En el 2009 se destapa una trama
de corrupción con contratos comisionados, donaciones ilegales y financiación de
un partido político que es investigada por un juez de la Audiencia Nacional.
Con cerca de doscientos imputados, en
febrero de 2012, el juez instructor era separado del caso e inhabilitado por 11
años.
En junio de 2013 el presidente de
una de las mayores Cajas de Ahorro del país, es enviado a la cárcel por otro
juez de la Audiencia Nacional. Con
importantes responsabilidades en la quiebra de la entidad y en una posible
estafa, esta persona sale de la cárcel a las dos semanas y el juez es
sancionado e inhabilitado en su puesto en un tiempo record.
En abril de 2013 un miembro del
Gobierno de la Nación es objeto de un escrache en su domicilio de Madrid. El
titular del juzgado de instrucción número 4 de Madrid dice que no hubo coacciones
ni amenazas y que la libertad de expresión priva en el caso. La juez fue objeto de descalificación e
insultos por parte del Gobierno y de la prensa afín a lo largo de varias
semanas.
En junio de 2013 un juez perteneciente
a una Asociación Conservadora de Jueces, imputa a dos exconsejeros de la
Comunidad de Madrid vinculados al proceso de privatización de la Sanidad madrileña.
El juez es atacado, vilipendiado y ridiculizado por la misma prensa que en
casos anteriores.
El 7 de enero de 2014 un juez con
37 años de servicio, que lleva otros seis años instruyendo un enorme proceso de influencias, prevaricación y blanqueo de
dinero decide procesar a un miembro de la Casa Real. Una cadena de
descalificaciones, insultos, insinuaciones e intentos de injerencia en su vida
privada es desencadenada por miembros del partido del Gobierno y la misma
prensa que en todas las anteriores ocasiones.
En marzo de 2014, un juez anuncia
que continuara con el proceso abierto por un caso de asesinato a un cámara de
televisión al considerar que las leyes de rango internacional prevalecen y que
se burlan los principios de la Justicia Universal. El juez es calificado de “pijo”
y “protagonista” por el Gobierno y sus portavoces, y por la misma prensa de
siempre.
Garzón, Silva, Valldecabres,
Sexmero, Castro y Pedraz son las muestras más fehacientes del “respeto” a la
Justicia y los jueces que tienen los hipócritas y cínicos miembros del
Gobierno, de su partido y de la prensa que financian, alientan y con la que se
protegen.
Rememoro la anécdota de dos
políticos del antiguo régimen maravillados del lujo de la sede nacional del Opus
Dei. Uno le dice al otro: “Si esto han hecho con el voto de pobreza, imagínate
lo que harán con el de castidad.”
Si estos políticos, si esta
prensa, si este Gobierno, han hecho “esto” con el “absoluto respeto” que dicen
tener por la Justicia, habrá que imaginarse lo que harán con la Democracia, la
Igualdad y los Derechos Sociales de los que no se le conocen tantos autos de
fe.
Hay un evangelio que habla de “sepulcros
blanqueados”.
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