Hoy se inicia en Córdoba una
nueva edición del Concurso Municipal de Patios tras la declaración, el pasado 6
de diciembre, del título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, concedido por
la Unesco.
52 patios entran en concurso, a
los que hay que añadir otros 12, que se exponen pero que no participan en el
mismo.
Durante los próximos diez días
una auténtica muchedumbre convertirá los 64 recintos en una singular
manifestación cultural, estética y medioambiental y los dos fines de semana que
abarca el certamen en una oleada de visitas a la ciudad, habiéndose agotado, a
pesar de ser 170.000, los pases concertados de visita, distribuidos en seis
zonas y tres categorías.
Urge decir por mi parte que “los
patios” son mucho más que un “concurso” y que en realidad el éxito de esta
centenaria manifestación radica en su “espíritu”.
Espíritu que consiste en ser un
exponente de una forma de vivir, de una filosofía y de un respeto reverencial
por la naturaleza, las plantas y las flores.
Generaciones de cordobeses han
desarrollado en estos templos de la maceta y la flor un peculiar, sosegado y
equilibrado ejercicio de vida y han sido el refugio para sobreponerse a la
miseria, el conservadurismo a ultranza y el sentido clasicista de las capas
adineradas de la ciudad y la región.
Los patios de Córdoba retratan a
sus habitantes, que prefieren rodearse de flores, tranquilidad y frescura para
encarar la dura realidad de nuestro tiempo y convertir en íntimo un universo
hostil.
Frente a la manipulación
folclorista y conservadora, el “patio de vecinos” cordobés supera al llamado “señorial”,
paraíso cerrado para pocos, y el sentido comunal, de compartición de un
espacio, da una dimensión colectiva y social a la convivencia.
Los Patios, su fiesta, quedan al
margen de los vaivenes políticos de la ciudad, ahora regida por una mayoría
conservadora, tan demagoga como incompetente, porque en la esencia de esta
manifestación, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en su “espíritu”, está una
sabiduría tan antigua como la que anima los modernos postulados de
sostenibilidad y ecología.
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