Ni veinticuatro horas ha estado
Miguel Blesa en la cárcel, pero quita, “la justicia es igual para todos”. ¡Verdad,
Cristina!
Un señor que se va a Florida a
comprarse un banco por 970 millones de euros
y que le presta a un “amigo” 127 milloncejos de nada, no es un banquero,
es una estampida, un guerrero del erario público en forma de desagüe.
La clave parece estar en que
ocupó el pupitre contiguo de otro señor con bigotes e ínfulas de “líder” espiritual del Occidente Cristiano mientras
preparaba unas oposiciones.
-A ver Miguel ¿Qué
quieres ser de mayor?
-Yo quiero
comprarme un banco en el paraíso.
- Pues, sin tetas…
-Tú serás el
Presidente de la Patria del Sobresueldo y me ayudaras.
- Bueno, se le
diré Rouco y a la FAES. .
En estas que José María –no El
Tempranillo- coge el teléfono y lo nombra presidente de una Caja. ¡Catorce
años, con sus dietas y prejubilaciones se tiró el tío!
Es que los amigos del “líder” son
todos iguales y viven en una cueva. ¡Que no Alí, que no eres tú! Un tal
Rodrigo, un tal Luis, poquito de El Bigotes, poquito de Crespo, poquito de
Berlusconi…
-
Ana, prepárame
el spa que tengo que salvar la patria.
-
¡Cómo eres
José Mari, sal primero de la cueva!
-
Es que
viene los rojos con la Educación para la Ciudadanía y van a destrozar a la
buena gente.
-
¿Y de eso
no se encarga Mariano?
-
No,
Mariano está muy atareado limpiado los jaulones de la Merkel.
Pues sí, este señor, que se ha demostrado que cobraba
sobresueldo hasta cuando vivía en La Moncloa es muy fino escogiendo amigos. Ya
lo demostró con un tejano que tiraba bombas y con un tal Villalonga, al que regaló una “privatizada”.
José Mari, con su lamparón franquista, da un aire a Adolf, y
otro al genial Chaplín. Pero sus amigos, son sus amigos y si en este país de
bandoleros y liberales que cobran un sueldo público hubiera de verdad esa justicia
que no hay, podrían reunirse no en una cueva, sino en una celda de Soto del
Real.
-
¿Qué te ha
dicho hoy Dios, José Mari?
-
Que estoy
llamado a liderar una camada.
-
¿De
ladrones?
-
No, de
expertos en la enfiteusis.
José Mari, Miguel y Rodrigo se van juntos a jugar una partida
de dominó. El seis doble lo ponemos nosotros.
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