jueves, 13 de diciembre de 2012

El Partido Popular trata a los pensionistas como delincuentes


 

Estoy jubilado. Recibo una llamada en mi domicilio. Quieren que apoye con mi presencia una moción en contra del recorte de las pensiones en un Pleno del Ayuntamiento de mi ciudad. No he comido. Son las primeras horas de la tarde. Acudo. 

Hay un centenar de personas.  Una gran pancarta. Saludos. Emoción. Aunque el Pleno es en el Salón Capitular y hay pocas cosas mas públicas y de propiedad colectiva que un Ayuntamiento,  hay que “acreditarse”. Milagros de una “democracia” enlatada.

 Sus “señorías” están almorzando. El Pleno está suspendido por veinte minutos.  Son las cuatro y cuarenta y el acto no se ha reanudado.  Democracia retrasada. Y comilona.

Llega el turno. Dos dirigentes sindicalistas se ha inscrito para intervenir. Les dan la palabra. German, de UGT, es un viejo rockero del sindicalismo, trabajó como emigrante en Brasil y Alemania, su voz suena un punto violenta, pero es firme, contundente, se dirige a la bancada del PP: “Nos estáis robando”. “Estáis metiendo la mano en nuestra cartera”. Los interpelados, repeinados, con corbatas de seda de brillantes colores, palidecen.

Antonio, de CC.OO, telefónico, es un veterano sindicalista, de una familia transversal de luchadores antifranquistas. Sus modales son refinados, educado, tiene apostura de buen parlamentario. “No sólo recortáis nuestras pensiones, es que queréis acabar con el sistema público. No lo vais a conseguir”.

El silencio se hace espeso. Los de la gomina y las concejalas  fashión tragan saliva. Le dan la palabra a un portavoz, más pijo y repeinado que ninguno. Verbo clónico. Habla como Aznar, como la Sáenz, argumento infantil: “Dónde estabais cuando Zapatero recortó las pensiones”. ¿Pregunta o acusa?

Yo lo se. En el mismo sitio. En la calle o detrás de la pancarta- que estaba hecha y es la misma de hace tres años-. Conozco a todos.  He discrepado y competido sindical y políticamente, de manera dura, con muchos de ellos, pero los conozco. Son gente cabal, honesta, consigo mismo y con los demás.

Hay un dictador de andar por plenos, antiguo y eterno militante de AP, que votó en contra de la Constitución y del Estatuto de Autonomía, que ha llegado hace un cuarto de hora a la democracia y que ahora ejerce de “moderador” y presidente del Pleno –no es el Alcalde Presidente que está refugiado en tablas- que no le da la palabra a los interpelados.

El círculo vicioso-virtuoso, yo te insulto-pregunto y mi colega presidente no te da la palabra. Así la corbata verde no me aprieta. A los insulto-interperlados,  que no se callaron con Franco ni con Fraga, se le atragantan cincuenta años de lucha en la garganta. No se callan.

Y el dictador, digo el presidente, nos expulsa del Pleno. A todos. A los interpelados sin voz, a los que fueron clandestinos cuando la calle era de un gallego montaraz, a los que tienen el pelo blanco y a los que no tienen ninguno y no han almorzado.

Voy por los pasillos de unas Casas Capitulares que yo ayudé a inaugurar, hace veinte y algo años, escoltado por recios policías locales que nos miran y dirigen como a delincuentes. Los que van conmigo, camino del frío y de la noche, son personas que me provocan un sentimiento que trasciende de la admiración. Son mis iguales, mis amigos, mi condición, mi generación, mi clase. Por encima de mis disputas en tajos, mítines y asambleas, los quiero, son los míos.

Son gente dura, honrada, podían estar, a sus sesenta y muchos años, al calor de la estufa y de su sillón, cuidando a sus nietos o a sus hijos por los que han hecho jornadas interminables de trabajo y de lucha personal. Pero no, están ejerciendo un noble derecho de una democracia por la que han luchado más que nadie: el de protestar, el de no resignarse a que le roben o atraquen.  Hay en ello una grandeza. Frente al terrorismo social de los paracaidistas de la democracia sobrevenida.

Rememoro la intervención de Antonio: “No los vais a conseguir”. No. No van a conseguir que nos sintamos delincuentes por más que un talibán de la derechona franquista nos expulse de la Casa de Todos, por más que una decena de  jamelgos de “su” orden nos rodeen con porras y pistolas reglamentarias. Tenemos algo que ellos no tendrán nunca: dos legitimidades, la histórica y la personal. Ellos sólo tiene sus corbatas verdes, sus concejalas fashión –mitad rayos UVA y mitad colegio de monjas- y cuatro porras prestadas.

A la salida del Pleno, en la calle, comprobamos que el dictador que votó en contra de la Constitución ha pedido refuerzos para su democracia de cartón piedra. Hercúleos guardias nacionales, los antiguos grises, cuidan de que un centenar de ancianos, “rojos de mierda”, no pongan en peligro ni a la mayoría absoluta ni al sistema, ese que está hecho de silencios impuestos, robos y atracos decretados.  Y demócratas de hace un cuarto de hora.

Afuera, en la calle, están el frío y la noche. Y un sistema social, trufado de terroristas sociales y talibanes de pasado y presente totalitario.   Y,  quizás, el fascismo.

martes, 11 de diciembre de 2012

Bravos, mansos y sobreros


 

El “desministro” Wert se ha definido a sí mismo como “un toro bravo que se crece en el castigo”. Resulta evidente que este morlaco, además de poca originalidad – Miguel Hernández usó mucho más certeramente esta expresión en el verso 9, soneto 23,  del “Rayo que no cesa”- no es muy bravo que digamos. Es más bien un “manso” de mucho cuidado e inclusive  un “cabestro” o “marrajo” de considerables dimensiones.

Por su andar por la plaza, huido, rebuscón, refugiado en tablas y manseando ante los del castoreño, está dando muestras de poca clase, encaste y bravura.  Ha ido mal al caballo, echando la cara arriba, flojeando de los cuartos traseros y perdiendo las manos en cada embroque, por lo que ha sido condenado a banderillas negras.

Se ha refugiado en las tablas del acuerdo secreto con la “Conferencia” y corneado a traición a la comunidad educativa, tirando peligrosos derrotes a profesores, alumnos y padres. Se ha arrancado de sopetón contra la cuadrilla catalana y ha abierto la boca por falta de aire y bravura.

Le ha pegado un cornalón mortal a la Educación para la Ciudadanía y se ha rendido de patas y manos ante las exigencias del verduguillo de los obispos, sembrando el terror en el ruedo y las cuadrillas con su cornamenta bizca y desigual, de corniveleto de la derecha clasista.

De poca nobleza y falto de casta, su embestida descompuesta y al arreón, ha propiciado el descrédito de todo el lote de los de su camada y mala sangre, y la bronca del respetable al mayoral de su ganadería, que ha tenido que salir del ruedo protegido por los guardias.

El hierro del PP ha quedado en entredicho, por la desastrosa lidia de otros erales o sobreros como “Gallardón”, “Báñez” o “Islero de Rajoy”, de divisa azul y gaviota, novillos embolaos de la crisis y el trinque, reservones y malintencionados y camino de quedar únicamente para lidias grotescas o menores como las del “Bombero” o “Enanito” toreros.

Lo dijo el genio de Orihuela: “Nunca medraron los bueyes en los páramos de España”.

Nada de bravo, un buey.  O cabestro.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Llanto y coplas por la muerte de la Constitución


 

Incumplida, olvidada, muerta: Constitución.

Relegada, extenuada, limitada: Constitución.

Ineficaz, arbitraria, azorasosa: Constitución.

Abstraída, rota, instrumentada: Constitución.

Ciega, espesa, deshuciadora: Constitución.

Residual, desecha, inquietante: Constitución.

Anulada, ornamental, mentirosa: Constitución.

Desempleada, reiventada, bostezante: Constitución.

Acopiada, envilecida, prostituida: Constitución.

 

¡Oh excelsa ley, oh ley de leyes!

Mancillada por oligarquía

Rota en su sabiduría

Ni noble ni esperanzada.

 

¡Oh instrumento de la burguesía,

Que privilegia el fraude y la ladroncia!

¡Oh siempre manipulada norma mía

Tanto por gaviotas  cuanto por capullos!

 

Si entre aquellas rüinas y despojos

Que corrupción y robo bañan

Tu memoria no fue alimento mío,

Nunca merezcan mis ausentes ojos

Ver tu justicia, parlamento y casa,

Tu libre voz, ¡oh flor pisoteada de España!

domingo, 2 de diciembre de 2012

El “enorme agradecimiento” de los pensionistas a Rajoy


Rafael Merino es del Partido Popular. Rafael Merino fue alcalde de Córdoba por ese partido. Rafael Merino, después de muchos años y legislaturas silentes, haciendo de convidado de piedra y cobrando nominas y dietas como diputado, es el actual portavoz adjunto de esa “partía”.

Recuerdo de mi etapa profesional la antesala de una rueda de prensa. Un compañero de profesión, muy cercano al partido de Merino, dijo de él que “se fuma hasta las hojas de parra”.

No sé de que fruto -¿cannabis sativa?- ha fumado esta vez Rafael Merino, no sé que “ciego” ha bañado las neuronas de “Rafaelito el de Gaudi” –Gaudí es una cervecería cordobesa que cierra de madrugada-, pero tras el atraco perpetrado por la jauría pepera a las pensiones ha dicho: “los pensionistas están enormemente agradecidos a Rajoy”.

Yo soy pensionista y es tal el “agradecimiento” que le tengo a Rajoy en estos momentos que me sale por las narices, los ojos y hasta el ombligo.  Y estoy que me fumaría no ya a las hojas de parra, sino a Merino, Báñez y hasta Rajoy vestido de “picaor”. 

Algunos, deslenguados, dicen que Rafaelito se bebe hasta la lejía, pero yo creo que no, que antes de convertirse definitiva e irrevocablemente en una esponja, Merino portavoceara al PP con todos los “grados” que tenga en su sangre.

Y para que no se crea Aznar que tan solo él habla con Dios y tiene mandatos divinos para “liderar” a la humanidad que no conoce el catecismo pepero, yo también hablo con Dios. Con el mío. Una mezcla del Eros griego, el Thor escandinavo y el aroma de los troncos ardiendo en la chimenea.

Todavía no es invierno oficial pero hace mucho frío. Así que, iluminado por un haz de luz cegadora, envuelto en su nube de tormentas y una creciente selene, mi dios me ha dicho  que ayude a la desinfección del país de la chusma, mugre y roña pepera. Y combinándolo con el combate contra el frio, allá que estoy quemando “troncos”.

Me imagino al Merino en forma de tronco de encina, y, a la pira. A otro tronco le encuentro la forma de la Báñez -antes de que se le apareciera la Virgen del Rocío-, y, a la lumbre. Y en esta inacabable luz, en pleno jolgorio, arrimo a las llamas a troncos con la forma de Aznar y de Rajoy, substanciado como “La Trotona de Pontevedra”.

Dijo mi paisano Góngora: “tenga yo lleno el brasero de bellotas y castañas, y quien las dulces patrañas del rey que rabió me cuente”.  Eso.

Mi brasero está lleno de “enormes agradecimientos” y “chorizos” que revientan en el asador. En la misma frontera de lo onírico con la realidad, en el punto querido por Al-Mutamid, el rey poeta de Sevilla, ese de la duda entre lo real y el sueño, no estaría mal que estos chorizos reventarán.

 

sábado, 1 de diciembre de 2012

Yo acuso


Señor Presidente:

Permitidme que, agobiado por la realidad política y económica que su acción de gobierno ha generado  me preocupe de vuestra gloria y os diga que vuestra estrella, tan feliz hasta  hace un año, está amenazada por la más vergonzosa e imborrable mancha.

 Habéis salido sano y salvo de una desastrosa y mentirosa actuación de gobierno  ¡Pero qué mancha de cieno sobre vuestro nombre -iba a decir sobre vuestro mercado- puede imprimir esta abominable política! Y no hay remedio; Lo que llamaís España conserva esa mancha y la historia consignará que semejante crimen social se cometió al amparo de vuestra presidencia.

 Puesto que se ha obrado tan sin razón, hablaré. Prometo decir toda la verdad y la diré si antes no lo hace el pueblo con toda claridad.

 Es mi deber: no quiero ser cómplice. Todas las noches me desvelaría el espectro de los  inocentes desahuciados de sus viviendas a beneficio de inventario de unos bancos cuya sinrazón y codicia nos han hundido en la mayor de las miserias o el recuerdo de los seis millones de seres  que amanecen al sol de cada lunes sin el derecho al trabajo  que la Constitución les garantiza.

 Por eso me dirijo a vos gritando la verdad con toda la fuerza de mi rebelión de hombre de mi tiempo y de mi país.  Estoy convencido de que ignoráis lo que sois, un ignorante de la triste realidad que generáis. ¿Y a quién denunciar las infamias de esa turba malhechora de verdaderos culpables sino al que fútilmente se cree la primera magistratura del país?

 Señor, la abominación  y el daño de vuestra política aumenta de hora en hora.

 ¿Cuándo vendrá el gobierno  verdaderamente fuerte y patriota, que se atreva de una vez a refundir y renovar todo? Conozco a muchas gentes que, tiemblan de angustia ante cada decisión de su penoso gobierno  ¡porque saben en qué manos esta la  gobernación nacional!

 ¡En qué albergue de corrupción, favores  y dilapidaciones se ha convertido el sagrado asilo donde se decide la suerte de la patria! Espanta la terrible claridad que arroja sobre su antro la protección desaforada a la Banca y los banqueros.  Usted gobierna con  demencia y estupidez, maquinaciones locas, prácticas de baja policía, costumbres inquisitoriales; el placer de algunos tiranos que pisotean la nación, ahogando en su garganta el grito de verdad y de justicia bajo el pretexto, falso y sacrílego, de la  razón de estado. ¡Esa verdad, esa justicia que nosotros buscamos apasionadamente, las vemos ahora humilladas y desconocidas!

 

Yo Acuso al ministro De Guindos  como laborante  del capitalismo internacional de anteponer intereses espurios a las necesidades de amplias capas de la población  y por desarrollar una política nefasta  sometida a los intereses maquinadores de gobiernos y bancos extranjeros.

Yo Acuso al ministro Montoro por haberse hecho cómplice de los defraudadores y esquilmadores  de  la economía nacional, por alentar la salida de capitales y la evasión de impuestos de las grandes fortunas y empresas  y por anteponer a todo, el poder absoluto y abusivo de los bancos.

 Yo Acuso a la vicepresidenta, Sáez de Santamaría de actuar contrariamente al Derecho vigente en nuestro país, alentando el fraude de Ley  en numerosas ocasiones y  haciéndose por lo tanto culpable del crimen de lesa humanidad y de lesa justicia con un fin político y para salvar los intereses de una minoría sectaria de ciudadanos.

 Yo Acuso a la ministra de Trabajo, la señora Báñez,   por desarrollar, implantar e imponer una ley injusta, desigual y que rompe el equilibrio social, como la llamada de la Reforma Laboral, que deja a los trabajadores en manos exclusivas de sus patronos y a millones de españoles condenados al paro y a la miseria.

Yo Acuso al ministro Gallardón de arruinar el ordenamiento jurídico de nuestro país, de restaurar la cadena perpetua, incentivar los indultos a condenados criminales por atentados contra la seguridad e integridad del pueblo e implantar una Ley de Tasas contraria al principio de una Justicia libre y gratuita  con la que ha labrado el imperecedero monumento de su torpe audacia.

 Yo Acuso al ministro Wert de intentar acabar con la Educación general, gratuita y laica de este país, de hacinar a los alumnos, incentivar la enseñanza privada, despreciar a los padres de alumnos y a sus representantes, ignorar a los profesores y claustros  y conducir hacia la deriva y el caos la Cultura pública, lastrándola de impuestos ominosos y comparativamente lesivos frente al vicio,  esperando lo declare víctima de ceguera de los ojos y del juicio.

Yo Acuso  a la ministra Mato de intentar liquidar la Sanidad Pública, vendiendo al mejor postor cercano a su partido y su ideología los hospitales y centros de salud, agraviando a miles de profesionales y a la conquista que representaba una Seguridad Social avanzada a un moderado  coste, penando a los jubilados y pensionista con un gravoso repago de medicamentos.

Yo Acuso al ministro Soria de ser un inepto, de confundir  los voltios con la watios  y de plegarse al contubernio de las empresas energéticas, eléctricas y petroleras y permitir la impunidad de tarifas abusivas, que se subastan la miseria y el expolio de los consumidores obligados por este mafia  infecta que asola nuestro país y su economía.

Yo Acuso al ministro Fernández de confundir el orden público con los intereses de las oligargías financieras y religiosas que desde la sombra nos dirigen, torturan y maltratan. De servir con prioridad a los intereses de la secta a la que pertenece (Opus Dei) y  de querer acabar con los derechos de manifestación y huelga y de apalear fuera de toda consideración humana y de derecho a personas que sólo reclaman lo que la Ley  y la Historia les han otorgado.

Yo Acuso a la ministra Pastor de acabar con la inversión pública, al ministro Arias de legalizar la agresión histórica y especulativa contra el medio ambiente, al ministro Morenés de utilizar el gobierno en beneficio de las empresas de armamento y al ministro Margallo de desarrollar una política exterior obsoleta y retrógrada, subordinada al neocolonialismo .

Y por último: Yo le Acuso a Usted, de ser el mayor mentiroso de la historia de nuestro país. De cometer un flagrante fraude electoral  tan como establece el artículo .113 de la LOREG.  De incumplir  todas las propuestas de su programa, por las que  se puede considerar que ha ganado las elecciones mediante "Propaganda Maliciosa" -ley orgánica 5/1985, de 19 de junio del Régimen Electoral General. Le acuso de no actuar como un gobierno democrático emergido de la voluntad del pueblo sino de la voluntad de unos golpistas económicos.

 En cuanto a las personas a quienes acuso, debo decir que ni las conozco ni las he visto nunca, y  las considero como entidades, como espíritus de maleficencia social. Y el acto que realizo aquí, no es más que un medio revolucionario de activar la explosión de la verdad y de la justicia. Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que la luz se haga, y lo imploro en nombre de la humanidad y de la que dice “su Patria”,  que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma.

 Así lo espero.

jueves, 29 de noviembre de 2012

“Te necesito vivo para que lideres a la humanidad” (Dios a José María Aznar)


"La primera vez que supe que no era un ser humano corriente, lo recuerdo bien, fue cuando ETA voló mi coche conmigo dentro. Salí de allí, envuelto en llamas, y pensé: ¿cómo es posible que haya sobrevivido? Nadie se lo explicaba. Los médicos no encontraban una respuesta, tampoco mi personal de seguridad. A todo el mundo le pareció milagroso. Esa noche soñé con Dios. Era una luz, no tenía rostro, pero sí voz. Me iluminó con su haz y me dijo: "José Mari, si te he salvado es porque te necesito vivo para que lideres a la humanidad". Me dijo un par de cosas más, pero son personales. Aquella experiencia me cambió, por supuesto. Desde entonces soy mucho más humilde."

José María Aznar. Memorias.

 

¡Anda, la hostia! ¡Y yo con estos pelos!

Ahí donde lo ven, este señor con un punto entre el gran Chaplin y el enloquecido Adolfo, ha sido nada menos que presidente de una desgracia llamada Españas durante ocho años.

¡Ahora empiezo a explicarme muchas cosas! Por ejemplo, porqué este país se ha ido a la porra. Con mitómanos, iluminados y salvadores como esté el resultado no podía ser otro.

 

                -Oiga, está José Mari.

                -Está destapando la Botella. ¿Quién le llama?

                -¡El Supremo Hacedor de tontos, en persona!

                - ¡Tenga paciencia con él, sufrió un duro golpe en la cabeza!

 

Yo lo dice él en sus memorias, José Mari no “es un ser humano corriente”. Es un demente desnortado, un botijo con bigote y un garañón fascista de medio pelo. La certificación absoluta del absoluto declive y degeneración de la “marca España”. Si la “marca” es capaz de generar un presidente como José Mari y un ministro como Gallardón, y en tan corto espacio de tiempo, es que ha entrado en reset y en la alcantarilla mental, de golpe.

Este loco de los cojones, que se mueve entre las candilejas de la corrupción, mitad  cardenalicio y mitad hortera yankee, es la vertebración de la soflama pepera con chorreras, un discurso de cocheros para ocho millones de votantes. Freud no perdona.

España es a la democracia como la bellota a los cochinos, y hasta por el ombligo nos sale la debilidad mental. Lo milagroso es que no se hayan caído los edificios, los autobuses circulen y salga agua de los grifos. ¡Con este percal mandando podía haber ocurrido cualquier cosa!

                -Basta, basta.

                -¡Quiero “liderar” al mundo, me lo ha dicho el Altísimo en persona!

                -A ver, la camisa de fuerza y que llamen a la Botella.

                - No puede venir, tiene una reunión con los pederastas “Legionarios de Cristo”

                -¡Al manicomio, los dos!

 

Era una luz, no tenía rostro, pero sí bigote.  Y entre Mariano y Rodrigo, eligió  al primero. Fue como un salto mortal, entre Guatemala y Guatepeor, el asalto al palacio de invierno, entre banqueros de rebusca y jamelgos de plastilina.  Ahora, antes de que la Piel de Toro se convierta en el mayor manicomio al aire libre, lo venden en librerías.

 Y el Verbo se hizo chorizo, y habitó entre nosotros. 

Sólo los tontos pagan impuestos


La noticia aparecía perdida en la página par de un periódico. Sin apenas titulares. Decía: “30 grandes empresas españolas usan paraísos fiscales para evadir impuestos”. Las treinta empresas, según un informe del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa, son todas integrantes del IBEX-35. Es decir las empresas más importantes del país y entre ellas están el Banco del Santander, Repsol, Telefónica, el BBVA, Endesa, Iberdrola…

En el año 2010, los ciudadanos españoles entregaron a Hacienda el 11,5% de sus ingresos, mientras que las empresas del IBEX-35 aportaron el 9,9% de sus beneficios. El estudio señala además que ninguna de las firmas ofrece datos desglosados de los impuestos que pagan en cada uno de los países en los que están presentes.

Belice, Islas Caimán y hasta la extravagante isla de Man, en el Canal de la Mancha, son algunos de los destinos que “nuestros ejemplares empresarios” eligen para “no” pagar sus impuestos.

Llegados a estas alturas uno no tiene más que remedio que preguntarse, ¿Es que en nuestro país no hay inspectores de Hacienda, ni fiscales, ni jueces? Dando por descontado que no hay gobernantes, ya que los que hay, o se disfrazan de tales, son meros lacayos al servicio de estas empresas, ¿No hay nadie que ponga coto a tal desafuero, Constitución o Código Penal en mano?

Con motivo de la pasada huelga general hemos oído al corifeo de la caverna mediática –que en su mayoría son propiedad de estas mismas empresas- hablar del “enorme daño” que se producía al país con estas convocatorias y de la irresponsabilidad de los sindicatos que “no arrimaban el hombro” para lograr la recuperación de nuestra debilitada economía.

¿En qué quedamos? ¿Se puede tener el cinismo de hablar de esfuerzos comunes, de sacrificio o de solidaridad cuando los ingenieros financieros contratados por esta caterva de ladrones se las ingenian para pagar los escasos impuestos que tributan en el paraíso fiscal que le pilla más o mano?

Nuestro país es de chiste.  Arrasan con derechos de personas y gentes, arruinan nuestra economía y nuestras vidas y los que tendrían que pagar más impuestos por ser los que más ganan se van de rositas a Belice a domiciliar el pago de sus nunca conocidas cuentas.

El mismo día que leía esta noticia, deliberadamente perdida en el oscuro rincón de un periódico, conocía como una jueza del Ferrol había impuesto una condena de dos años al atracador de una charcutería que se había llevado como botín…35 euros. Vale que fuera un atraco a punta de navaja y con violencia, pero la cuenta sale a 17,50 euros por año de cárcel.

De mantenerse esta proporción, a alguien que tiene mucho que ver con la Casa Real, le podría caer una condena de 1.500 años de cárcel, que nadie verá y, con suerte, el año próximo, podrá encontrar en el rincón más perdido de un triste periódico de provincias la noticia de que ya no son 30 las empresas del Ibex-35 las que pagan sus impuestos en paraísos fiscales, porque ya serán las 35.

Responsabilidades fiscales y penales aparte, en este país sólo pagan impuestos y cumplen condena los tontos.  La gran tortilla de “listos”, ricos, banqueros, políticos y corruptos varios van a comulgar con Rouco antes de tomar el avión para Suiza o las islas Caimán.

Más vehemente que su ocasional santidad es su patriotismo. Hay que oírlos reclamando el derecho a la libertad y al trabajo, las vísperas de los días de huelga. Sólo.