viernes, 27 de febrero de 2015

La situación en Libia como consecuencia del fariseísmo occidental




El 17 de febrero de  2011, en un ejercicio de hipocresía y cinismo insuperable, los países occidentales, entre ellos la España que gobernaba el PSOE, entraron a saco en las riquezas petrolíferas de un país soberano como Libia y amparándose en una resolución de la ONU que habían propiciado con anterioridad bombardearon atroz y masivamente el país árabe para, según decían soslayar, “las medidas tomadas por el gobierno libio para recuperar el control del país atentaban contra los derechos civiles y la seguridad de la población civil”.

Los servicios de espionaje de USA, Gran Bretaña y Francia perpetraron una “guerra civil” en la que tuvieron como aliados hasta Al Queda, incendiaron la paz y la prosperidad de un país que era la primera economía de África, tenía una renta per cápita superior a bastantes países europeos y unos sistemas educativos, sanitarios y de servicios sociales sin parangón equiparable en todo el “demócrata” Occidente que los bombardeo y arrasó.

Hoy, cuatro años después, los pozos de petróleo están controlados por empresas francesas, inglesas y norteamericanas, el país continúa no ya en una guerra civil, sino en una guerra de tribus, la economía está arrasada, hay dos gobiernos principales, dos parlamentos, tres capitales del país y cientos de banderías regionales o en aldeas, el yihadismo ha llegado al Mediterráneo, las reservas estatales para el pago de pensiones se van a agotar el próximo mayo y el país, hasta tan solo cuatro años más avanzado, política, económica y culturalmente de África es un caos completo.

¡Y nadie pide cuentas ni responsabilidades a esos “salvadores” de la democracia y esos falsos garantes de los derechos civiles y la seguridad de la población!

El mundo es un vertedero de valores. Casi todos los que se invocan son falsos o antagónicos a lo que se proclama. Un odioso y célebre nazi dijo aquello de “cuando oigo la palabra cultura me echo mano a la cartera”.

Ahora, cuando oímos la palabra “proteger los derechos” debemos salir corriendo y meternos debajo de la cama, porque algún “defensor de los valores de Occidente” nos va a robar, saquear o envenenar.

Ocurrió en Irak, en Afganistán, en Libia,  y están intentando que ocurra en Venezuela. En Europa, la Alemania de Merkel rememora a Saturno y devora a sus propios hijos, empezando por Grecia y para “protegerla” la expolia con rescates y préstamos que son imposibles de pagar.


Todos los gatos se relamen antes de comerse al canario. 

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