El Partido Popular,
después de dos legislaturas bloqueando la revisión del Tribunal Constitucional,
obtiene la mayoría del mismo. Antes, la había logrado en el Tribunal Superior
de Justicia. Dos días después, la Audiencia de Madrid declara nulo el
procedimiento por el que un juez había encarcelado a Blesa, a instancias de la
fiscalía.
Lo siguiente será
que otro juez o audiencia declare nulas las actuaciones del caso Gürtel, que
Correa, Crespo y el Bigotes salgan a la calle, que se encuentren con Luis
Bárcenas, del que otro juez habrá dicho que su comportamiento ha sido un simple
“error” y que con un par de cachetes se puede volver a Suiza.
Canonizaran a
Aznar, beatificaran a Rajoy, le darán el premio Nobel de Economía a Rato,
archivaran el caso de la preferentes, dirán que “lo” de Urdangarín y la infanta
ha sido otro “error”, prescribirán los presuntos delitos de Matas, Camps y los
300 casos de corrupción que hay abiertos, los empresarios volverán a hacer
generosas “donaciones” al PP, que volverá a ganar las elecciones y seguirán repartiendo
sobres y sobresueldos.
Se hará otra
reforma laboral, el despido será gratis y cada despedido recibirá, de propina,
veinte latigazos. Se extinguirá el derecho a jubilación, desaparecerá el seguro
de desempleo y las pensiones se reducirán a la cuarta parte, habrá que pagar
todas las medicinas y todos los actos médicos, todos los hospitales serán
privados y propiedad de la empresa del marido de Cospedal, volverán las Santas
Misiones y una brigada especial vigilará a los rojos que no vayan a misa.
Se ilegalizará a
Izquierda Unida y se suprimirán los sindicatos y los convenios colectivos, la jornada laboral será de 12 horas diarias de
lunes a domingos. Marhuenda presidirá el
ministerio de Información y Esperanza Aguirre, otro de garantías
constitucionales, Rouco repartirá la eucaristía al inicio y al fin de cada
sesión del Parlamento y la Botella se paseará bajo palio.
Mato se encargará
de todos los cumpleaños de los niños pijos con confetis y jaguars, y Soraya tendrá
un ejército de ginecólogos pagado por el papá Estado. Y Arenas volverá a ser el
candidato pepero a la Junta de Andalucía, por lo que triplicará sus
sobresueldos actuales. Y a instancias del Fiscal General del Estado (y otras
hierbas) serán fusilados al amanecer Baltasar y Alberto Garzón, Cayo Lara y
Julio Anguita, y se afeitará a
Rubalcaba.
Pero hay más, otro
barco se hundirá en el estanque de la Moncloa, con su chapapote a cuestas, y
Rajoy, o la Trotona de Pontevedra, dirán
delante de un televisor de plasma “que no hay peligro, solo son hilillos de
plastilina”.
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