"La primera vez que supe que no era un ser humano
corriente, lo recuerdo bien, fue cuando ETA voló mi coche conmigo dentro. Salí
de allí, envuelto en llamas, y pensé: ¿cómo es posible que haya sobrevivido?
Nadie se lo explicaba. Los médicos no encontraban una respuesta, tampoco mi
personal de seguridad. A todo el mundo le pareció milagroso. Esa noche soñé con
Dios. Era una luz, no tenía rostro, pero sí voz. Me iluminó con su haz y me
dijo: "José Mari, si te he salvado es porque te necesito vivo para que
lideres a la humanidad". Me dijo un par de cosas más, pero son personales.
Aquella experiencia me cambió, por supuesto. Desde entonces soy mucho más
humilde."
José María Aznar. Memorias.
¡Anda, la hostia! ¡Y yo con estos
pelos!
Ahí donde lo ven, este señor con
un punto entre el gran Chaplin y el enloquecido Adolfo, ha sido nada menos que
presidente de una desgracia llamada Españas durante ocho años.
¡Ahora empiezo a explicarme muchas
cosas! Por ejemplo, porqué este país se ha ido a la porra. Con mitómanos, iluminados
y salvadores como esté el resultado no podía ser otro.
-Oiga, está José
Mari.
-Está destapando
la Botella. ¿Quién le llama?
-¡El Supremo
Hacedor de tontos, en persona!
- ¡Tenga paciencia
con él, sufrió un duro golpe en la cabeza!
Yo lo dice él en sus memorias,
José Mari no “es un ser humano corriente”. Es un demente desnortado, un botijo
con bigote y un garañón fascista de medio pelo. La certificación absoluta del
absoluto declive y degeneración de la “marca España”. Si la “marca” es capaz de
generar un presidente como José Mari y un ministro como Gallardón, y en tan
corto espacio de tiempo, es que ha entrado en reset y en la alcantarilla
mental, de golpe.
Este loco de los cojones, que se
mueve entre las candilejas de la corrupción, mitad cardenalicio y mitad hortera yankee, es la vertebración
de la soflama pepera con chorreras, un discurso de cocheros para ocho millones
de votantes. Freud no perdona.
España es a la democracia como la
bellota a los cochinos, y hasta por el ombligo nos sale la debilidad mental. Lo
milagroso es que no se hayan caído los edificios, los autobuses circulen y
salga agua de los grifos. ¡Con este percal mandando podía haber ocurrido
cualquier cosa!
-Basta, basta.
-¡Quiero “liderar”
al mundo, me lo ha dicho el Altísimo en persona!
-A ver, la camisa
de fuerza y que llamen a la Botella.
- No puede venir,
tiene una reunión con los pederastas “Legionarios de Cristo”
-¡Al manicomio,
los dos!
Era una luz, no tenía rostro,
pero sí bigote. Y entre Mariano y
Rodrigo, eligió al primero. Fue como un
salto mortal, entre Guatemala y Guatepeor, el asalto al palacio de invierno,
entre banqueros de rebusca y jamelgos de plastilina. Ahora, antes de que la Piel de Toro se
convierta en el mayor manicomio al aire libre, lo venden en librerías.
Y el Verbo se hizo chorizo, y habitó entre
nosotros.
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