lunes, 26 de noviembre de 2012

La Justicia, los fascistas y los marqueses


Este verano se produjo un hecho “terrible”.  Unos “desalmados”, empujaron a la cajera de un supermercado de un pueblo andaluz.  Cómo sería de grave el asunto, que la señora Marquesa de Salvatierra, a la sazón, “Defensora del Pueblo” y otras hierbas, se rebulló de su  bien retribuido asiento y pidió las penas del infierno eterno para los autores del tremendo atentado a la democracia y a la propiedad privada.

En este lluvioso otoño, Alberto Gallardón, a la sazón Ministro de Justicia y yerno de un ilustre franco-fascista, de los que se tiran al monte a cazar rojos, se ha cepillado el principio de justicia universal y gratuita, ha impuesto una Ley de Tasas,  que entre otras lindezas, impone a las mujeres maltratadas el pago de una tasa de 980 euros si quieren iniciar un trámite de divorcio contra sus agresores.

¿Qué que ha dicho la señora marquesa?  Nada, nada, nos sigue “defendiendo”, en silencio, porque  a pesar de no poner las tetas sobre la mesa, los franco-fascistas, disfrazados de ministros, se siguen limpiando en las cortinas de la democracia.

Obvio es resaltar que la señora marquesa es del mismo partido, o partida, que el franco-fascista ministro, y que la señora de Salvatierra, por muy “defensora” que sea, no se quiere indisponer con tan ilustres integrantes de la camada negra.  

El “crimen” es que unos jornaleros empujen a una cajera y se lleven seis carros de arroz y garbanzos a un banco de alimentos para obreros en paro, que el Fallardón nos retrotraiga al siglo XI no mueve a ninguna acción, protesta o contorneo a la flaqueante defensora de las narices.

Alberto Gallardón pasara a los anales de la historia como el alcalde de Madrid que más ha endeudo a la ciudad y como el Ministro de Injustica que ha logrado poner de acuerdo a jueces, fiscales, abogados, querellantes y demandantes. División de opiniones. Unos se acuerdan de su padre y otros de su madre.

La Señora Marquesa es el perfecto daguerrotipo de esta democracia “azul”, una defensora, que desde su cortijo, “defiende” al pueblo que le viene enfrente. El mayor banquero –no se si el mayor ladrón- se llama “Botín”. La Ministra de Sanidad, “Mato” y quien autoriza los botellones con víctimas en los madriles, “Botella”.  Así todo.

Ahora, cuando un jubilado, estafado por los bancos por la compra de “participaciones preferentes” de A Coruña, pongamos por caso,  tenga que anticipar 3.000 euros como tasas judiciales, se acordará del ministro del ramo, y de que la Defensora del Pueblo sigue en “Soledad” y que, todos, como becerros, tragamos, con ella, con su partido y con el fascismo imperante.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Gobernar desde las cloacas


 

La semana previa a las elecciones en Cataluña nos ha puesto sobre el tapete la penosa realidad de la calidad de nuestras instituciones y de nuestra democracia.

Un espectáculo indecoroso de  juego sucio, documentos falsos o auténticos, usados, nada menos que por la primera instancia del Estado en contra del adversario en las urnas. Implicaciones de medios informativos, especializados en la invención de conspiraciones, informes policiales sin autor o peticionario, acusaciones, desmentidos, mucha corrupción de fondo, cuentas en Suiza –que seguramente tendrán todos- y toda la hez y la canalla que padecemos a diario pero enlodecida y enloquecida en la búsqueda del voto perdido.

Para vomitar.  Nuestro gobierno no sólo es parcial, gobierna en beneficio de una minoría corrupta y enriquecida ilegalmente sino que es ruin, chapucero y se apoya en las cloacas del navajerismo político.

No es casualidad que del único ministerio que se hacen encuestas clasificatorias en la UE, al titular de por aquí lo hayan clasificado en el último lugar.  Si De Guindos es el último en su especialidad, ¿dónde pondría a Gallardón o a Wert?

Es denigrante intuir que Rajoy y Pedro Jota se hayan reunido en la sombra para tratar de frenar el loco ascenso de los que, olvidando toda una política derechosa, aún más agresiva en sus recortes y reformas que la del odioso “Estado Central”, podrían alzarse con una incomoda mayoría en Cataluña. Y eso que son primos hermanos. Nada se parece más al PP que Convergencia y sus socios democristianos del diablo.

Las estampas de Goya de la España de cerrado y sacristía, el navajeo y el chulapismo, han cobrado plena vigencia para vergüenza y escarnio general, con la mitad de la caverna mediática echando sapos y culebras del independentismo y, llamando, sin pudor, “ a los guardias”, con tricornio o sin él, para que arrasen sin miramiento democráticos ni vainas.

Si no fuera de vergüenza ajena, que es lo es, esta país sería de pena. Una democracia de pandereta, sustentada en una banca corrupta y quebrada, regida por una chapuceros de la ley que no se capaces ni de tener listos unos impresos para el mismo día que quieren implantar una justicia para ricos.

¡Que sensación de ridículo, asco y absentismo da nuestra realidad! Un presidente, al que en determinados ambientes marginales conocen como la “ Trotona de Pontevedra”, conspirando en una cerrado de bar con un periodista, comprado por el capitalismo internacional, para atribuir o desempolvar un delito a otros, que ellos mismos fomentan y cometen.

La dignidad, la verdad, la tribuna, el aula, han dejado paso a las alcantarillas, al soborno, al choriceo y a unos y a otros arrojándose su propia mierda.

 ¿Valdrían los votos “negativos” o en contra de alguien? Serían mayoría absoluta.

jueves, 22 de noviembre de 2012

La “Patria”, de rebajas.


En España hay muchos “patriotas”. Si, esa especie de celtíberos aficionados a las corridas de toros, el folclore y  que cantan el “Soy español, español” a poco que Iniesta le marque un gol a Bashutolandia. 

Lo cual no impide que esos “patriotas”, sin quitarse el disfraz, con montera y tricornio, hayan evadido en un solo semestre 400.000 millones de euros a las bancas suizas y alemanas.  ¡Que una cosa son las esencia patrias y otra la seguridad en la cuenta corriente!

A uno de esos “patriotas”, ministro de Medio Ambiente, criador de toros de lidia y caballos jerezanos, se le ha ocurrido la idea de premiar con la nacionalidad española gratuita a todo aquel que compre una vivienda,  de las  de más de dos millones que están sin ocupar en Españistan, por un mínimo de 160.000 euros.

Esto viene a ser como cuando los charlatanes de las ferias te decían que: “además de la pluma y  el bolígrafo, le regalo un lote de cuchillas de afeitar marca La Bellota”.

Pues eso, a este señorito jerezano por vía braguetal, no se le ha ocurrido que la propiedad “legítima” de una parte de esas viviendas -otra cosa es la “legal”- es de cuatrocientos mil “españoles” que tuvieron la desgracia de adquirir su nacionalidad al nacer y una vivienda hipotecada poco después.

Si el alcalde de Móstoles renaciera podría decir aquello de “Españoles, la patria está en venta, víctima de la perfidia mercantilista”. Un mercantilismo barato que se dirige, principalmente, a las economías emergentes rusa y china y que si nadie lo remedia hará que, por ejemplo, un banco ruso pueda adquirir un paquete de 1000 viviendas por el módico precio de 150 millones y, además, de regalo, le donen mil pasaportes gratuitos para los mafiosos que guste mandar.

Al ministro en cuestión le ha preguntado la prensa procaz por el tema y ha respondido “que está ya ocurre en otros países”. Lo que no ha dicho es el precio. Por ejemplo, en Portugal “las tarifas” son algo más altas, 500.000 euros por pasaporte. En Irlanda, llegan al millón y en Francia a los diez millones.

A mi me ha recordado esto a aquel político lenguaraz que despotricaba de una de las profesiones mas honorables y antiguas de la humanidad y decía que “lo malo no es ser puta, sino serlo barata”.

Pues eso. Aquí, los patriotas venden por un plato de lentejas la sustancialidad de su patriotismo. Putos y baratos. Es confundir la Patria con un mercado de acelgas. La velocidad con el tocino.

A este paso, cualquier día te venden el tocino. Y te regalan la “velocidad”.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Inquina, safari, acoso y derribo de los sindicatos


“Que no me duele/tener la boca cerrada/sois vosotros quien ha hecho/del silencio palabras”. Lluis Llach.

 

El facherío hispano anda rabioso y revuelto. Intuye,   –su capacidad intelectiva y cognoscitiva no da para mas- que los sindicatos son el último obstáculo para el completo imperio de su troglodita ultraliberalismo, y andan a trancazo limpio contra todo lo que sea capaz de hacer, convocar u organizar una mínima defensa social.

Si el debate se estableciera en términos de “vergüenza”, seria de eso, de la ajena, contemplar el espectáculo de la bazofia de medios o banderines de enganche de la legión capitalista, arremetiendo con plumas compradas por la canalla banquera o empresarial contra instituciones, personas o civilidades que representan el único oxígeno, no transido de mercantilismo servil, de la triste España, del triste Rajoy, del triste PP,  de la triste cleptocracia de los cojones que nos gobierna.

Abrir una portada de ABC, La Razón, El Mundo, Libertad Digital, La Gaceta o Intereconomía es sumergirse de lleno en la mentira, en el escarnio mental de la razón, la historia y el derecho de gentes y acceder a un mundo tóxico y oligárquico.

Los libelos contra sindicatos y sindicalistas son frecuentes, cobardes y oxidados. Se les nota la rabia, el pelo de la dehesa y el latrocinio detrás.

Se dimensionan las “graves consecuencias económicas” para “su” patria de mangantes de una acción de huelga y se olvidan del estropicio de su burbuja ladrillera, lo que han robado y roban sus banqueros y bancos y, el monumental fraude fiscal de sus empresarios, notables con Sicav y patriotas  evasores “suizos” (400.000 millones de euros en sólo un semestre de 2012).

Se pontifica sobre “la violencia inadmisible” de los piquetes y se ignoran las amenazas reales y por escrito de despido de  sus empresas talismán (El Corte Ingles y Mercadona) y las coacciones generalizadas, en forma de “piquete empresarial”, de sus protegidos de la CEOE.

Nos expulsan de nuestras  casas por decenas de miles, por mandato imperativo de bancos agujereados de trampas e indemnizaciones millonarias, que costeamos y rellenamos entre todos y se pasan por el arco del triunfo los mandatos constitucionales de la justicia gratuita, el derecho al trabajo y a la vivienda.

Se acuerdan del “derecho al trabajo” sólo en vísperas de una huelga, y en el resto de días, seis millones de conciudadanos se “joden”, a solas, y sin trompetería.

Hacen una cuestión de estado el empujón a una cajera de supermercado y se quedan mudos, ciegos y bizcos de cuerna y pluma, cuando gorilas uniformados y sin identificar, abren la cabeza a menores de 13 años o arrastran y apalean a mujeres y ancianos, sirviendo, al mismo tiempo, de mamporreros del fascismo y de los oligopolios.

Ningunean nuestras manifestaciones, protestas y presencia en la calle. Sus borborígmicas “delegadas del Gobierno” hacen el mayor de los ridículos con sus “35.000” donde hay millones de almas indignadas, con su monda inteligencia pepera, humeando en el mismo caldo de bankias y guerteles.

El 83 % del esfuerzo fiscal y de recortes se han dirigido y aplicado  a las clases populares de este país de pandereta, mientras las grandes fortunas, la Iglesia y el “sursum corda” de esa incivilizada y tórrida clase social se han quedado inmaculados en  el esfuerzo y el sacrificio. Incluso con amnistías fiscales y tributando un 10 % por su magro y  negro dinero, cuando cualquier obrerete paga un 22 % de tipo fiscal medio.

Tenemos las terceras tarifas de electricidad más caras de Europa  (detrás de Malta y Chipre que son islas sin ríos), sin anuncio de “reforma” posible ni probable,  (el segundo coste del PIB después de los “reformados” costes laborales),  las tarifas petroleras  que tienen las tasas fiscales y márgenes de ganancia mayores, los mayores privilegios legales para los bancos y el mayor fraude fiscal de esa entelequia política llamada Europa. Y el capitalismo y la jerarquía eclesiástica más salvajes e insolidarios del planeta.

Y toda su energía, todos los ladridos de su jauría de perros amaestrados se dirigen en contra de idealistas, de esforzadas personas, comprometidas con su dignidad como humanos  y con su clase social, en un ciego y enloquecido afán de desprestigio y venganza cainita.

Los que son, o en un pasado fuimos, sindicalistas vocacionales, tenemos dos poderosas armas a nuestro favor.

Una. Sus dobermans, sus pestosos lacayos, nunca conseguirán silenciarnos.

Dos. Nunca aceptaremos ser esclavos.

Menos mal que, en su tiempo, descubrimos el bicarbonato.

 

sábado, 17 de noviembre de 2012

El abandono de las políticas de dependencia, mata


 

La Policía Local de Astorga (León) encontró a  última hora de la tarde del viernes los cadáveres de dos mujeres que llevaban muertos varios días en una vivienda de esta localidad. Las fallecidas eran madre e hija de 82 y 40 años respectivamente, que llevaban muertas varios días. La investigación ha determinado que la madre, M.P.F. falleció por causas naturales y, posteriormente, su hija, que padecía deficiencias físicas (era invidente) y psíquicas importantes, murió al carecer de los cuidados necesarios.

Hasta aquí una noticia sacada de la crónica de sucesos. Pero nos equivocaríamos gravemente si nuestras conciencias y sensibilidades se limitaran a un ejercicio tan habitual como simplista.

El torrente de utilitarismos económicos, la medición estricta en términos de ahorro o recorte de las imprescindibles prestaciones sociales,  que ha recaído sobre nuestra sociedad, hacen posibles sucesos como este.

Nuestra sociedad mata. Empuja a los desahuciados a tirarse por una ventana y hace que una ciega, perezca sin cuidado,  a lado del cadáver de su madre.

Es muy fácil llegar al gobierno, o a un ministerio, engolarse de liberalismo y modernismo financiero, y cuadrar unas cifras presupuestarias eliminando la asistencia a personas dependientes. Con estas consecuencias.

El éxito de las movilizaciones sociales contra los desahucios, quizá haya que desproveerlo de toda aureola épica. 400.000 personas habían sido ya desahuciadas en nuestro país. Estimaciones muy certeras estimaban que en los próximos años se podrían alcanzar los dos millones y medios de lanzamientos.

¿Cómo resistiría la opinión pública este rosario diario de atrocidades?  Los dos principales partidos de nuestro país, que hasta hace unos meses se habían negado, votando en contra o en blanco a propuestas como la dación en pago, a modificar una legislación medieval y denunciada en términos legales por la UE, han tenido  que plegar velas y como descosidos se han puesto a encontrar soluciones de urgencia. Sin acuerdo y con un parche, tipo “caridad cristiana” con mil condicionantes, como resultado final

La sacrosanta idea de la propiedad privada imperante en España se ha visto amenazada de raíz y el efecto expansivo y de llamada era muy de tener en cuenta. Los principales partidos de nuestro país se pueden quedar para hacer calceta. Y mientras tanto, siguen los suicidios. O asesinatos.

¿Qué pasará con el abandono de las políticas de dependencia? ¿Cuántas personas dependientes tendrán que morir solas o de abandono?

Dos visionarios políticos españoles, de distinto signo, vieron “brotes verdes” de nuestra realidad en los peores momentos.  ¿No podría yo, desde la respuesta masiva que dio el pasado miércoles  la ciudadanía española, pensar que esta política de la insolidaridad, del nulo respeto a las necesidades de los más débiles y del recorte impuesto tiene los días contados?

¡Si se han frenado (pírricamente) los desahucios, porque no frenar,  o extirpar, a los desahuciadores!

jueves, 15 de noviembre de 2012

La mentira como sistema, norma, ley y procedimiento


 

A estas alturas resulta obvio que Rajoy es el mayor mentiroso de toda la historia hispana. No es que haya dicho alguna mentira, es que “todo” lo que ha dicho es mentira: no iba a subir los impuestos, no iba a subir el IVA, no iba a establecer el copago farmacéutico, iba a respetar los sistemas sanitario y educativo, el poder adquisitivo de los pensionistas, no iba a crear un banco malo, ni se iban a rescatar los bancos con dinero público… Cada que vez abre la boca dice una mentira, si cabe, de mayor alcance y relevancia que la que le ha precedido.

En su entorno (partido, ministros, prensa cavernícola o mediática, palmeros…) se ha creado un efecto de emulación. Todos mienten.

Cualquier hecho que sacuda la vida nacional es afrontado desde la mentira, desde el apriorismo interesado, desde la absoluta falta de respeto a la verdad, a la realidad o a las personas que lo protagonizan.

Las portadas, los editoriales, los comentarios, las tertulias de ABC, La Razón, El Mundo, La Gaceta, Intereconomía, Libertad Digital y demás cavernas de la desinformación están plagadas de monumentos a la estulticia, un camino directo, por otra parte,  al fascismo mental y militante.

Que un ¿periodista? como Herman Tertsch, columnista de ABC y comentarista de Telemadrid, deje grabado, con visos de actualidad al directo, su comentario sobre el desarrollo de la Huelga General un día antes de que se celebre es bien revelador. Es el mismo apriorismo que tienen todos.  Sus cuatro neuronas activas le dicen el “análisis” de la realidad que tienen que hacer, que guste y contente a lo accionistas de la banca de su medio y todos tan contentos. Es la realidad acomodada a su status, un paso inextinguible hacia la absoluta falta de rigor y la claudicación sin reservas de la razón y la inteligencia.

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, se ha vuelto a cubrir de “gloria”, digamos. Por el mismo procedimiento que Tertsch, había cifrado el número de asistentes a la manifestación de Madrid y allá que lo soltó. 35.000.

¿Tendrá esta señora, de marido huido de la Justicia,  alguna idea del pudor, la dignidad o el decoro mental?

No hay la más mínima duda. Estamos otra vez ante las “dos Españas”. Con una sensación salobre en el paladar, constato que hay una España que componen Rajoy, Cospedal, Montoro, Esperanza Aguirre, Rouco, Cifuentes (antes de tomarse “algo”), los banqueros, los curas, Tertsch, el ABC, Marhuenda, La Razón, García Serrano… y otra en la que tratan de vivir los expoliados, de sus trabajos, de sus viviendas y… de la verdad.

Se aprende bien que es el imperio de una nueva fe. Su física y su biología se construye sólo con mentiras.

martes, 13 de noviembre de 2012

El palafrenero de Rouco


 

Ahí donde lo ven, este meapilas del Opus es “ministro” de una cosa con porras y cascos a la que los guripas llaman “Ministerio del Interior”.

Pero no se crean, el señor Fernández no tiene su principal obediencia en el Partido Popular, ni siquiera en esa “illuminati” de Blanes llamada por nombre Alicia, no, don Jordi, digo don Jorge I de Fachadolid, a quien realmente representa y guarda ovejuna obediencia es a Su Eminencia Reverendísima, Antonio María Rouco Valera, un facha con sotana y caradura de no te menees.

¿Y  tú que vas a ser de mayor?

-Mitad cardenal, mitad facha.

¿No son la misma cosa?

No. Los cardenales numerarios del Opus, mean agua bendita.

 

El finado Fernández, como diría Pepe Iglesias “El Zorro”, se ha pasado tres pueblos y veinte aldeas cuando se ha posicionado en contra del dictamen del Tribunal Constitucional que rechazaba el recurso de su partido o peña derechosa en contra del matrimonio gay.

¡Pero hombre, don Jordi, usted no aporrea, gasea y magulla a cientos de manifestantes por un quítame allá esas pajas legales de si han pedido o no autorización para reunirse o manifestarse!

 ¡Y ahora viene el beato y se declara en contra de la ley y de sus  interpretes sin dimitir un minuto y cogiendo las porras para la próxima!

-          Oiga, Pato, ¿es cierto que usted reza el rosario en el puente aéreo?

-          Los caminos hacía la santidad son infinitos.

-          ¿Y sus tres hermanos enchufados, su cuñada y su mujer, son “santos” ya?

-          Si sigue por ese camino, lo excomulgaré con la bendición de Su Eminencia.

Y es que estos peperos viven instalados en la ley del embudo. Lo ancho para ellos, que cobran sueldos y dietas sin recortar como ministros de ese cortijo de “la Trotona de Pontevedra “y enchufan de tapadillo a su numerosa familia,  y lo estrecho para los obreretes, los progres de medio pelo y los escolares con frío.  Y además enchufa a su mujer en el ministerio un mes antes de se convoquen las elecciones. ¡Milagros de rezar el rosario!

Ahora, cuando todo el peperío y socialistas con aromas se han convertido a la nueva fe populista  de ayudar a parar los desahucios, don Jordi, va de legal antiguo y apoya a los bancos, que son su segunda santidad después del cardenal de la cara vinagre.

 

-          Pato, tu fe cristiana y cardenalicia te salvará, si llegado el momento las hordas marxistas vuelven al poder.

-          No tendrán opciones. Entre Gallardón, José Mari y yo les daremos para el pelo.

-          Pero, en voz baja .eh?

-          Los del Opus y españoles, somos así señora.

-          ¿Y el cardenal, ronca todavía?

-          No, ahora solo cuenta sus monedas. Y las de la Conferencia. Que son suyas también.

Don Jorge es más facha que las gallinas de Hitler pero se ha propuesto santificarnos. A palos, pero santos. Y allá que se va en busca de gays, madres solteras, rojos, sanitarios, mineros o maestros a los que aporrear y “santificar” a gusto,  a golpe de doctrina santificada.
Es un palafrenero ministerial. Del caballo de Su Eminencia