En medio del hedor. Rodeados de
putrefacción. En los prostíbulos de la verdad. En los sótanos de la justicia.
Por debajo de la Historia y los armarios, se ha colado una noticia que apenas
ha sido comentada.
El Gobierno -¿?- ha condonado a
los bancos el pago de 36.000 millones de euros que habían constituido el “fondo
de rescate” a la misma y que habían sido adelantados al FROB en el 2009.
Es decir, a pesar de que esa
mentira con barba llamada Rajoy dijo con teatral solemnidad que “El rescate no
le va a costar un céntimo a los españoles”, nos ha costado no un céntimo sino
millones de ellos. Y que los banqueros especuladores, los creadores de agujeros
y burbujas pinchadas, los cobradores de indemnizaciones y jubilaciones de
vergüenza se quedan con el santo y la limosna.
Este mundo se acaba. No puede
subsistir con tanta mentira, con tanto robo, con tanto panteón de profesionales
del engaño.
36.000 millones que valen por
todo el atraco a la sanidad y enseñanza públicas, por toda la bajada de
sueldos, por toda la congelación de las pensiones, por todo el manantial de
derechos, robado a punta de decreto ley, por estos conejos de monte que se disfrazan
de ministros. Juntos.
Los hechiceros de esta Iglesia
donde gobernar es igual a robar, esgrimen el bastón de su mayoría lograda con
el fraude y la mentira, con el soborno y la financiación ilegal y privilegiada.
Se aferran a ella y vacían y prostituyen las santas palabras: política, verdad,
parlamento, justicia, honradez… Cada vez que hablan sube el pan. O la luz. O
los impuestos.
Sus discursos son conjuros para
seguir robando, engendrar sobornos y amnistías fiscales para ellos mismos o sus
banqueros de cabecera y convierten en carne de Cáritas a millones de ciudadanos
a los que fríen a copagos, reducciones y recortes.
Esta nube de defraudadores,
blanqueadores, dinero negro, embutidos, morcillas y chorizos se ha tirado en
bandada sobre nuestros magros sueldos y pensiones, sobre nuestra yugulares e
hipotecas.
Pueden no dejar nada, pero morirán
de podredumbre. La Historia dirá de ellos que fueron polvo. Más polvo ladrón.
Fin de cita.
Asi es, podredumbre y escoria.Eso es lo que nos rodea y lo que nos esta ahogando a los Españoles.Ladrones a los que no se les castiga sino que se les premia.Una verguenza.Un buen escrito el tuyo, mis felicitaciones.Un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias, Isaboa. Un saludo.
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