jueves, 20 de agosto de 2015

La pringue sale por las portadas





Probablemente estamos demasiado juntos, los políticos,  los periodistas, los corruptores,  o, los simplemente, gilipollas. Y esto, que, por proximidad, da calor, es realmente una pringue.

En este hacinamiento, salen  a relucir no ya la mezquindad obsesa, la ruindad de espíritu de por ejemplo, esa derecha casposa española que escribe y lee un panfleto al que con sólo con una alta dosis de humor negro llaman “La Razón”.

Así, en la pringue que chorrea a Marhuenda y sus llamémosle “redactores”, llevan tres días haciendo un ridículo eximio a propósito de la figura de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.

Encabezar una portada con una “información”, o borborigmo de su director, sobre el “lujo sin límite” que tiene este “roja” que veranea en una mansión de millonarios que cuesta 4.000 euros a la semana. 

Ignorando –esa substancia parda que le llena desde los intestinos al lugar en que tenían que estar la meninges se lo impide- que es un costo compartido entre ocho personas, que, además, pagan de su bolsillo, sin que se lo sufrague ningún lobby empresarial, ningún ministerio vendido a los amiguetes ni han tenido que lamerle el culo –como hace él- a ningún presidente que no acaba de salir del almario.

Ignoran también desde su absoluta mediocridad mental que la anciana alcaldesa ni siquiera, aunque lo pagó, estuvo una semana alojada en tan palaciego recinto, -privativo según don Paco, de los chorizos y morcillas del partido que defiende a diario-, sino los tres tristes días de un puente festivo.

Esta pringue, digo este medio informativo, llega al paroxismo de la imbecilidad, cuando a los dos días de hacer ese humoral ridículo, vuelve a convertir la portada del medio donde mean y cagan los banqueros tapados de este país o establo, vuelve a cagarla publicando que doña Manuela ha cortado una flor prohibida, la  Pancratium Maritimum, un horrible crimen, creo, digno de ajusticiamiento en una cuneta, sino fuera porque en Andalucía, lugar del asesinato, la flor en cuestión no está protegida.

Don Paco Pringues se olvida eso sí, que una ley de Montes y su aprovechamiento tras un incendio, elaborada por sus amiguetes diputados del partido que lo condecora de cuando en cuando  –aquí forman un lobby corrupto hasta los madereros- ha provocado en lo que llevamos de verano el doble de incendios de un año normal y que su conciencia ecologista adoptada, no ha dicho ni “mu”de esto  ni en portada ni en la entrada a la flor de su culo.

Este es un ejemplo eximio de la naturaleza y condición de la derecha que tenemos en este país, y este periodista con carnet de tómbola, no deja de ser un coherente reflejo de la situación general.

Estamos tardando demasiado en terminar con este engrudo de falsos, con este guiso de chorizos al vino. Más que una sociedad en cuya interacción se fuera eliminando la mediocridad como un escombro, la realidad se demora en estos guisos de gallinejas fascistas.

El “ABC”, “La Razón”, “Intereconomía” dan el pego como “medios informativos” y sólo son el reflejo en forma fétida de la España de charanga y pandereta, cerrado y sacristía, monteras, tricornios y toros de la Vega, curas presidiendo el pelotón de ejecución y una mierda pinchada en un palo como “tertuliano” y director de un periódico.

Adentro se chapotea.



miércoles, 12 de agosto de 2015

Escena del diván. Fragmento del "Tenorio Mariano"




Cálmate, pues, marquesa mía  
reposa aquí un momento          
olvídate del tormento  
de perder la mayoría.
               
¿No es verdad, ángel de amor,
que de Coruña a Sevilla               
robamos desde una silla
hasta la Cruz del Señor?

Esta Gurtel nos llena     
de pasta todos los sobres
de aquellos peperos bordes   
en ardorosa faena;        

esa Púnica morena          
que contrata sin temor
al alcalde pecador          
que marjaliza el día,      
¿no es cierto, Aguirre mía,         
que el PP lava mejor?  

Esa armonía que siento
recogiendo estos millones         
de Granados y sus “c…….”          
que agita el ayuntamiento,       
ese corrupto por ciento
con que hurta este “tenor”
de Madrid y alrededor  
Valdemoro y compañía.
                 
¿No es verdad, multada mía,    
que puedes aparcar mejor?      
 Y estas palabras que están       
filtrando insensiblemente         
tu hermosa cuenta corriente    
que en Suiza contaran 
y cuyos dígitos va           
inflando el  interventor
al partido estafador        
no juzgado todavía,      
¿no es verdad, Esperanza mía,
que están subiendo el mibor? 

 Y genoveses ufanos
que se lo llevan tranquilos           
sabiéndose tus pupilos
y alumnos del Mariano.              
Evaporarse, cristianos,  
que todas las cuentas B
yo nunca recordaré.
                 
¿No es verdad, colega mía,       
que ya no sientes pudor?          

¡Oh! sí, arrugada doña Inés,
 espejo y luz de mis ojos;           
escucharme sin enojos
como roban a manojos                 
y después salen por pies;
mira aquí a tus plantas, pues,   
todo el altivo cercano   
del Tenorio Mariano
al que la barba  crecía,  
en Galicia, terra mía      
mientras trotaba de amor.


DOÑA INÉS

Callad, por Dios,  ¡don Mariano!,            
que no podré resistir    
mucho tiempo sin morir             
el calor de este verano.

 ¡Ah! Callad, por compasión,     
que oyéndoos me parece          
que el Granados enloquece      
y cantata en la prisión.

¡Ah! Con lo de esta gentuza        
sin deciros que esté mal
ya me veo de reclusa 
en la de Soto el Real.
               
 Tal vez poseéis, Tenorio            
un misterioso amuleto,               
un mensajito secreto
oculto en vuestro escritorio.       
                  
Tal vez Satán puso en vos          
un cuerpo de Pontevedra            
el rostro como una piedra
trotando por el alfoz.
                 
 ¿Y qué he de hacer, ¡ay de mí!,              
si aparcando en la Gran Vía
yo perdí la mayoría
y oposición soy aquí?   

No, don Mariano mío   
resistirte no está ya;     
yo voy a ti, como va      
sorbido al mar ese río. 

Tu gobierno me enajena,           
tus palabras me alucinan,           
ya no piso la oficina
y mandando está Carmena.      

¡Mariano,  yo te imploro             
firma un decreto, ya, ahora,       
y me haces senadora
y cobro de ese tesoro!
               



jueves, 6 de agosto de 2015

Bando





Cordobeses:

La provincia está en peligro. Nuestra ciudad perece víctima de la perfidia pepera. Ciudadanos, acudid a salvarlas.

Señores justicias y ciudadanos libres de la ciudad y de los pueblos a quienes se presentare este oficio, de mí, bloguero y sin adscripción política.

Es notorio que los peperos, apostados en su mayoría absoluta en las Cortes y controlando el Ministerio de Hacienda por un jienenses anti cordobés, con una reiteración que ya dura todo su mal llamado mandato han tomado presa sobre la riqueza y economía de nuestro pueblo trimilenario y en todas las ocasiones que se presentan agravian y empobrecen nuestra inversión, situándonos en la cola de cualquier ratio económico del País y de Andalucía.

Por manera que a pesar de padecer los mayores índices de paro y pobreza, nuestras economías provincial y local no cesan de comprimirse y  está corriendo el sufrimiento entre amplias capas de nuestro pueblo más necesitado y vulnerable.

Somos cordobeses y es necesario que defendamos todo nuestro pasado y todo nuestro futuro,  reaccionando contra unos pérfidos que, so pretexto de gestionar la crisis, nos quieren imponer un pesado yugo, después de haberse apoderado del control de nuestra expresión cívica como ciudadanos en forma de mayoría de nuestros representantes.

Procedan vuestras mercedes, pues, a tomar las más activas providencias para escarmentar tal perfidia, acudiendo al socorro de nuestra Córdoba y provincia, vejada y ofendida por una partida mafiosa y corrupta,  y alistándonos activamente contra cualquier voto o candidatura del tal llamado partido de podredumbre, pues no hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente, como los cordobeses lo somos

El Pueblo  guarde a vuestras mercedes y a la Ciudadanía Libre muchos años.


Córdoba, 16 de agosto de dos mil quince. 

lunes, 3 de agosto de 2015

España y yo somos así, señor merengue





Tiene el cuello blando, como de ciego; vino al mundo de la empresa –y de los merengues- de píe.  El país, el gobierno, los ministros y el BOE parece que están pensados a la medida de su gestión de galápago anfibio, para que nunca pierda y siempre gane en sus “emprendeduras”.

Así, tres debacles o ruinas de gestión y empresa: el cierre del almacén submarino Castor, la quiebra de la desaladora de Escombreras y el fracaso de la línea de AVE, Figueras-Perpingnan, que hubieran supuesto el hundimiento, cierre e inhabilitación como empresario a cualquier mortal que no tuviera un palco milagroso en un campo de futbol o aquelarre mafio-pepero, a él la han  supuesto la indemnización de 1.500 millones del “estado” de su forofo del Marca y el merenguerío. Un tal Mariano.

A pronto pago y con pocos papeles justificativos. 900 kilos por mover con miles de micro terremotos toda la costa mediterránea, desde Tarragona a Alicante, 447 del ala por dejar sin agua potabilizada a toda la región de Murcia y 200 más por que el AVE franchute a Perpignan se quede en nada.



    -¿Y ahora qué hacemos?
    -Por lo pronto voy a poner al día mi cuenta bancaria.
                -Lo que tú digas, presidente. ¡Hala “Madri”!
                -Tú te haces el tonto y dices que sólo apoyas a la libre empresa.

Vivimos en un país hecho a medida de ciudadanos “ejemplares”, como Bárcenas, Rato, Blesa, Matas o Fabra. Emprendedores y tal. Que lo mismo le toca la lotería treinta veces seguidas que te sacan, sin moverse del palco, una indemnización de infarto por “soportar” una huelga de recogida de basuras, mientras “el equipo”, podrido de billetes y estrellas, gana dos Ligas en diez años.

Esta casta es una fiesta, que se hacen “diputados” para tocarse los huevos o para forrarse (Zaplana dixit) y que llevan a la rojigualda en la muñeca y a un general gallego en las neuronas.

En realidad son unos “románticos” de la política. Siempre nos están salvando de algo. Ahora nos han “salvado” de la crisis. ¡Si no llega a ser por ellos y su capacidad de gestión estamos comiendo mierda!

                -Mira usted, extremista, con el populismo no se hacen  negocios.
                -Sí, Corleone. Hay que ser serio, responsable y lamerle el culo a Ángela.
                -¡Todo un programa de gobierno!
                -Nos apoyan todos los “idiotas” que en nuestra historia han sido.
                -Si, por eso cenan juntos.

Ah, y a mí de mayor me gustaría llamarme “Florentino”



sábado, 1 de agosto de 2015

Parábola-cuento de las vacas, la leche y los lecheros




Había una vez un mundo lleno de vacas. Que daban mucha leche y anhídrido carbónico.  Los dueños de las vacas querían que toda la leche, o el dinero de su venta en el “mercado”, fuera para ellos, pero entonces los vaqueros –los que las cuidaban, alimentaban u  ordeñaban- se organizaron.

Hicieron partidos políticos y sindicatos y consiguieron trabajar –ordeñar- sólo ocho horas al día, descansar los fines de semana, tener derecho a vacaciones pagadas y justas pensiones de jubilación.

Los “lecheros”, ante el temor de no ordeñar a sus vacas o no vender la leche de estas, parecieron ceder. Pero en realidad no era así. Se inventaron palabrejas como la “globalización de la economía”, la “deslocalización”, el “neoliberalismo” y partidos trampa, llenos de lecheros y banqueros corruptos, que consiguieron desmovilizar y engañar a los pobres vaqueros.

Prometieron bajar el precio del yogurt y lo que hicieron fue privatizar la mantequilla, quedarse con las tetas gordas y embistieron con sus cuernos –los suyos y los de sus vacas- a los pobres vaqueros que se quedaron sin derechos, en paro o emigraron a países donde ataban a las vacas con longaniza y daban créditos de usura a las vaquerías sin pienso.

Tanto estrujaron a las vacas y a los vaqueros que un día,  hambrientos y desesperados, estos  acordaron una medida excepcional: ordeñarían todos a la vez a las respectivas vacas y dejarían derramar su leche –la buena y la mala- por todos los establos y bancos del mundo

Una corriente blanca inundó el globo, cubrió todas las montañas, troikas, bolsas y primas de riesgo del planeta y sólo se salvaron Veroufakis-Noé y su arca de dignidad. Perecieron, hechos margarina o batidos de fresa-euro, Ángela, Lagarde y Rajoy, con todos sus filisteos.


Moraleja: Cuanto más se estruja una vaca más posibilidades hay de que explote. O reviente. 

miércoles, 15 de julio de 2015

Cosas que me importan un carajo

Pasado mañana me voy de vacaciones. Para irme “ligero de equipaje” he elaborado una lista, donde la expresión andaluza “me importa un carajo” no tiene un sentido literal, sino que puede significar a un tiempo “no me importan nada” u “odio o detesto” lo que sigue.


Me importan un carajo los fascistas de casino y “La Razón”.  “El País”, el “ABC” y “Tele5”.  Pedro Sánchez, el vestido rojo de su mujer y la bandera borbónica. La familia Aznar, las botellas y los traficantes –y comisionistas- de armas.




Me importa un carajo la socialdemocracia europea, Rodríguez Zapatero y sus hijas gótico-horteras, los programas de Jorge Javier Vázquez, Mariló Montero y la tele-basura, Marhuenda y los babeos a su “amo”, Inda y el Pantuflo,  cualquier tipo de “Corona” o vara de mando. Todo el que “mande algo”, ah, y El Campechano.

Me importa un carajo Europa y la Unión Europea. El Eurogrupo, la Merkel y la Europa de los mercaderes.  La construcción europea y el puto euro. La Troika, el FMI y su lagarta.  Las primas de riesgo. Los “mercados” y las deudas ilegítimas. Que la Banca quiebre o que quiebren –la espina dorsal- de quien las rescata.

Me importa un carajo cualquier iglesia, mezquita, sacristía o pagoda.  Las inmatriculaciones. Los saqueos de bienes y mentes. Los obispos, cardenales, imanes, gurús o talibanes. Los pecados y sus confesionarios. El incienso y sus sacristanes.

Me importan un carajo los  fundamentalismos.  Los terroristas en nombre de Dios, de Mahoma o de los negocios de la City. La Bolsa de Nueva York, la de Tokio y el IBEX-35.

Me importa un carajo la reforma electoral del PP, el gobierno de la lista más votada –y más comprada- y el bonus de diputados por serlo. La LOMCE y su puta madre. El IVA cultural. La Ley Mordaza y el meapilas que la parió.

Me importan un carajo Rajoy y la Trotona de Pontevedra. Montoro y el que se cae del Guindo. Pablo Casado y Rafael Hernando, sus camisas blancas y sus insultos y mentiras. Floriano y los payasos de su circo.  Soraya y los medios pollos. Cospedal y sus simulados diferidos. Wert y las faldas de su novia.

Me importa un carajo Felipe González. Sus cohíbas, sus yates, sus rubias rollizas y sus amigos venezolanos.  El Banco de España y sus presidentes buscando con lupa si crece el salario mínimo.  La familia Botín y la familia Koplovitz y todos los defraudadores, blanqueadores y esquilmadores del mundo y de sus paraísos fiscales.

Me importa un carajo Susana Díaz. La Junta de Andalucía, sus ERES y sus inútiles gobiernos. Me importan (dos) carajos el Canal Sur, sus manipulaciones y sus no menos putos “olvidos”. Me importa un carajo su administración paralela. Sus redes clientelares de enchufados con el carnet en la boca.

Me importa un carajo que me llamen “pitufo gruñón”. Fátima Bañez y su Reforma Laboral, sus vírgenes y milagros en el Empleo. Isabel Pantoja, cantando “La Parrala”. La Liga de Futbol Profesional. Tébar, Ángel Villar y el “palco” del Bernabéu.

Me importan un carajo este país de corruptos y chorizos. De ladrones, fascistas y vendedores de humo. De trileros de la idea y tahúres del Mississipi.  De banqueros sentados en un trono y el trono sentado con los banqueros. De  atracadores en el gobierno y bandoleros en el BOE.


Me importa un carajo, el ex alcalde de “mi” pueblo (ciudad) y sus amenazas de querella. 

lunes, 13 de julio de 2015

Rapto y hecatombe de Europa



En la Grecia antigua, cuando Alemania era un erial, Sócrates en el ágora, después de dar una profunda lección, exclamó: “Solo sé que no sé nada”. Y viendo que los discípulos sonreían, añadió: “Pero vosotros tampoco”.

El pensamiento crea la realidad. Lo dijo Hegel. Y ahora han creado una realidad para masacrar a un pueblo, del que le deben hasta la mitad de sus palabras. No le deben la “democracia” porque es algo que no gastan. Son el IV Reich y su presidenta no tiene un bigote como Charlot, pero como si lo tuviera.

Y tienen una colección de idiotas, analfabetos de lengua extranjera, lectores fanáticos de una mala prensa de mal deporte, que vienen a  ejercer de, nada menos,  que de presidentes de gobierno o ministros de la Virgen del Rocío. En sus satélites.

Lo que hoy llamamos cultura política consiste en mentir y desmentir, en fingir y en volver a mentir.  
Un candidato a presidente puede mentir en un debate pre electoral televisado hasta caer extenuado. No pasa nada, cuando debe hasta de callarse, las encuestas dicen que su partido, trufado de delincuentes, corruptos exponenciales y tesoreros ladrones, su partido, volverá a ser el más votado.

“Sólo sé que no se nada”. Creo que mi democracia perfecta es una mecedora en la azotea de mi casa, mientras contemplo, a lo lejos, lo que queda de ciudad. Y sobre todo de sus habitantes.  Se trata de un tejido de certezas, basado en la caricia de la brisa de algunas noches de verano, y al margen de eso, casi todo es mentira.

Si, sólo sé que no se nada y que soy un “pitufo gruñón” pero mi pobre realidad no es virtual, hay quienes la virtualidad son ellos mismos. Son una realidad ficticia,  creada por una lanzadera de palabras de teórica “izquierda” –en ellos todos es teoría-  que va y viene movida por la prisa en alcanzar sillones, sin dar tiempo a pensar en daños colaterales.

Con hilos de corrupción, nuestros poderes fácticos han creado una tela podrida. Es su Europa, su España, su Democracia, su Fondo Monetario, su Parlamento de mentiras y su televisión de degustación de fachas al limón.

Para los antiguos griegos, Dionisios era la divinidad protectora de la vida y símbolo del placer, el dolor y la resurrección. Durante la época de la vendimia en su honor se cantaban a coro distintos himnos llamados ditirambos. En los poblados y en las plazas, donde el público danzaba, 50 coreutas hacían una ronda alrededor del altar.

Representaban a los "hombres cabrones" o "sátiros",  seres mitológicos que tenían cuerpo de hombre y piernas de cabra que lamentaban la desgracia de la “polis”.

Pues eso, 29 cabrones, se han reunido en la polis de Bruselas.