aumenta sus exigencias para el cobro de pensión y, ladinamente, aparecen a su lado los fondos privados como “alternativa”, que de otro modo no es ni mejor ni más segura.

Se hace una justicia para ricos, se criminaliza la protesta social y, sin pudor alguno, se habla de recortar derechos de manifestación y huelga.

Y la cultura es un burdo remedo, frito a impuestos y deteriorado a conciencia. Se aumentan el IRPF, el IVA y todos los impuestos indirectos, se amnistía a los defraudadores y se indulta a discreción a los delincuentes amigos.

Esta es la triste España, de la triste Europa, del triste y corrupto PP que nos gobiernan y exprimen.

Y al final de la cuerda no hay sino un reducto epidemiológico, ancestral y zafio de delincuentes que, además, se recochinean restregándonos la mayoría absoluta que obtienen en las urnas.

Asombra este sadismo. Casi tanto como que entre todos no hayamos encontrado ya la cerilla y la lata de gasolina para hacerlos arder en el infierno al que nos han llevado.