sábado, 19 de diciembre de 2015

Yo acuso (2)




El 1 de diciembre de 2012, publiqué este post. Hoy, por ser el día que es me permito su republicación. Puede que en estos tres años yo haya envejecido, pero creo que el artículo no.

Señor Presidente:
Permitidme que, agobiado por la realidad política y económica que su acción de gobierno ha generado me preocupe de vuestra gloria y os diga que vuestra estrella, tan feliz hasta hace un año, está amenazada por la más vergonzosa e imborrable mancha.
Habéis salido sano y salvo de una desastrosa y mentirosa actuación de gobierno ¡Pero qué mancha de cieno sobre vuestro nombre -iba a decir sobre vuestro mercado- puede imprimir esta abominable política! Y no hay remedio; Lo que llamaís España conserva esa mancha y la historia consignará que semejante crimen social se cometió al amparo de vuestra presidencia.
Puesto que se ha obrado tan sin razón, hablaré. Prometo decir toda la verdad y la diré si antes no lo hace el pueblo con toda claridad.
Es mi deber: no quiero ser cómplice. Todas las noches me desvelaría el espectro de los inocentes desahuciados de sus viviendas a beneficio de inventario de unos bancos cuya sinrazón y codicia nos han hundido en la mayor de las miserias o el recuerdo de los seis millones de seres que amanecen al sol de cada lunes sin el derecho al trabajo que la Constitución les garantiza.
Por eso me dirijo a vos gritando la verdad con toda la fuerza de mi rebelión de hombre de mi tiempo y de mi país. Estoy convencido de que ignoráis lo que sois, un ignorante de la triste realidad que generáis. ¿Y a quién denunciar las infamias de esa turba malhechora de verdaderos culpables sino al que fútilmente se cree la primera magistratura del país?
Señor, la abominación y el daño de vuestra política aumenta de hora en hora.
¿Cuándo vendrá el gobierno verdaderamente fuerte y patriota, que se atreva de una vez a refundir y renovar todo? Conozco a muchas gentes que, tiemblan de angustia ante cada decisión de su penoso gobierno ¡porque saben en qué manos esta la gobernación nacional!
¡En qué albergue de corrupción, favores y dilapidaciones se ha convertido el sagrado asilo donde se decide la suerte de la patria! Espanta la terrible claridad que arroja sobre su antro la protección desaforada a la Banca y los banqueros. Usted gobierna con demencia y estupidez, maquinaciones locas, prácticas de baja policía, costumbres inquisitoriales; el placer de algunos tiranos que pisotean la nación, ahogando en su garganta el grito de verdad y de justicia bajo el pretexto, falso y sacrílego, de la razón de estado. ¡Esa verdad, esa justicia que nosotros buscamos apasionadamente, las vemos ahora humilladas y desconocidas!
Yo Acuso al ministro De Guindos como laborante del capitalismo internacional de anteponer intereses espurios a las necesidades de amplias capas de la población y por desarrollar una política nefasta sometida a los intereses maquinadores de gobiernos y bancos extranjeros.
Yo Acuso al ministro Montoro por haberse hecho cómplice de los defraudadores y esquilmadores de la economía nacional, por alentar la salida de capitales y la evasión de impuestos de las grandes fortunas y empresas y por anteponer a todo, el poder absoluto y abusivo de los bancos.
Yo Acuso a la vicepresidenta, Sáez de Santamaría de actuar contrariamente al Derecho vigente en nuestro país, alentando el fraude de Ley en numerosas ocasiones y haciéndose por lo tanto culpable del crimen de lesa humanidad y de lesa justicia con un fin político y para salvar los intereses de una minoría sectaria de ciudadanos.
Yo Acuso a la ministra de Trabajo, la señora Báñez, por desarrollar, implantar e imponer una ley injusta, desigual y que rompe el equilibrio social, como la llamada de la Reforma Laboral, que deja a los trabajadores en manos exclusivas de sus patronos y a millones de españoles condenados al paro y a la miseria.
Yo Acuso al ministro Gallardón de arruinar el ordenamiento jurídico de nuestro país, de restaurar la cadena perpetua, incentivar los indultos a condenados criminales por atentados contra la seguridad e integridad del pueblo e implantar una Ley de Tasas contraria al principio de una Justicia libre y gratuita con la que ha labrado el imperecedero monumento de su torpe audacia.
Yo Acuso al ministro Wert de intentar acabar con la Educación general, gratuita y laica de este país, de hacinar a los alumnos, incentivar la enseñanza privada, despreciar a los padres de alumnos y a sus representantes, ignorar a los profesores y claustros y conducir hacia la deriva y el caos la Cultura pública, lastrándola de impuestos ominosos y comparativamente lesivos frente al vicio, esperando lo declare víctima de ceguera de los ojos y del juicio.
Yo Acuso a la ministra Mato de intentar liquidar la Sanidad Pública, vendiendo al mejor postor cercano a su partido y su ideología los hospitales y centros de salud, agraviando a miles de profesionales y a la conquista que representaba una Seguridad Social avanzada a un moderado coste, penando a los jubilados y pensionista con un gravoso repago de medicamentos.
Yo Acuso al ministro Soria de ser un inepto, de confundir los voltios con los watios y de plegarse al contubernio de las empresas energéticas, eléctricas y petroleras y permitir la impunidad de tarifas abusivas, que se subastan la miseria y el expolio de los consumidores obligados por este mafia infecta que asola nuestro país y su economía.
Yo Acuso al ministro Fernández de confundir el orden público con los intereses de las oligargías financieras y religiosas que desde la sombra nos dirigen, torturan y maltratan. De servir con prioridad a los intereses de la secta a la que pertenece (Opus Dei) y de querer acabar con los derechos de manifestación y huelga y de apalear fuera de toda consideración humana y de derecho a personas que sólo reclaman lo que la Ley y la Historia les han otorgado.
Yo Acuso a la ministra Pastor de acabar con la inversión pública, al ministro Arias de legalizar la agresión histórica y especulativa contra el medio ambiente, al ministro Morenés de utilizar el gobierno en beneficio de las empresas de armamento y al ministro Margallo de desarrollar una política exterior obsoleta y retrógrada, subordinada al neocolonialismo .
Y por último: Yo le Acuso a Usted, de ser el mayor mentiroso de la historia de nuestro país. De cometer un flagrante fraude electoral tan como establece el artículo .113 de la LOREG. De incumplir todas las propuestas de su programa, por las que se puede considerar que ha ganado las elecciones mediante “Propaganda Maliciosa” -ley orgánica 5/1985, de 19 de junio del Régimen Electoral General. Le acuso de no actuar como un gobierno democrático emergido de la voluntad del pueblo sino de la voluntad de unos golpistas económicos.
En cuanto a las personas a quienes acuso, debo decir que ni las conozco ni las he visto nunca, y las considero como entidades, como espíritus de maleficencia social. Y el acto que realizo aquí, no es más que un medio revolucionario de activar la explosión de la verdad y de la justicia. Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la humanidad y de la que dice “su Patria”, que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma.
Así lo espero.

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