Detesto a los que condenan el
terrorismo nacionalista, sólo. Detesto a los que “duermen” sobre trescientos
mil cadáveres enterrados en cunetas, y, “condenan el terrorismo”. Detesto a los
que condenan “firmemente” el terrorismo” y todavía no han condenado (ni condenaran)
los crímenes del régimen franquista. Detesto a los que no condenan el terrorismo
económico, el de “Estado”, el
gubernamental y el de la fuerzas de represión. Detesto los que no condenan el
terrorismo político que produce miles de
muertos en forma de paro, hambre y
desahucios. Detecto a la ley del embudo. Detesto a los terroristas, sociales.
Detesto a la Europa de los
mercaderes. Detesto a los “mercados” de Europa. Detesto a la Merkel. Detesto a
Barroso. Detesto a la Troika. Detesto al secreto bancario. Detesto a las
cuentas en Suiza. Detesto al becerro de oro. Detesto a los becerros, europeos.
Detesto al euro y sus
servidumbres. Detesto a los que nos ha traído el euro. Detesto a los bancos y a
los banqueros. Detesto al dólar. Detesto al dólar y al euro. Detesto al
capitalismo europeísta y norteamericano. Detesto al capitalismo, universal.
Detesto la corrupción. Detesto a
los corruptos. Detesto a los políticos y jueces corruptos. Detesto la hipocresía de los políticos que
dicen combatir la corrupción y son sus beneficiarios. Detesto la Justicia que no es Justicia sino
defensa de lo robado por los corruptos. Detesto, sobre todo, la impunidad de
los corruptos, impunes.
Detesto a los fascistas que se
dicen “de centro”. Detesto a los fascistas que se dicen “patriotas”. Detesto a
los fascistas con sotana. Detesto a los fascistas que “defienden la vida”, en
el Valle de los Caídos. Detesto a los que penalizan el aborto y hacen leyes
estrictas y retrógradas y sus parejas o ya han abortado o lo harán en Londres.
Detesto a Rajoy. Detesto a Fraga. Detesto a Franco. Detesto a los fascistas.
Detesto al PP.
Detesto las políticas impuestas
por el “mercado”. Detesto el “tea party”. Detesto el neoliberalismo. Detesto a
los ex presidentes de Gobierno en los Consejos de Administración. Detesto a los
Consejos de Administración. Detesto a las compañías eléctricas. Detesto a las
“puertas giratorias”, y a los que las usan. Detesto los bigotes de las Azores y
a las chaquetas de pana. Detesto a Aznar y a Felipe González, a ambos y a sus
políticas.
Detesto los recortes de derechos
y a los que recortan. Detesto a los que privatizan. Detesto a los que hacen
negocio con las privatizaciones. Detesto a los que nos roban derechos
laborales- Detesto a los que congelan salarios y pensiones. Detesto a los que
roban la educación y la sanidad. Detesto a los recortadores, ladrones.
Detesto a las mayorías absolutas,
de cualquier signo. Detesto a las leyes electorales. Detesto a los que se
benefician de las leyes electorales. Detesto a los demócratas “financiados”.
Detecto a los que financian a los “demócratas”. Detesto las donaciones y los
contratos de obras. Detesto las disciplinas de voto, directoras.
Detesto los parlamentos
“disciplinados”. Detesto los menús parlamentarios a 3,5 euros y las borracheras
subvencionadas. Detesto el robo de la
democracia en forma de mayorías financiadas y de voto disciplinados. Detesto
todas las disciplinas, y a los disciplinantes.
Detesto la filosofía de la
posesión de objetos. Detesto los coches
oficiales. Detesto el culto a la riqueza. Detesto la afición de los coches de
lujo, el sexo comprado, la bebida exquisita, los yates, los chalets, las
piscinas, los viajes oficiales, las moquetas de lujo. Detesto el lujo, lujuriantes.
Detesto a los juntaletras con un
título de “periodista” colgado en el salón, en el ángulo oscuro. Detesto a los
compradores de silencios. Detesto a los contadores de mentiras. Detesto a los
formadores de opinión a gastos pagados. Detesto las tertulias oficiales. Detesto
a los tertulianos impuestos por el oro.
Detesto a la caverna mediática. Detesto a los medios de la caverna,
cavernícolas.
Detesto a los “programas basura”.
Detesto a la televisión basura. Detesto a la basura en forma de telediario
oficial. Detesto a la mentira oficial en forma de telediario. Detesto a los
telediarios. Detesto a los tricornios, al toro de Osborne y a Manolo el del
Bombo. Detesto el “soy español, español, español…”, idiotas.
Detesto a las patrias de ida y
vuelta. Detesto a los patriotas de ocasión. Detesto a los patriotas del coche
oficial. Detesto a los patriotas, patrioteros.
No detesto un libro, una bandeja
con frutas y una hamaca junto al mar.
TODO ESO LO DETESTO YO TAMBIEN LUCAS Y MUCHAS MÁS COSAS.
ResponderEliminarUN ABRAZO LUCAS POR DETESTAR TODO LO DETESTABLE.