A estas alturas, cuando la Banca
española ha completado “su” rescate a costa de casi 50.000 millones del erario
público y el consiguiente destrozo de políticas sociales, cuando se ha estafado
a millares de pequeños ahorradores con el bochorno tolerado y amparado por
Fiscales y Gobierno con el tema de las preferentes, hablar de una gran estafa podría
resultar casi imposible.
Pero no. Cuando se empieza a
disponer de todos los datos, la “gran
estafa española”, es la que desde 1997 gestaron José María Aznar y Rodrigo Rato
con la privatización “liberalizadora” del Sector Eléctrico, la Ley 54/1997 de
27 de noviembre, que pasó a manos e intereses privados el control, financiación
y distribución de la energía en nuestro país.
Una jugada maestra, nunca
valorada suficientemente, que ha hecho que el precio de lo que comúnmente llamamos “la luz” pase de ser
uno de los más baratos a ser el más caro del continente europeo, ya que Malta y
Chipre, los únicos con un precio mayor, son dos islas mediterráneas.
En dieciocho años la subida de tarifas
ha sido constante, y el empleo de un concepto falso, truculento y rebuscado
como es el “déficit de tarifa” ha redondeado la faena. No me resisto a no
insertar alguno de los argumentos que en un documento privado exponía Rato, el
autor intelectual del invento:
“Este precio marginal es fijado por el punto de intersección, que es la
comparación entre las ofertas de venta de los productores y las ofertas de
compra de los consumidores. De esta manera, éste será el precio que recibirán
todos los generadores que han casado sus ofertas de venta (es decir, por debajo
del precio marginal resultante) ,y lo que tendrán que pagar los consumidores
que hayan casado sus ofertas de adquisición (superiores al precio
marginal).Este sistema tiene una peculiaridad, que todos los generadores cobran
al precio marginal, que es el precio más alto de la casación.”
Un auténtico desmadre que ha
permitido a las compañías eléctricas enriquecerse a ojos vista y aún poder
reclamar al Estado una cantidad por diferencia entre los costes de producción
de la energía y el precio “real” que en estos momentos está en 24.000 millones
de euros.
Que este déficit era irreal y
suponía una traición de lesa humanidad al conjunto de los consumidores
españoles queda reflejado en el siguiente párrafo:
“Como se indicó anteriormente, el hecho de que la última fuente en
cubrir la demanda fije el precio de todas las demás es uno de los principales
problemas que se suelen identificar en el funcionamiento del pool, ya que las
centrales nucleares e hidraúlicas perciben ingresos mucho más altos comparados
con sus costes (por su antigüedad están ya amortizadas), encareciendo
artificialmente la factura de los consumidores, habiéndose sugerido su salida
del pool. “
El lobby de las compañías eléctricas,
más fuerte aún que el de la Banca, viene esquilmando con sus tarifas y con sus
falsas subastas al conjunto del país, y observadores imparciales, estiman en
más de 50.000 millones el lucro obtenido en estas casi cuatro décadas, aparte
del reclamado monto de otros 24.000 millones por un imaginario déficit,
compatible no obstante con los mayores beneficios, obtenidos año a año por esta
afortunadas corporaciones, en cuyos consejos de administración de puerta
giratoria, sientan sus posaderas dos ex presidentes de gobierno, o lo que sea,
y hasta cinco ex ministros de su graciosa majestad.
Esta es la “gran estafa española”,
ganadora de todos los óscar y globos de oro del mundo y que nunca agradeceremos
bastante a “genios” de nuestra escena política como Aznar y Rodrigo Rato.
En España no hay nada más que dos
destinos: o eres toro o matador. Nosotros somos toros y ellos, Aznar, Rato,
Rajoy, Endesa, Fenosa, Iberdrola, etc… los matadores.
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