jueves, 15 de noviembre de 2012

La mentira como sistema, norma, ley y procedimiento


 

A estas alturas resulta obvio que Rajoy es el mayor mentiroso de toda la historia hispana. No es que haya dicho alguna mentira, es que “todo” lo que ha dicho es mentira: no iba a subir los impuestos, no iba a subir el IVA, no iba a establecer el copago farmacéutico, iba a respetar los sistemas sanitario y educativo, el poder adquisitivo de los pensionistas, no iba a crear un banco malo, ni se iban a rescatar los bancos con dinero público… Cada que vez abre la boca dice una mentira, si cabe, de mayor alcance y relevancia que la que le ha precedido.

En su entorno (partido, ministros, prensa cavernícola o mediática, palmeros…) se ha creado un efecto de emulación. Todos mienten.

Cualquier hecho que sacuda la vida nacional es afrontado desde la mentira, desde el apriorismo interesado, desde la absoluta falta de respeto a la verdad, a la realidad o a las personas que lo protagonizan.

Las portadas, los editoriales, los comentarios, las tertulias de ABC, La Razón, El Mundo, La Gaceta, Intereconomía, Libertad Digital y demás cavernas de la desinformación están plagadas de monumentos a la estulticia, un camino directo, por otra parte,  al fascismo mental y militante.

Que un ¿periodista? como Herman Tertsch, columnista de ABC y comentarista de Telemadrid, deje grabado, con visos de actualidad al directo, su comentario sobre el desarrollo de la Huelga General un día antes de que se celebre es bien revelador. Es el mismo apriorismo que tienen todos.  Sus cuatro neuronas activas le dicen el “análisis” de la realidad que tienen que hacer, que guste y contente a lo accionistas de la banca de su medio y todos tan contentos. Es la realidad acomodada a su status, un paso inextinguible hacia la absoluta falta de rigor y la claudicación sin reservas de la razón y la inteligencia.

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, se ha vuelto a cubrir de “gloria”, digamos. Por el mismo procedimiento que Tertsch, había cifrado el número de asistentes a la manifestación de Madrid y allá que lo soltó. 35.000.

¿Tendrá esta señora, de marido huido de la Justicia,  alguna idea del pudor, la dignidad o el decoro mental?

No hay la más mínima duda. Estamos otra vez ante las “dos Españas”. Con una sensación salobre en el paladar, constato que hay una España que componen Rajoy, Cospedal, Montoro, Esperanza Aguirre, Rouco, Cifuentes (antes de tomarse “algo”), los banqueros, los curas, Tertsch, el ABC, Marhuenda, La Razón, García Serrano… y otra en la que tratan de vivir los expoliados, de sus trabajos, de sus viviendas y… de la verdad.

Se aprende bien que es el imperio de una nueva fe. Su física y su biología se construye sólo con mentiras.

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