miércoles, 18 de octubre de 2017

En homenaje al pueblo de Cataluña





Los sesudos analistas de la “actualidad” política –comprados en su villanía por medios y bancos-, los acomodaticios social-demócratas, convertidos en social-liberales – en realidad en social-fascistas-,  los oportunistas centro-liberales –una aberración capitalista soportada en falangistas sin reconvertir-,  los rigurosos y dogmáticos “izquierdistas” de catecismo y análisis marxista-leninista – que no han visto ni de lejos una obra de Vladimir Ilich-, los españolistas, unos, grandes y libres con cuentas en Panamá, los que gritan: ¡A por ellos! –y van, armados de corazas y porras- que abren la cabeza a ancianas, nadie, nadie, se está dando cuenta de la lección de grandeza y dignidad que le está dando un pueblo.
Su menguada o nula capacidad de análisis, su mezquindad mental y política, su escasa convicción democrática, les hace ver “anhelos de la burguesía nacionalista” donde hay el sentir secular de todo un pueblo. Tres siglos humillado y vejado.  Hay unión transversal de gente de toda condición: de ideas, de edad, de esfuerzo, para defender su lengua, su idea de la vida y de la convivencia y su cultura.
Parco, reduccionista y falso análisis hacen los que ven a Más o Puigdemón como referente, a la quimérica burguesía adinerada de Cataluña como motor de una realidad que desborda a estos, recién y oportunísticamente llegados a la causa soberanista. Cuando Pujol se vio con la piel quemada por su latrocinio, se envolvió en la causa soberanista. Nunca lo había sido hasta entonces –soberanista, ladrón siempre-.
Digo que esta horda, no ve, no valora, que un pueblo haga durante siete años consecutivos las mayores manifestaciones que se conocen en todo el mundo, desprecia que un pueblo se manifieste pacíficamente cada dos por tres en defensa de lo que cree sus derechos, que llenen calles y plazas y que jóvenes, ancianos, niños, estudiantes, obreros, bomberos… ciudadanos en represión se manifiesten domingos y miércoles, lunes y viernes.
Nadie los respeta, nadie los valora, se defiende a las Fuerzas Armadas, que a la orden de un golpista los reprimen salvajemente, para vergüenza del Mundo y de todos.
En un comentario sobre otro tema, un amigo me evoca a Quevedo, que dijo para referirse a otra monarca, Felipe IV: “Política de Dios, Gobierno de Cristo y Tiranía de Satanás”. Ahora, en este momento, la Política es la un dictador muerto hace cuarenta y dos años, el Gobierno es el de un/unos corruptos, saqueadores de la riqueza pública y la Tiranía es la de dos partidos o asociaciones de malhechores que vienen cobrándose en sangre el expolio que le han hecho y le hacen al país.
La épica, la grandeza moral del pueblo catalán, frente al fascismo y al capitalismo mundial, está ya a la altura del pueblo francés en las Tullerias o del pueblo ruso en la escalinata de San Petersburgo.
Esa estrella, la de la libertad conquistada, es la que parece no existir ya para muchos, es la que amamos y aún, nos pertenece.


No hay comentarios:

Publicar un comentario