jueves, 4 de marzo de 2021

Un buitre en la Caja "B"

 


Fraga era una materia orgánica con tirantes cuyo fósforo designó a un tal José Mari como su sucesor. Si, un fuego fatuo, ególatra y cainita, que se cree el enviado del Altísimo para convencer a los humanos que serán más felices votando a su bigote.

Dios le ha dado un envoltorio de liberal de extrema derecha, chulo, lenguarón y procaz que sólo se vende por su envase. Es una representación de sí mismo, por lo que puede entrarnos la duda si existe o es un ectoplasma de la miseria humana diciendo mentiras continuas.
José Mari no pasaría de ser un dogmático de la derecha arranca teléfonos, si los grandes del ladrillo y los evasores amnistiados por Montoro, no hubieran estado cuarenta años financiándolo en “B”. Era un señor bajito con bigote que se casó con una tonta, amiga de fondos buitre y de los desahucios que ordenaban sus amigos, los jueces, a los que le gusta el jamón en Navidad.

-Oye, chaval. ¿Sabes que es la madre patria?
- ¿ Un panel de rica miel con las moscas del Ibex, acudiendo?
- ¡Pues menos mal que solo son 35!
- Pero hacen una miel –en B- muy rica
-¡Que viva el jamón de Jabugo!

Un día dicen que le hicieron un atentado, pero puede que sólo fuera un ensayo general, Sólo se le cayó el bigote. Y desde entonces, el niñato se cree llamado por Dios para salvar a la humanidad.
Dios no nos ha salvado de la Gurtel, de la Púnika y de mil doscientos casos más, pero entre él y el Eme Punto nos han llenado el país de presidiarios.
El asunto estaba así: si quieres levantar tres ladrillos tienes que pasar por caja.
No importa que gobiernes mal y para el beneficio de los del mismo lado de catre, si la gente y Carlos Herrera, Ana Rosa Quintana y Paco Marhuenda les dicen que tú siempre lo haces bien.

-Vengo a decirles que después de “don Manuel” también se puede hacer política,
-Gracias, muy amable, pero quite los pies de encima de la mesa.
-Es mi hora de descanso, gringo. Y además yo soy anticomunista
-Pues dígale al “Escupe-huesos” que lo suyo parece una chirigota.


Nombró a un gobierno de doce miembros y siete están ahora imputados o han salido de la cárcel. (Esto no se lo preguntó el Évole). El tenía ya la mirada en montañas lejanas y en desiertos de donaciones. La doctrina de Franco le caía a medida. Era católico, ranciamente castellano-leonés y sabía mirar al otro lado.
Algunos teóricos opinan que José Marí no existe en la realidad, que es un nudo de mentiras que ha tomado forma de señor que ensaya una risita en la tele.
¡Qué Dios lo tenga en su gloria!
-

No hay comentarios:

Publicar un comentario