“Quieren que me esté
callao
Y a mi lengua le eché
un nuo
Esta gente son capaces
De hacerle hablar a un
muo.”
Letra Popular. Tangos
de Morente.
Asisto en Córdoba a la
presentación del colectivo iaioflautas. Con extraordinaria modestia y sencillez
pero con tremendo rigor expositivo, dos
veteranas luchadoras sociales desgranan los orígenes del movimiento, integrado
en el 15 M. Del sillón a la calle. Explican como nacieron, como no quieren –ni necesitan-
afiliaciones, ni adscripciones políticas.
Solo una dirección de correo electrónico. Y la voluntad de rebelarse, de
no quedarse callado ni pasivo ante la agresión que recibe, cada día, la
sociedad civil.
Proyectan un video de una acción
concreta: la ocupación de la sede de la patronal catalana. Asimilan la mejor técnica de la guerrilla
urbana: la rapidez y la sorpresa. Se citan, diez minutos antes de la acción en
una calle paralela al lugar donde se realizará. Nadie sabe en que va a
consistir. Se les informa y cada cual decide.
En menos de diez minutos y ante
la sorpresa de la seguridad privada y de
la policía, centenar y medio de ancianos ocupan masivamente la sede de Fomento
del Trabajo. Imponen sus condiciones para desalojar. Una entrevista con la
dirección y la entrega de un manifiesto. Dicen a la patronal que no es
beneficiaria de la actual situación y si cómplice del ataque que reciben los trabajadores
y la sociedad.
Todos son mayores de sesenta
años, alguno tiene más de noventa. Acumulan años de lucha y experiencia. Son
disciplinados y eficaces. Dicen que hay que aprovechar la relativa impunidad
que dan los años y las canas y realizar la lucha que los jóvenes no podrían
hacer.
Empezaron siendo una docena. En la
última acción coordinada en todo el país de ocupación de oficinas bancarias
participaron más de tres mil. Y todo
empezó en octubre pasado. Nos dan un ejemplo a todos.
No hay alternativa. O nos
movilizamos o nos toman por sopas. Solo
cabe la cuestación. Abandonar la
pasividad ante la tele basura de la democracia basura del gobierno basura. Del
sillón a la calle. Ante la injusticia y
la explotación del sistema es posible la resistencia. Está más en las mentes
que en la convocatoria.
La realidad está clara y
acabada. Lo dice la letra popular del
flamenco. Esta gente son capaces de hacerle hablar a un mudo. Que, mudos, se
queden ellos.
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