Desde 2007 se han ejecutado en
nuestro país más de 350.000 desahucios y las previsiones recabadas de los
juzgados estiman en otros 60.000 los que podrían ejecutarse en el 2012.
Es decir, que desde el comienzo
de la crisis-estafa, más de 400.000 familias han perdido un bien esencial y
especialmente protegido en nuestra Constitución como es la vivienda.
¿Y quienes son los ejecutantes de
este atropello? Una clara y contundente
respuesta: la banca. Una banca, refugio de especuladores y delincuentes sin
cuento, que tiene un “agujero” colectivo cercano a los 200.000 millones y que
aparte de hundir la economía de nuestro país ya ha recibido una ayuda de dinero
público de 86.000 millones por la vía semi fraudulenta del FROB, y aún espera
recibir una cantidad mayor a través de la mal llamada “reforma financiera” que
pretende llevar a cabo Tempranillo De Guindos y otros bandoleros con residencia
en La Moncloa.
Sólo Bankia es responsable del 80
% de los más de 20.000 desahucios llevados a cabo en Madrid y que con una ayuda
a los afectados de tan sólo el 20 % de la que va a recibir se podrían haber
evitado en su totalidad.
¿Con qué autoridad moral puede
Bankia dejar sin vivienda y en la calle a alguien que no puede pagarle un resto
de hipoteca de 100.000 euros cuando ellos deben hasta de callarse y han sido el
refugio seguro de todos los guerteles, de todos los chorizos y políticos
corruptos de Madrid y alrededores?
En nuestro país hay 6 millones de
viviendas vacías. No hay ninguna urgencia para no aplazar el impago de
hipotecas, no hay ninguna razón moral, jurídica o administrativa para imponer
una medida tan extrema, por parte de un ente (la Banca) que tan benévola y delicadamente es tratado
por todos los poderes fácticos del Estado.
Hay otras muchas razones, pero
esta parece clara y concluyente, el Gobierno está entregado de pies y manos a
los banqueros y al capital, y el tópico de “fuerte con los débiles y débil con
los fuertes” se aplica en su integridad.
Tal y como se desprende de esta
evidencia, a este Gobierno de truhanes ni
siquiera cabe aplicarle el beneficio de la duda ideológica. Sólo son unos
lacayos, unos “mandaos” y su legitimidad política es el cero absoluto.
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