En la lumbre de
este tiempo irreal que nos ha tocado vivir veo unas declaraciones de Beatriz
Jurado, presidenta de Nuevas Generaciones del Partido Popular y senadora por
Córdoba, con la carne derretida, oigo que dice delante de la ministra de
Empleo: “Menos mal para los jóvenes que te tenemos a ti como Hada Madrina”.
Esto, qué duda cabe,
es la decadencia, la transmutación de las neuronas en pestiño. Y lo pongo en
relación con la ya famosa declaración en campaña electoral de Dolores de
Cospedal de que el PP era “el partido de los trabajadores”.
Vayamos por partes,
como diría Jack El Destripador. Si “sólo” el 58 % de los jóvenes españoles
están en paro absoluto es porque tienen a Fátima Báñez como Hada Madrina (Jurado dixit) y si tan “solo” 700.000 españolitos han perdido su puesto de trabajo desde que
gobierna el PPDT y se han unido a otros cinco millones y medio que no lo tenían
es porque esta formación, o peña aficionada a los sobresueldos, es “el partido
de los trabajadores”.
Si el Partido
Popular, o de los trabajadores, a trancas y barrancas va admitiendo que ha
pagado sobresueldos espeluznantes a sus cargos directivos, fueran o no cargos
públicos, de hasta cinco veces su sueldo oficial, cuando a una masa humana de
asalariados se les recortaba desde el sueldo hasta el empleo, pasando por sus
derechos laborales, de salud y de educación, quiere decir que nos encontramos
en el núcleo duro del debate: Nos han tomado por tontos.
Esta demostración
desguazada de cinismo es la antesala de la implantación flagrante del fascismo,
puro y duro. Y en ello estamos. Hay un pestazo a fascismo que lo inunda todo.
Desde las declaraciones de la Conferencia Episcopal hasta la detención
domiciliaria de fotoperiodistas.
Calma, alma
inquietas, que un señor desbigotado, amenaza con volver a esta película de la
selva en el papel de Tarzán de los Gurteles.
A partir de ahora
sólo nos pueden crecer los dientes.
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