viernes, 27 de enero de 2012

Un jurado declara a Islero no culpable de la muerte de Manolete


Un jurado “popular” ha absuelto a Islero de la muerte de Manolete en 1947. El mismo jurado “popular” –que hacía horas extras- ha declarado “no culpable” a Francisco Camps del delito de cohecho en un asunto de trajes a medida y amiguitos del alma.

El portavoz de este jurado ha declarado que él sus compañeros están dispuestos a declarar “no culpables” a los directivos del Banco de Valencia, la CAM, de Bancaja, de Emarsa, de Brugal… que entre todos se habrán llevados “calentitos” unos 50.000 milloncetes del ala y a pedir el Toisón de Oro para El Bigotes, la Gran Cruz de Isabel la Católica para Alperi, Castedo y Hernández Mateo y la Medalla al Mérito del Organismo Nacional de Loterías para Fabra.

“Para esas estamos” ha añadido, mientras Camps, otra vez alegre, decía: “Bien, bien, esto va bien.”

España va bien, la basura va bien, los chorizos van bien, la justicia va bien y ya, los pobres españoles, que no roban, que no ponen grifos de oro es sus cuartos de baños, que no usan bolsos de Vuitton, que no quieren un huevo a su “regalador” oficial, estamos estigmatizados ante el mundo.

El que no llora no mama y este país está a punto de irse por la alcantarilla. Y eso que el mandamás es registrador de la propiedad. “A mi que registren”, dirá.  La honradez ha caído en descrédito  absoluto, la decencia de los cargos públicos yace llena de telarañas y los jurados “populares” sonríen bajo el antifaz.

Las elecciones producen grandes estadistas que corren a Bonn a que los bendigan, serviles y tal, se construyen monumentos al “chorizo” ejemplar y se engendran místicos banqueros, dulces como los melones o los higos chumbos.

Con estos materiales se acometen infinitas reformas laborales y hay un clamor de tijeras en el espacio. Urdargarin y los devoradores de gachas se tiran al monte solos, el sol penetra en los agujeros de las cuentas cifradas pero no consigue su opacidad. ¡Y venga declaraciones de no culpabilidad! ¡A mí que me registren, dice Mariano el registrador!

Hemos dejado de ser pobres y barrocos. Ahora somos míseros y gilipollas.

lunes, 23 de enero de 2012

Cuando la derecha criminaliza la pobreza


“El Ayuntamiento de Barcelona denunció a 811 personas 'sin techo' durante el segundo semestre de 2011 por dormir en la calle, según ha informado el concejal de Movilidad, Eduard Freixedes (CiU), en la Comisión de Seguridad y Movilidad de este jueves.” (Europa Press).

Ya lo saben, ser pobre, no tener donde dormir, lavarse en una fuente pública es un “delito” para la derecha que nos gobierna. La única ventaja es que la multa  no la podrán cobrar estos mequetrefes de la dieta y la tijera. ¿Con que la van a pagar los indigentes que tienen “la suerte” de dormir en un banco público o en el recinto de un cajero los mas afortunados? Insumisos totales.

Creo que la principal preocupación de estos señoritos del orden convergente  no es que estos seres humanos no tengan donde dormir, sino que se “les vea” y esa idea del progreso inmaculado que tienen de si mismos se tambalee.

 Es decir, que esta noticia sirve para contrastar y verificar que nuestra sociedad ha fracasado. Si un Ayuntamiento no es capaz de garantizar que una parte de los onerosos impuestos que pagamos sirven para atender y paliar las necesidades extremas que es capaz del producir el “sistema” es que no nos sirve este modelo de convivencia. Ni el sistema.

Ya lo dijo Juan Jacobo Rousseau en el “Contrato Social”, el hombre da mas a la sociedad que lo que recibe de ella. Si un ayuntamiento no sirve para lo que se creó, sobra el ayuntamiento. O los que lo gobiernan.  En este caso, el que preside el señor Trias, no tiene mas motivo de imaginación que multar a unos ciudadanos, de no  menos calidad por el hecho de ser pobres, porque se ven en la obligación del dormir al raso.

En esta geografía patria de “a ver quien es mas derechas” los acólitos del honorable Artur van tomando ventaja. La nueva serie de fachas gobernando está recreando el mito de los inmortales: Hitler, Mussolini, Franco…

Son nuestra realidad, estremecida y suprema. Aunque hay un punto de esperanza. A fuerza de ser fieles a si mismo se caerán de golpe. Y a sus débiles yugulares no las salvaran ni sus multas.

sábado, 21 de enero de 2012

La teta de la vaca del Santander


Martes 17 de enero. En un lugar de Madrid. Se rompen las negociaciones por la renovación del convenio colectivo de los empleados de la banca estatal. La Asociación de la Banca Española (AEB) ha llevado a la mesa de negociación  una "congelación total" de los sueldos durante dos años, esto es, aplicada sobre el salario base y eliminando el trienio y las promociones. Además, la patronal ofreció a los sindicatos una subida salarial de no más de un 1% para los años 2013 y 2014.

Martes 17 de enero. En otro lugar de Madrid. Se conoce que  el consejero-director general responsable de la división América del Banco Santander, Francisco Luzón, abandonará próximamente su puesto en la entidad. El directivo del Santander, tras tres lustros en la empresa, recibirá una pensión acumulada de 56,9 millones de euros, según el informe anual del banco correspondiente a 2010. A esta cifra habría que añadir otros diez millones de euros en concepto de "otros seguros".

Al mismo tiempo, se conoce tambien que Emilio Botín, presidente del mismo banco, tiene una cuenta de 2.000 millones de euros, bloqueada en un banco suizo y que su “legalización” o blanqueo para volver a nuestro país, ”sólo” le costaría 200 millones en impuestos  que no está dispuesto a pagar.

Dos premios Nobel de Economía, la politóloga norteamericana, Naomi Klein, el profesor de economía Vicens Navarro, Santiago Carrillo, el ex presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, coinciden: la actual situación del planeta no es una guerra ideológica convencional derecha-izquierda, es una guerra a muerte entre “los de arriba” contra “los de abajo”. 

Una minoría de banqueros, políticos, empresarios, monarcas y truhanes diversos, probablemente reunidos en el Club de Bilderberg, se ha propuesto, en el mayor gesto de codicia, rapiña, impudicia e indecencia que conocen los siglos, enriquecerse hasta el límite a costa del todo el resto de la humanidad.

Adoptan distintos nombres: Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Agencias de Calificación de Riesgo, Goldman Sachs, Botín, Luzón, De Guindos… pero son el mismo y único ladrón.

Nunca habrá habido más motivos en el mundo para una huelga general planetaria con final en la horca en la plaza pública para esta legión de mangantes, chorizos y maleantes. Aunque hay una alternativa, seguir votando a la derecha y poner el cuello nosotros.

Soy partidario de las dos alternativas primeras. Huelga y horca.

jueves, 19 de enero de 2012

Vayamos todos, y el PP el primero, por la senda de la insumisión


En noviembre del pasado año el Pleno del Parlamento de Andalucía aprobó la incompatibilidad del cargo de alcalde con el de miembro de ese Parlamento. Los miembros del Grupo Popular votaron en contra.

El pasado lunes la dirección del partido de la derecha en Andalucía aprobó las candidaturas a las elecciones del próximo 25 de marzo con la inclusión de los alcaldes de Sevilla, Córdoba, Huelva, Motril y Fuengirola.

Parece pues evidente una actitud de insumisión ante una Ley aprobada democráticamente con todos los preceptos correspondientes, que está en vigor a pesar de que se haya manifestado la posibilidad de ser recurrida ante el Tribunal Constitucional, circunstancia que aún no se ha iniciado ni concretado.

El Partido Popular rige el Gobierno de la Nación, 13 de sus 17 autonomías y tres millares de municipios, de buena a primeras, se nos vuelve insumiso con una ley en un lugar donde no manda.

Me parece perfecto, sólo que esta actitud me legitima a mí y la totalidad de los españoles a convertirnos en insumisos respecto a todo aquello que en materia legal no nos gusta. Que es mucho. A mi no me gusta el carácter monárquico y hereditario de la Corona, el sistema fiscal y tributario, las leyes que “no” regulan la escandalosa evasión de impuestos, las relaciones y financiación de la Iglesia, el gasto en armamento, la ley electoral, el carácter no federal del Estado, la discriminación de Andalucía y los andaluces y la Biblia en pasta.

Me declaro, como el PP, insumiso respecto a todo ello y desde mi desvalida individualidad daré, como el PP con la incompatibilidad de los alcaldes, todo el por culo que pueda.

Además, la medida electorera de los llamados populares contiene, en si misma, una doble falta de respeto. A los que hace ocho meses confiaron en determinadas personas para que fueran sus alcaldes o a los ilusos que confíen ahora en las mismas para representar a la soberanía popular en sede parlamentaria y olé. Porqué de aquí al 25 de marzo no van a cambiar las cosas legalmente y de algún sitio tendrán que dimitir.

¿O será que a la derecha cuadrillera andaluza le importan un carajo sus electores y le interesa simplemente la aritmética electoral? Han llegado a las casas consistoriales invocando, a lo que se ve en vano, la lucha contra el desempleo y la congelación de impuestos, van a repetir suerte al Hospital de Las Cinco Llagas con la misma cantinela pero con unas espectaculares tijeras sobre el horizonte de la Giralda.

¡Vale, vale, que ganen, nos congelen,  nos recorten y volvamos a ver a los señoritos montados en sus caballos y haciendo sus estaciones de penitencia manzanillera, pero que al menos Arenas deje de decir las tonterías y mentiras que dice cada vez que abre la boca!


martes, 17 de enero de 2012

Han soltado a los tontos


No se si la Iglesia Católica de nuestro país establece un mínimo de capacidad intelectiva para promocionar a los pastores de sus rebaños provinciales, pero si lo hace, y a tenor de los últimos ejemplos, tiene el rasero muy bajo.

A un pastor de esta grey, que andaba por allá perdido en una diócesis de tercera, cerca del Ebro, se lo traen al Sur, comienza a decir tonterías y todavía no ha parado.

En menos de dos años, el monseñor de marras ha hablado de una “conspiración de la Unesco para hacer homosexual a media humanidad”, ha negado el carácter de “Mezquita”, abdicándolo con el de “Catedral”, a una construcción milenaria, emblema de una ciudad, una cultura y religión, que es unívocamente islámica pese a su fe de carbonero, y, en plena disentería, se ha referido a las maldades de la sociedad que “conducen a la fornicación excesiva”.

“Huid de la fornicación” dice el curato en una carta pastoral, que menos mal que va dirigida solo a sus fieles. O sea, a su rebaño. En este opulento protagonismo que quiere asumir el pastor, no se sabe si destaca más por sus síntomas o por su diarrea.  Y da que pensar que tenga que ser el sexo el vehículo cómplice de tanta proeza. Como si esta secta universal no tuviera ya bastante con los millares de casos de pederastia que se destapan a diario en todo el “urbe et orbi”.

Con la que está cayendo en nuestro mundo en forma de crisis mafiosa de la economía para que venga un “illuminati” cateto a decirle a los millones de parados que tienen que hacer con su sexualidad. Y además, utilizando un verbo latino inadecuadamente al contexto al que quería referirse ( fornicari tiene que ver con  la relación sexual con prostitutas).

Da grima la Iglesia de nuestro país. No han hecho un mínimo ejercicio crítico de su decisiva contribución a una monstruosa guerra civil, no se ha disculpado por ello, recibe una no menos monstruosa subvención estatal, no pagan impuestos, intrigan contra la sociedad, los gobiernos y las leyes  civiles y son de una cortedad de miras y de espíritu que alucina.

Vivo en la misma ciudad que el lumbreras a que me refiero, pero obsceno contra obsceno, creo que estaba en la jaula de los tontos, y, de pronto, lo han soltado.

lunes, 16 de enero de 2012

Ayer se murió y mañana lo entierran. No derramaré una lágrima


No. Las aguas contaminadas de Palomares no contenían el elixir de la inmortalidad. Ha palmaó con exacta contundencia, con cabal exactitud. La muerte no perdona ni a los autoritarios. El agua del Mediterráneo almeriense se contaminó más con sus calzonazos que con lo radiactivo.

Fue el responsable máximo de muchas muertes. Firmó, por delegación de una momia, condenas de muerte, arrancó teléfonos de cuajo, se apropió de la calle, ordenó disparar balas de odio en Montejurra y Vitoria, llamó caballerete a un detenido torturado y arrojado esposado desde una ventana y hoy lo loan como liberal y demócrata. Con su pan, negro y asesino, se lo coman. No derramaré una lágrima.

Dicen que la cabía el estado en la cabeza y es evidente que era de enorme cabezón y que su idea de estado era bien restringida: todo para los que ya tienen y nada para los otros. Franquista medular, falangista, acaparador de cargos y honores, su única pasión era el poder y el mando.

Lo ponen de historiador, diplomático e intelectual y su obra no vale una higa. Hablan de su amor a España y a la libertad y habría que preguntarse a qué libertad y a qué parte de España. No, desde luego a la España y la Libertad de los albañiles manifestantes del espacio que murieron por “disparos al aire” de su policía. Dicen que fue generoso y ejemplar y habría que preguntar en su casa, o a los platos que cada día sobrevivían en ella.

Fue colérico, fascista y vengativo. Se comió una ejemplar rosca queriendo acceder a La Moncloa y tuvo que refugiarse en sus caciques ancestrales para mandar en su Galicia natal. ¿Libertad? ¿Qué libertad? ¿España? ¿Qué España? Las cunetas siguen llenas de cadáveres de asesinados sin identificar. ¿Qué les hablen a ellos de libertad?  ¿Integrador? ¿Qué integración? ¿La del genocidio colectivo?

Padre de la Constitución, impuso en ella una institución inútil y costosa como el Senado, sus alevines de autoridad y sus tijeras recortadoras no se atreven ahora con ella. Tiene bemoles que un ministro falangista, soporte de la dictadura, se nos presente ahora como mecenas de la democracia y la libertad. Y todo porque se ha muerto. Que lo entierren.

Suya fue la calle. Nuestro el desprecio. Que lo entierren.

Ayer se murió. No derramaré una lágrima. Que lo entierren.

jueves, 12 de enero de 2012

El PSOE de Andalucía se ha pasado de la “raya”


Si negro era el panorama electoral del PSOE cara a las próximas elecciones del 25 de marzo, todas las circunstancias que se van conociendo del caso de los expedientes de regulación de empleo (ERES), de la actitud del exdirector general de Trabajo de la Junta, Francisco Javier Guerrero y de su chófer, Juan Francisco Trujillo, lo ponen en una situación de absoluta quiebra.

Que Guerrero entendiera su dirección general como un “cortijo” que administraba a su antojo no es nada casual. Ese ha sido el talante de muchos, no solo directores generales sino consejeros. Que diera dos subvenciones de 450.000 euros de dinero público a su chófer y que está se gastará una buena parte de ellos en buscarle “hierbas y rayas” a su señorito, tampoco.

Desde que Juan Guerra definiera  su actuación como “ahora nos toca a nosotros hacernos nuestro montoncito” está muy claro que esa ha sido la norma de muchos de estos mal llamados “socialistas”. Entender a una Comunidad pobre, retrasada y con el desempleo como lacra como una finca en explotación, donde sólo se medra con el carnet en la boca y donde el acceso a la función pública es un monumental compadreo.

Toda la política de subvenciones de la Junta de Andalucía está bajo sospecha, todos los contratos de las empresas públicas (y Canal Sur), también. Y todos los nombramientos. Y todas las adjudicaciones. Y todos los sueldos.

Los casos de corrupción que afectan al Partido Popular en todo el territorio son escandalosos. Hay todo un entramado que, muy evidentemente, hace sospechar de un elaborado esquema de financiación irregular, pero es inadmisible la gestión andaluza del PSOE, con resonancias a república bananera y de absoluto clientelismo que ha llegado a irritar profundamente a unos y a otros. A tirios  y troyanos.

El PSOE (y no sólo el chófer de Guerrero)  ha cruzado una “raya” en Andalucía que nunca debió cruzar. Su erosión en la conciencia y confianza políticas de los andaluces está por ver, pero las perspectivas son de desastre. Es algo por encima de la fidelidad política, hasta los más adeptos sienten repugnancia de que el escaso dinero de una comunidad de parados y pobres acabe en el oscuro sumidero de unas rayas de coca.