Ahí donde lo ven, este meapilas
del Opus es “ministro” de una cosa con porras y cascos a la que los guripas
llaman “Ministerio del Interior”.
Pero no se crean, el señor
Fernández no tiene su principal obediencia en el Partido Popular, ni siquiera
en esa “illuminati” de Blanes llamada por nombre Alicia, no, don Jordi, digo
don Jorge I de Fachadolid, a quien realmente representa y guarda ovejuna
obediencia es a Su Eminencia Reverendísima, Antonio María Rouco Valera, un
facha con sotana y caradura de no te menees.
¿Y tú que vas a ser de mayor?
-Mitad cardenal,
mitad facha.
¿No son la misma cosa?
No. Los cardenales
numerarios del Opus, mean agua bendita.
El finado Fernández, como diría
Pepe Iglesias “El Zorro”, se ha pasado tres pueblos y veinte aldeas cuando se
ha posicionado en contra del dictamen del Tribunal Constitucional que rechazaba
el recurso de su partido o peña derechosa en contra del matrimonio gay.
¡Pero hombre, don Jordi, usted no
aporrea, gasea y magulla a cientos de manifestantes por un quítame allá esas
pajas legales de si han pedido o no autorización para reunirse o manifestarse!
¡Y ahora viene el beato y se declara en contra
de la ley y de sus interpretes sin
dimitir un minuto y cogiendo las porras para la próxima!
-
Oiga,
Pato, ¿es cierto que usted reza el rosario en el puente aéreo?
-
Los
caminos hacía la santidad son infinitos.
-
¿Y sus
tres hermanos enchufados, su cuñada y su mujer, son “santos” ya?
-
Si sigue
por ese camino, lo excomulgaré con la bendición de Su Eminencia.
Y es que estos peperos viven
instalados en la ley del embudo. Lo ancho para ellos, que cobran sueldos y
dietas sin recortar como ministros de ese cortijo de “la Trotona de Pontevedra
“y enchufan de tapadillo a su numerosa familia, y lo estrecho para los obreretes, los progres
de medio pelo y los escolares con frío. Y además enchufa a su mujer en el ministerio un
mes antes de se convoquen las elecciones. ¡Milagros de rezar el rosario!
Ahora, cuando todo el peperío y
socialistas con aromas se han convertido a la nueva fe populista de ayudar a parar los desahucios, don Jordi,
va de legal antiguo y apoya a los bancos, que son su segunda santidad después del
cardenal de la cara vinagre.
-
Pato, tu
fe cristiana y cardenalicia te salvará, si llegado el momento las hordas
marxistas vuelven al poder.
-
No tendrán
opciones. Entre Gallardón, José Mari y yo les daremos para el pelo.
-
Pero, en
voz baja .eh?
-
Los del
Opus y españoles, somos así señora.
-
¿Y el
cardenal, ronca todavía?
-
No, ahora
solo cuenta sus monedas. Y las de la Conferencia. Que son suyas también.
Don Jorge es más facha que las
gallinas de Hitler pero se ha propuesto santificarnos. A palos, pero santos. Y
allá que se va en busca de gays, madres solteras, rojos, sanitarios, mineros o maestros
a los que aporrear y “santificar” a gusto, a golpe de doctrina santificada.
Es un palafrenero ministerial. Del caballo de Su
Eminencia
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