Las que siguen son las noticias de un día cualquiera, de
ayer, de hoy, de mañana.
“Cospedal retirará el oxígeno a los enfermos domiciliarios
para ahorrar.”
“La FAES asegura que
“los niños andaluces han comido por encima de sus posibilidades”.
“Merkel reclama la cesión a Europa de parte de las
soberanías nacionales.”
“La Iglesia va más allá de la injerencia, está dando
instrucciones al Gobierno”
"El presidente de Nestlé cree que el agua no es un
derecho, que debería tener un valor de mercado y ser privatizada.”
Creo que no somos absolutamente conscientes del momento que
vivimos en nuestro país y en el planeta.
El más feroz capitalismo, la enajenada vuelta a los
regímenes de autoridad, el completo desprecio a la persona y el vacío absoluto
a los débiles y enfermos.
En un sólo día se dan esas muestras. La jerarquía eclesiástica,
de espaldas a la inmensa pobreza y las crecientes necesidades sociales, se
ocupa de la moral –ellos, que tienen infectada su estructura mundial de
pederastas- del aborto y de las bodas gays, y quiere imponerse y legislar sobre
ello, con la aquiescencia de sus lacayos y “mandados” de un gobierno sin
dignidad.
La presidenta de una Comunidad Autónoma lleva a la “eutanasia
política” por un mal asumido principio de austeridad. Una Fundación de
Estudios, subvencionada con fondos públicos, concluye uno de sus “trabajos” con
que “el problema de los niños andaluces es que comen mucho”, que a lo mejor con
una comida al día les bastaba. La nueva “fürher” ya pide sin menoscabo la
asunción por “Europa” (ella misma) de las soberanías nacionales de los estados
pobres. Y el presidente de una de las multinacionales más esclavistas del
planeta se pronuncia sin vergüenza alguna por la privatización y comercialización
del agua.
Abiertamente, nos quieren pobres y esclavos, hambrientos y
adoctrinados, mandados por una mitra o una loca del brazo en alto, sin derecho
al aire ni al agua.
Expertos en el conocimiento del “Club de Bilderberg ” dice que
uno de los asuntos tratados en las últimas reuniones, -con la Reina Sofía presente-
pudo ser el “exceso de población de
mundial” y su reducción de los ocho mil millones de habitantes actuales del
planeta a no más de un millar.
¿Cómo? Con políticas neoliberales como las que se están aplicando,
la desaparición de ancianos, enfermos, la difusión artificial de enfermedades
de laboratorio, tipo Sida, y las guerras. Ya realizadas las de Irak y Libia. En
marcha la de Siria e inminentes las de Corea e Irán.
Dicho de otro modo, vienen a por nosotros. La nueva física,
la nueva ideología, la nueva economía son, pura y simplemente, el antiguo
nazismo, el de verdad, no el de Cospedal.
Esta es la frontera fatal a la que ha llegado el mundo, o
salimos a la calle, a morder, o nos comen por sopas.
Puestos en una tesitura de extrema violencia, prefiero ser
verdugo que víctima.
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