Resulta obvia mi proximidad
ideológica, política, incluso personal, con Julio Anguita. He sido miembro de
su equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Córdoba y en los muy variados
momentos difíciles que nos ha deparado la vida, a uno y a otro, hemos sabido
estar cerca.
Sé que en sus viajes, charlas y
conferencias a Julio se le ha pedido, insistentemente, que vuelva a un primer plano
de la política. Que no volverá. Días
pasados, en Sabadell, dio un paso al frente. Aceptó ser el “referente” de un
frente cívico de ciudadanos que haga frente a la muy dura realidad política y
económica del país.
En un extenso documento publicado
en la página web del Colectivo Prometeo, al que pertenece, Anguita elabora ampliamente su propuesta. No puedo estar más de acuerdo. “Somos mayoría”,
que así se llama el documento, desgrana, una a una las razones de la crisis y
su impacto en nosotros y en nuestra colectividad.
En una de sus conclusiones
parciales el documento dice: “Las
consecuencias son obvias: sólo un Frente Cívico, una mayoría ciudadana
organizada en torno a soluciones concretas es capaz de crear la fuerza
necesaria para colocarla en la balanza del poder en contraposición a otros
poderes económicos, y sociales que siendo muy minoritarios, detentan en
exclusiva el ejercicio del Poder”.
Julio Anguita desgrana con la
lucidez que le caracteriza las razones, el procedimiento, la organización y las
medidas básicas en torno a los cuales podría organizarse este Frente Cívico,
esta reacción de la ciudadanía ante la incapacidad del sistema, de la Constitución,
de los políticos y de la democracia para darle soluciones y respuesta a
millones de personas, victimas tiranizadas de los mercados y el neoliberalismo y
responde a la pregunta elemental de ¿Para qué?:
“1.Que la mayoría social, por su propio impulso, por su propia voluntad
y por su creciente toma de conciencia devenga en un Frente Cívico que
teniéndose a sí mismo como referente, abra paso a una situación de plenos
derechos económicos y políticos junto con unas relaciones personales y sociales
fundamentadas en la ética cívica. Un Frente Cívico que tenga como protagonista
al ciudadano y a la ciudadana; es decir a las personas conscientes de que sus
deberes son los derechos de los demás y viceversa.
2.Constituir un referente de
poder ciudadano que induzca de manera creciente a los poderes públicos a
legislar y gobernar en beneficio exclusivo de la mayoría. El proceso que
conduce a estos dos objetivos pudiéramos considerarlo como un proceso
constituyente de la mayoría social constituida como tal.”
Julio insiste en ser sólo el
referente de esta iniciativa, pero que
el no volverá a ser candidato de nada.
En un tiempo de absoluta desesperanza,
que haya hombres e iniciativas como esta viene a resultar algo más que un
paliativo. Nos ponen en la tesitura de seguir creyendo en los valores sociales.
En la utilidad de la acción y la propuesta políticas, cuando el Estado, el
país, la democracia, la Constitución y los políticos son un monumental
estercolero por el que transitamos hacia el abismo.
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