Dice un amigo mío que "Es
triste que los dinosaurios voten al meteorito que provocará su extinción".
Estaba yo echando la cuenta de
los dinosaurios que votan cuando aparece Nosferatu, digo el ministro Montoro,
en mi pantalla, y va y dice que “los
actuales presupuestos son los de más contenido social de la historia de la
democracia”. Y uno se queda, sin
alaridos de terror, derramando lágrimas de violín.
¿De qué historia? ¿De qué democracia? Lleva diez meses y ha elaborado cuatro presupuestos,
ha subido el IRPF, el IVA cultural en 10 puntos y el no cultural hasta el pescuezo,
ha recortado en sanidad, en educación, en asignaciones al desempleo, ha
amnistiado a los defraudadores de impuestos, ha recortado en asignaciones a
personas dependientes, ha establecido el repago de medicamentos… Y el actual
presupuesto, General, y del Estado, es una consagración del hambre, el
desempleo, la entrega, amarrados de pies y manos a los mercados y a su
dictadura.
¿De que contenido social habla el ministro
Tontoro, perdón, Montoro?
Están en la cumbre del cinismo. En
el inicio de la revolución por la mentira y el más soez de los desparpajos. Nos
roban, atracan y despluman y encima, dicen que “nos quieren mucho”. Dinosaurio votante , no me quieras tanto.
Este ministro, digo este fugitivo
del fraude fiscal empresarial y masivo,
este Nosferatu de la Moncloa, parece que ha salido del circo de los horrores.
Nuestro cuerpo es contingente pero no está preparado para resistir este
desborde de desfachatez. ¡Ay, los pobres dinosaurios votando al meteorito!
No deja de ser voluptuoso el
momento actual. El espasmo intestinal de la política nos ofrece personajes como
Nosferatu Montoro, la Cifuentes opositando a ministra de la Guerra contra el
pueblo o al Niño de la Werta rebuznando.
La saciedad de su intelecto
consiste es aparecer cada día mas imbécil.
Y más ladrón.
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