A estas alturas resulta obvio que
Rajoy es el mayor mentiroso de toda la historia hispana. No es que haya dicho
alguna mentira, es que “todo” lo que ha dicho es mentira: no iba a subir los
impuestos, no iba a subir el IVA, no iba a establecer el copago farmacéutico,
iba a respetar los sistemas sanitario y educativo, el poder adquisitivo de los
pensionistas, no iba a crear un banco malo, ni se iban a rescatar los bancos
con dinero público… Cada que vez abre la boca dice una mentira, si cabe, de mayor
alcance y relevancia que la que le ha precedido.
En su entorno (partido,
ministros, prensa cavernícola o mediática, palmeros…) se ha creado un efecto de
emulación. Todos mienten.
Cualquier hecho que sacuda la
vida nacional es afrontado desde la mentira, desde el apriorismo interesado,
desde la absoluta falta de respeto a la verdad, a la realidad o a las personas que
lo protagonizan.
Las portadas, los editoriales,
los comentarios, las tertulias de ABC, La Razón, El Mundo, La Gaceta,
Intereconomía, Libertad Digital y demás cavernas de la desinformación están
plagadas de monumentos a la estulticia, un camino directo, por otra parte, al fascismo mental y militante.
Que un ¿periodista? como Herman
Tertsch, columnista de ABC y comentarista de Telemadrid, deje grabado, con
visos de actualidad al directo, su comentario sobre el desarrollo de la Huelga
General un día antes de que se celebre es bien revelador. Es el mismo
apriorismo que tienen todos. Sus cuatro
neuronas activas le dicen el “análisis” de la realidad que tienen que hacer,
que guste y contente a lo accionistas de la banca de su medio y todos tan
contentos. Es la realidad acomodada a su status, un paso inextinguible hacia la
absoluta falta de rigor y la claudicación sin reservas de la razón y la
inteligencia.
La delegada del Gobierno en
Madrid, Cristina Cifuentes, se ha vuelto a cubrir de “gloria”, digamos. Por el
mismo procedimiento que Tertsch, había cifrado el número de asistentes a la
manifestación de Madrid y allá que lo soltó. 35.000.
¿Tendrá esta señora, de marido huido
de la Justicia, alguna idea del pudor, la
dignidad o el decoro mental?
No hay la más mínima duda.
Estamos otra vez ante las “dos Españas”. Con una sensación salobre en el
paladar, constato que hay una España que componen Rajoy, Cospedal, Montoro,
Esperanza Aguirre, Rouco, Cifuentes (antes de tomarse “algo”), los banqueros,
los curas, Tertsch, el ABC, Marhuenda, La Razón, García Serrano… y otra en la
que tratan de vivir los expoliados, de sus trabajos, de sus viviendas y… de la
verdad.
Se aprende bien que es el imperio
de una nueva fe. Su física y su biología se construye sólo con mentiras.
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