sábado, 24 de noviembre de 2012

Gobernar desde las cloacas


 

La semana previa a las elecciones en Cataluña nos ha puesto sobre el tapete la penosa realidad de la calidad de nuestras instituciones y de nuestra democracia.

Un espectáculo indecoroso de  juego sucio, documentos falsos o auténticos, usados, nada menos que por la primera instancia del Estado en contra del adversario en las urnas. Implicaciones de medios informativos, especializados en la invención de conspiraciones, informes policiales sin autor o peticionario, acusaciones, desmentidos, mucha corrupción de fondo, cuentas en Suiza –que seguramente tendrán todos- y toda la hez y la canalla que padecemos a diario pero enlodecida y enloquecida en la búsqueda del voto perdido.

Para vomitar.  Nuestro gobierno no sólo es parcial, gobierna en beneficio de una minoría corrupta y enriquecida ilegalmente sino que es ruin, chapucero y se apoya en las cloacas del navajerismo político.

No es casualidad que del único ministerio que se hacen encuestas clasificatorias en la UE, al titular de por aquí lo hayan clasificado en el último lugar.  Si De Guindos es el último en su especialidad, ¿dónde pondría a Gallardón o a Wert?

Es denigrante intuir que Rajoy y Pedro Jota se hayan reunido en la sombra para tratar de frenar el loco ascenso de los que, olvidando toda una política derechosa, aún más agresiva en sus recortes y reformas que la del odioso “Estado Central”, podrían alzarse con una incomoda mayoría en Cataluña. Y eso que son primos hermanos. Nada se parece más al PP que Convergencia y sus socios democristianos del diablo.

Las estampas de Goya de la España de cerrado y sacristía, el navajeo y el chulapismo, han cobrado plena vigencia para vergüenza y escarnio general, con la mitad de la caverna mediática echando sapos y culebras del independentismo y, llamando, sin pudor, “ a los guardias”, con tricornio o sin él, para que arrasen sin miramiento democráticos ni vainas.

Si no fuera de vergüenza ajena, que es lo es, esta país sería de pena. Una democracia de pandereta, sustentada en una banca corrupta y quebrada, regida por una chapuceros de la ley que no se capaces ni de tener listos unos impresos para el mismo día que quieren implantar una justicia para ricos.

¡Que sensación de ridículo, asco y absentismo da nuestra realidad! Un presidente, al que en determinados ambientes marginales conocen como la “ Trotona de Pontevedra”, conspirando en una cerrado de bar con un periodista, comprado por el capitalismo internacional, para atribuir o desempolvar un delito a otros, que ellos mismos fomentan y cometen.

La dignidad, la verdad, la tribuna, el aula, han dejado paso a las alcantarillas, al soborno, al choriceo y a unos y a otros arrojándose su propia mierda.

 ¿Valdrían los votos “negativos” o en contra de alguien? Serían mayoría absoluta.

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