Los griegos antiguos, en su afán de ponerle límites a todo, se inventaron una deidad específica para
castigar los excesos.
Cualquier “mal actuar” en la comida, la bebida, el sexo o el mal gusto era,
en su peculiar religiosidad, castigado por las “furias erinias” o “Euménides”.
Groucho Marx, digo Dolores de Cospedal, se inventaron días pasados este
discurso:
“La indemnización que se
pactó fue en diferido y como fue una indemnización en diferido, en forma
efectivamente de simulación…, de simulación o de lo que hubiera sido en partes
de una… de lo que antes era una retribución, tenia que tener la retención a la
Seguridad Social, es que si no hubiera sido…, ahora se habla mucho de pagos que
no tienen retenciones a la Seguridad Social ¿verdad? Pues aquí se quiso hacer
como hay que hacerlo, es decir con la retención a la Seguridad Social”.
Inmediatamente, las “furias erinias” bajaron del Olimpo y se llevaron a la
tal Dolores al Hades y le dieron siete vueltas a las llaves de todos los candados.
Somos tan acreedores de inteligencia política que las furias nos castigan también
a todos con personajes como Floriano, –y sus gestos de manos, ahora adentro y
ahora afuera- González Pons y sus desastrosas previsiones en cualquier materia
o la ministra Mato intentando pronunciar –sin conseguirlo- la palabra “terapéutica”.
Y ahora viene la secretaria general del PP a darnos esta lección magistral
de endeblez mental, de cantinflismo y desgraciada hermenéutica.
No sólo es que los personajes que nos gobiernan sean un desastre político,
social o económico, es que además son una nulidad conceptual y culturalmente.
El enfoque directo a la mentira que tiene el discursito de la Cospedal la
desnuda de toda posible credibilidad y hace una inversión en vacío.
A partir de aquí se comprenden que
estén todo el día hablando de “regeneración”. Están y son tan degenerados que
este voraz anticuerpo les domina. Groucho Marx, redivivo, no lo habría hecho
mejor. “No pertenezco a ningún club,
porque ninguno me admitiría como socio”. ¿Por qué habrá partidos que admitan a
esta señora, o su simulación, como socias y secretarias generales?
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