España es una tierra de promisión
sembrada de ateos y abortistas. Por esos los fachas e integristas se reproducen
como hongos y en una cosecha de estas nació “Sor Gallarda”.
Su padre ya estaba en la cumbre
del facherio carpetovetónico por lo que al “nasceratus” sólo hubo que
matricularlo en una escuela de los jesuitas – Nuestra Señora del Recuerdo- . A
partir de ahí fue suelto de manos. Se hizo fiscal, candidato a todo, en una
cosa con tirantes y cornucopias llamada “AP” y se casó con la hija de un
secretario general del Movimiento Nacional y otras moscas con pistola y camisa
azul. De los de la “revolución pendiente” y leones de Fuengirola.
Divisó la idoneidad de la familia
católica desde “un horizonte de perros que ladran muy lejos del río” y se comió
una sonora rosca en la elecciones generales de 1986 a no salir elegido por la circunscripción
cunera de Palencia.
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Y ahora,
machote, a rezar
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No.
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Qué más da
cuatro que siete. La pena es la misma.
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¿Funda
otro partido? Serás el Le Pen spanish.
Aficionado a la caza –como Franco-
se dedicó al ojeo. De cargos. Y después de otra rosca tras el caso Piñeiro, logró
un jabalí al vuelo: lo eligieron Presidente de la Comunidad de Madrid. A partir
de ahí todo fue pesadumbre, ceros al cociente y números rojos.
Peor le fue – a los madrileños-
cuando Sor se hizo alcalde. Una extravagancia suya en la M-30 le costó al
erario público 3.900 millones. De euros. Resultado: el oso y el madroño son los
más endeudados “del toreo” en términos absolutos y relativos. Una “brillante”
ejecutoria de un negado para los números, las matemáticas y las obras.
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¡Que ruina
Alberto!
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Dios y la
Botella proveerán.
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Relaxing
cup café con leche in Plaza Mayor
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¡Es tan
inocente!
Pero en estos tiempos en que se
le echa azúcar a los bollos corruptos, a Sor lo nombraron “Ministro de Justicia”.
Nada más y nada menos. Puso manga con hombro a este descabello con toga y
manguitos en menos de tres meses.
Se le pasaron las ínfulas de su
falso rol de “progresista” –nada difícil en un partido en el que están entre
otros Che Mari y Jorge Fernández- y se pasó, con armas, bagajes y hostias al
integrismo puro y duro. Y quiso llevar la “concepción” de la mujer, el sexo y
la libertad a los tiempos de Recaredo. En forma de ley aprobada por el mazapán de
mayoría absoluta de su partido de sobre-sueldos.
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¿Y la ley
del aborto?
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¿Qué
aborto?
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Martín
Villa no tiene nada que ver.
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Yo amo a
la sagrada familia, a los confesionarios y a los calzoncillos de Marhuenda.
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Punto.
Se ha vuelto a comer otra rosca
como la de Palencia. Después de acabar con la justicia universal y gratuita,
nombrar a un Fiscal General de Estado, camarero para todo, indultar a amigos,
familiares y penitentes varios, Sor Gallarda, ha tenido que dimitir, anulado
por una Aritmética.
La de la calculadora arriolera de votos y desastres. El suyo estaba anunciado.
La de la calculadora arriolera de votos y desastres. El suyo estaba anunciado.
¡Que entre comunión, hostia y
reverencias a Rouco se vaya a echarle alpiste a las gallinas de Hitler y
Mussolini!