martes, 14 de enero de 2014

La gran estafa española


 
A estas alturas, cuando la Banca española ha completado “su” rescate a costa de casi 50.000 millones del erario público y el consiguiente destrozo de políticas sociales, cuando se ha estafado a millares de pequeños ahorradores con el bochorno tolerado y amparado por Fiscales y Gobierno con el tema de las preferentes, hablar de una gran estafa podría resultar casi imposible.

Pero no. Cuando se empieza a disponer de todos los datos,  la “gran estafa española”, es la que desde 1997 gestaron José María Aznar y Rodrigo Rato con la privatización “liberalizadora” del Sector Eléctrico, la Ley 54/1997 de 27 de noviembre, que pasó a manos e intereses privados el control, financiación y distribución de la energía en nuestro país.

Una jugada maestra, nunca valorada suficientemente, que ha hecho que el precio de lo  que comúnmente llamamos “la luz” pase de ser uno de los más baratos a ser el más caro del continente europeo, ya que Malta y Chipre, los únicos con un precio mayor, son dos islas mediterráneas.

En dieciocho años la subida de tarifas ha sido constante, y el empleo de un concepto falso, truculento y rebuscado como es el “déficit de tarifa” ha redondeado la faena. No me resisto a no insertar alguno de los argumentos que en un documento privado exponía Rato, el autor intelectual del invento:

“Este precio marginal es fijado por el punto de intersección, que es la comparación entre las ofertas de venta de los productores y las ofertas de compra de los consumidores. De esta manera, éste será el precio que recibirán todos los generadores que han casado sus ofertas de venta (es decir, por debajo del precio marginal resultante) ,y lo que tendrán que pagar los consumidores que hayan casado sus ofertas de adquisición (superiores al precio marginal).Este sistema tiene una peculiaridad, que todos los generadores cobran al precio marginal, que es el precio más alto de la casación.”

Un auténtico desmadre que ha permitido a las compañías eléctricas enriquecerse a ojos vista y aún poder reclamar al Estado una cantidad por diferencia entre los costes de producción de la energía y el precio “real” que en estos momentos está en 24.000 millones de euros.

Que este déficit era irreal y suponía una traición de lesa humanidad al conjunto de los consumidores españoles queda reflejado en el siguiente párrafo:

“Como se indicó anteriormente, el hecho de que la última fuente en cubrir la demanda fije el precio de todas las demás es uno de los principales problemas que se suelen identificar en el funcionamiento del pool, ya que las centrales nucleares e hidraúlicas perciben ingresos mucho más altos comparados con sus costes (por su antigüedad están ya amortizadas), encareciendo artificialmente la factura de los consumidores, habiéndose sugerido su salida del pool. “

El lobby de las compañías eléctricas, más fuerte aún que el de la Banca, viene esquilmando con sus tarifas y con sus falsas subastas al conjunto del país, y observadores imparciales, estiman en más de 50.000 millones el lucro obtenido en estas casi cuatro décadas, aparte del reclamado monto de otros 24.000 millones por un imaginario déficit, compatible no obstante con los mayores beneficios, obtenidos año a año por esta afortunadas corporaciones, en cuyos consejos de administración de puerta giratoria, sientan sus posaderas dos ex presidentes de gobierno, o lo que sea, y hasta cinco ex ministros de su graciosa majestad.

Esta es la “gran estafa española”, ganadora de todos los óscar y globos de oro del mundo y que nunca agradeceremos bastante a “genios” de nuestra escena política como Aznar y Rodrigo Rato.

En España no hay nada más que dos destinos: o eres toro o matador. Nosotros somos toros y ellos, Aznar, Rato, Rajoy, Endesa, Fenosa, Iberdrola, etc… los matadores.

 

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