Hace unos meses me enviaron un archivo de audio con unas declaraciones de
la ministra Ana Mato en una rueda de prensa. Lo he vuelto a oír.
Da auténtica grima y vergüenza ajena oírla. No se puede reunir mayor
desconocimiento, superficialidad y trivialidad sobre una materia que las que
revela la ministra acerca de la Sanidad.
Nerviosa, atolondrada, descompuesta, se traba en los nombres difíciles y
encadena muletillas y lugares comunes sin cuento.
A pesar de intentarlo tres veces no logra decir la palabra “terapéutica”,
comienza su intervención no sabiendo si es de día o por la tarde (Buenos días, buenas tardes a todos),
continua dándole el mismo significado a los verbos “ir” y “hacer” (vamos, hemos, universalizado la sanidad)
para concluir el epígrafe con una ecuación propia de los Hermanos Marx (hemos universalizado la sanidad, que saben ustedes
que ya estaba universalizada).
Más adelante le debe de dar un ataque de pepecentrismo porque no sabe lo
que han incorporado (Hemos incorporado al
Derecho español un artículo de una directiva que ya estaba incorporada…)
para pasar a hacer de Perogrullo con el valor de las medicinas (hemos puesto en valor lo que tiene mucho
valor, no hay cosa que tenga más valor que una medicina, que como saben sirven
para curar enfermedades…)
Se vuelve a hacer un lío cuando en plena evanescencia de logros dice: “hemos adoptado una medida que ya estaba
adoptada” y le patinan las neuronas con descaro cuando dice que: “los parados sin prestación parlamentaria, no, perdón, los parados sin
prestación por desempleo…” para terminar la “rueda de prensa” -¿?- con un
lío neuronal monumental entre quienes son los pensionistas y los parados, con los que no llega a saber
cuáles son los que tienen derecho a prestación o no.
¿Qué hemos hecho para merecer esto? ¿De dónde ha salido este ejemplar que
tiene en sus manos nada menos que la salud y las prestaciones de todos los
desgraciados españolitos? Lo máximo que hemos logrado saber es que estuvo
casada con ex alcalde de Pozuelo de Alarcón, Jesús Sepúlveda, imputado por el
Caso Gürtel, al que le llenaron el garaje de Jaguars de lujo sin que la ministra
de las neuronas averiadas se preguntara el motivo.
Los celtíberos lo resistimos casi todo. Se encuentran una opus deísta medio
imbécil y te la ponen de ministra. Y toda
su ciencia es atrancarse en los terapeutas y decir que las medicinas sirven
para curar.
Esto es lo que hay. No hay más cera
que la que arde ni más piojos que la manta llena.
PD. Para los que quieran aproximarse al suicidio mental les adjunto el
enlace: http://www.cadenaser.com/espana/audios/explicaciones-ana-mato/csrcsrpor/20120418csrcsrnac_11/Aes/
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