Hace balance el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT). En el año 2012 le han impuesto a sus afiliados
o militantes multas por valor de 200.000 euros, entes judiciales o policiales han solicitado 70 años de condena para los
mismos y acumulan más de un centenar de procesos judiciales abiertos.
¿Qué “crimen” social o penal es el que han hecho estos sindicalistas de la
tierra? Ocupaciones de fincas, más o menos pacíficas y simbólicas, de propiedades más o menos en abandono, “tomar” durante unos
minutos una veintena de oficinas de entidades bancarias, rellenar seis carros
de supermercado. Una decena de marchas a pie de jornaleros, sin trabajo y sin
pan. Ah, y empujar a una cajera. Todo el peso y el rigor de la ley para sus “delitos”.
¿Qué es lo que ha quedado tras el paso de estos “criminales”? Tierras
limpias de pasto y matojos, árboles frutados sembrados, oficinas bancarias
impecables, un supermercado con unos paquetes de arroz y garbanzas menos. Ah,
una cajera empujada.
¿Qué es lo que han hecho durante el mismo lapso de tiempo un centenar de
banqueros? Concluir el proceso de saqueo del país y de sus finanzas, engañar a miles
de pensionistas o pequeño-ahorradores con el toco-mocho de participaciones
preferentes, poner la mano para tapar un agujero de 68.000 millones de euros,
legalizar el cobro de planes de pensiones o jubilaciones multimillonarias a sus
directivos, despedir a unos miles de trabajadores y poner al país, y a sus
gobernantes, como avalistas y paganos de
sus tropelías.
¿Qué por cuanto los han sancionado, multado, procesado o condenado? Cero al
cociente. Estamos ante la enésima repetición de la ley del embudo. La Defensora
del Pueblo -¡ay que me da la risa!- se subía por las paredes cuando el empujón
a la cajera. ¿Le conocen ustedes la más mínima intervención para denunciar,
oponerse o actuar contra el saqueo y la esquilmación del país?
Vivimos, obviamente, no en una democracia, sino en una cleptocracia. Los
que nos gobiernan son unos ladrones, especializados en el sobre relleno.
Relleno de oprobio, de corrupción y de
desventura ajena.
No tienen ley. Ni emociones, todo lo traducen en dinero. Vara fuerte contra el parado -¡que se jodan!-
y alfombra de amnistía e indulto para los ricos, defraudadores, gominas y
corbatas verdes.
Esta casta, esta desgracia, sólo generará valor cuando los entierren. O, si
en algún momento, alguien, les cortara la cabeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario