sábado, 18 de abril de 2015

Romance de la pérdida de Fraga




Paseábase Rajoy — por la Moncloa cerrada
Ahora que llama a la Cospe  — ahora consulta a Soraya
                —¡Ay de mi Fraga—

Cartas le fueron venidas — que Génova era registrada
Las cartas echó en el fuego — y al buen juez le perjurara
                —¡Ay de mi Fraga!—

Descabalga de una mula (Soraya), — y en un caballo cabalga (Montoro);
por Plaza Castilla arriba — los juzgados que le llaman
               —¡Ay de mi Fraga!—

Como en las Cortes estuvo, — al mismo punto mandaba
que se hagan amnistías, — fiscales y reguladas
                —¡Ay de mi Fraga!—

Y que las cajas en B— apriesa cierra la tapa,
porque lo oigan los otros, — opositores de llama
                —¡Ay de mi Fraga!—

La oposición que lo oyó— que el disco duro quebraba
uno a uno y dos a dos — al juez Ruz se lo chivara
                —¡Ay de mi Fraga!—

Allí fabló un tesorero, — de esta manera fablara:
—¿Para qué nos llamas presi— para qué es esta llamada?
                —¡Ay de mi Fraga!—

—Habéis de saber, amigos, — una nueva desdichada:
que ya han pillado al Rodrigo — ya han registrado su casa.
               —¡Ay de mi Fraga!—

Allí fabló un tal De Guindos— experto ya en las quebradas
—Bien se te emplea, Rajoy — Rajoy bien se te empleara.
                —¡Ay de mi Fraga!—

Confiaste en “El Cabrón”, — que a Suiza se llevaba
la mitad las donaciones  — que nos daban de soldada
               —¡Ay de mi Fraga!—

Por eso mereces tú — una pena muy doblada:
que te pierdas tú y el PP — y entreguemos la cuchara
                —¡Ay de mi Fraga!—



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