viernes, 3 de marzo de 2017

Hazteoir. Parábola del apocalipsis. El evangelio según Lucas (León)

 
 
 
 
 
"Y tomé el libro de las manos del ángel y me lo comí." Apocalipsis X: 9,10

Luego vino otro hombre que dijo:
El que tenga una doctrina que se la coma, antes de que se la coma el templo;
que la vierta, que la disuelva en su sangre,
que la haga carne de su cuerpo...
y que su cuerpo sea
bolsillo, arca y templo. "

León Felipe

Los niños tienen pene y las niñas vulva. Decían unos ultras subvencionados por la Conferencia. Pero había una mujer que tenía la cara de un caballo. Mejor dicho de una jaca. Nunca había trabajado. Siempre había sido de la “nomenclatura”. Ya saben, conspirar y conspirar. Era ambiciosa y le gustaba ganar. La mayor parte de las veces, el poder. De Ella eran el Poder y la Gloria.
Y conspiró, y conspiró mucho. Una vez, ella y sus golpistas derribaron al líder de su tribu. Y pusieron a unos chamanes intermedios a los que llamaban “Gestora”.
Y la Gestora, -al fondo la cara caballo-  se “abstuvo” –es un decir- y el hechicero mayor de una tribu de Derechas, gobernó y gobernó. Y La Corrupción crecía y crecía. Y tiraron todos los derechos de los trabajadores al océano que estaba más cerca de aquella tribu de adoradores – a sueldo- del dios Capital.
Y se comieron la Sanidad, la Educación y la Justicia de los pobres habitantes de aquella Tribu o Desgracia Colectiva. Y empezó a oler a Chorizo.  Y todo se pobló de Chorizos, Ministros y Beatos. Y el Hechicero Mayor trotaba y trotaba. Sin salir de su armario.
Y promulgaron amnistías fiscales. Y ayudaron a evadir capitales a los Paraísos del Toco Mocho.  Y los ricos cada vez eran más ricos y los pobres cada vez más pobres. Y la Justicia cada vez dejaba más veces en libertad sin fianza a los eminentes chorizos reales del Reino.  Los ricos, por el hecho de serlo, siempre tenían una “conducta intachable”, para los jueces que los tenían que mandar a la cárcel.
“El que no tenga trabajo, que se joda”, voces de facha sonaron cerca de aquellos escaños. Palabras que evocaron al Gran Hechicero Genocida que dijo: “Qué nadie se acueste sin comer” Y el que no tenga para comer… que no se acueste.
Y el fascismo era carne de su cuerpo…
y que su cuerpo sea
bolsillo, sobre y puerta giratoria.

Y el autobús de los ultra fachas y ultra católicos se hacía oír. Y las Avispas bramaban contra la Ideología de Género. Y los cenizas de los tres millones de quemados por la Inquisición pedían Tolerancia con carácter retroactivo.

Y tomé las mentiras del Trota y las homilías de las Avispas y me las comí. Palabra de Dios.

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